El tema de las relaciones entre Argentina y Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, y específicamente del rol jugado por el General Juan Domingo Perón y su gobierno en el ingreso de criminales de guerra nazis al pais, nunca dejó de atraer la atención de los investigadores. Pero tampoco dejó nunca de ser un enigma revelado a medias, y así hubo quienes creyeron encontrar pruebas de su vinculación con el Tercer Reich por cuestiones ideológicas o de política internacional, otros piensan que Perón se favorecía económicamente en forma personal. Lo que ya resulta muy difícil negar es que sea por el motivo que fuera, Perón aceptó de buen grado el ingreso de criminales de guerra nazis al pais como así también del dinero que de diferentes formas los nazis hicieron llegar a la Argentina.
La conexión con el Tercer Reich comenzó mucho antes de que Perón llegue a ser presidente, mientras ocupaba la cartera de Ministro de Guerra. Cabe recordar que Argentina se declaró neutral en la guerra y sólo tomó partido por los aliados cuando la misma estaba a punto de terminar, lo cual podría explicarse por el interés en el intercambio económico entre Argentina y Alemania.
Otro tema que despierta interés es la ruta que puede haber seguido el dinero de los nazis, ya sea el que pudieron haber obtenido como botín de guerra, el que robaron a los millones de judíos masacrados, o incluso el que las propias empresas alemanas sacaban del pais en busca de lugares más seguros en el mundo. Tal parece que la Argentina era un lugar apropiado junto con Paraguay y Chile para lavar dinero que después se transfería a Chicago o Nueva York. Desde ya que Suiza ocupó para los nazis un lugar de privilegio para enviar miles de millones de dólares en oro.
En estos días se estrenó en las salas de nuestra ciudad un film documental titulado ORO NAZI EN ARGENTINA, cuyo guión pertenece a Jorge Camarassa, autor de un libro sobre el mismo tema titulado Odessa al Sur. Como algunos recordarán, Odessa era el nombre de la organización encargada de decidir qué criminales y jerarcas nazis podían ingresar al pais. Entre otros personajes tristemente célebres que arribaron a estas costas a través de dicha organización figuran Adolf Eichmann, Erich Priebke y Joseph Mengele. Según algunos testimonios presentados en el film, Perón habría contado con dos operadores fundamentales en su conexión con la Alemania de Hitler: Rudolph Freude y Carlos Fulder; este último habría falsificado toda la documentación necesitada por los nazis para ingresar al pais, en tanto que Fruede fue secretario privado de Perón e integraba la organización Odessa, vale decir que estaba entre quienes decidían qué criminales de guerra nazis y qué capitales contra-bandeados podían ingresar a la Argentina.
El documental incluye entrevistas en la Argentina con Wilfred von Oven, un ex asistente del ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels, y con el hijo de Erich Priebke, un capitán de la SS que fue extraditado a Italia y encarcelado por su participación en el asesinato de 335 civiles en las Fosas Ardeatinas, en Roma. Diferentes investigadores exponen también sus opiniones y conclusiones. Algunos datos interesantes que surgen del material son los siguientes:
- en los años 30, 40 y 50 la Argentina era considerada uno de los mejores refugios del mundo para los criminales de guerra nazis, como así también resultaba un sitio propicio para transferir y lavar el dinero sucio de los nazis.
- Los contactos con los ejércitos del Tercer Reich se dan a principios de los años 30, por la admiración que despertaba el orden prusiano en los militares argentinos, y siendo Perón Ministro de Guerra, el GOU (grupo de oficiales unidos) al que pertenecía, se encargó de incrementar esos contactos. El interés estaba puesto en desarrollar un intercambio económico, exportar granos e importar material bélico e industrial, si bien otros investigadores creen que el interés primordial de los nazis radicaba en el petróleo que Argentina poseía. De hecho Argentina proveía de combustible, alimentos y agua a los submarinos alemanes que se dirigían desde la Patagonia hacia Brasil y el Caribe, de acuerdo con las investigaciones del escritor Carlos de Nápoli, autor del libro “Nazis en el Sur”, quien colaboró también en el film mencionado.
- El grupo Odessa estaba formado entre otros por el secretario privado de Perón, Rodolfo Freude. Este a su vez era hijo de un poderoso industrial alemán, Ludwig Freude, dueño del 80% de las empresas alemanas del pais, quien era amigo y presuntamente socio de Perón.
- Durante la Segunda Guerra Mundial unas 400 empresas alemanas venían anualmente a establecerse a la Argentina, algunas aparecían y desaparecían súbitamente. La mayoría eran financieras, lo cual hace presumir que eran fachadas para transferir dinero. No obstante no todo el dinero que llegaba se transfería, puesto que las comunidades alemanas operaban para que se quedara en el pais. Según De Nápoli, una de las empresas que poseían los nazis en Latinoamérica era la compañía aérea Lloyd Aéreo Boliviano, perteneciente al grupo Deutsche Lufthansa AG, que dependía del criminal de guerra Hermann Goëring.
- Un dato llamativo que aporta De Nápoli es que el ministro de Agricultura de Hitler durante 9 años fue un porteño llamado Ricardo Walter Darre, a quien él considera como el verdadero ideólogo del Tercer Reich.
LAVADO DE DINERO
La periodista alemana llamada Gaby Weber realizó una investigación sobre el lavado de dinero de los nazis en la Argentina y el rol jugado por la empresa Mercedes Benz durante la segunda presidencia de Perón. El libro de Weber que trata de ése y otros temas acaba de ser publicado bajo el título La conexión alemana.
Dicho trabajo revela la participación del “inseparable ladero de Perón” como ella lo llama, Jorge Antonio, quien funda en 1951 la empresa Mercedes Benz Argentina a partir de un convenio con la Daimler Benz. Jorge Antonio era considerado el “hombre de confianza de los alemanes en el Rio de la Plata”; tan importante fue su rol que en 1950 “sólo cobraba un buen sueldo y en 1955 era dueño o tenía acciones en más de 50 empresas”, según Gaby Weber.
El acuerdo para fundar la Mercedes Benz, de acuerdo con Weber, consistía en que los alemanes reciclarían capital financiero y humano a través de dicha empresa, y agrega: “el dinero enterrado en Suiza es lavado y fluye hacia el balance financiero alemán como ‘ ingreso por exportaciones ‘, en tanto que personajes del nazismo encuentran su lugar en Argentina”. Uno de ellos fue Adolf Eichmann, quien mientras era buscado por todo el mundo por sus crímenes durante el nazismo, trabajaba como operario en Mercedes Benz de Argentina.
Según Weber, los historiadores hablan de que a la Argentina llegaron 50.000 nazis alemanes, 8.000 croatas, y también de otras nacionalidades, si bien para muchos fue, lo mismo que gran parte del oro nazi, sólo un lugar de paso.
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