Abrir la boca y decir “ah” ante el dentista puede ser mejor que hacerlo ante un médico para obtener un diagnostico e incluso puede ser una forma de reducir el riesgo sufrir del estrechamiento de los vasos sanguíneos (atherosclerosis) que puede llevar a paros o ataques cardíacos.
Un nuevo estudio realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia en Nueva York dice tener “la evidencia más directa hasta ahora” de que la prevención de las enfermedades de encías mejoran las probabilidades de evitar problemas vasculares.
Pero aunque el nuevo estudio, que fue publicado en la prestigiosa revista de la American Heart Association - “Circulation”, conecta la microbiología de la infección de encías con el estrechamiento de los vasos sanguíneos, los análisis de encías no forman parte de la rutina de las revisaciones médicas.
La bacteria que causa la inflamación e infección en la boca aparece en cualquier otro lugar del cuerpo y causa problemas, entre ellos los vasos sanguíneos del corazón y el cerebro. Pero aunque las infecciones crónicas de la encía pueden tener mayor impacto sobre la salud del cuerpo, las caries – aunque es muy importante tratarlas y preverlas para no perder dentadura – no afectan.
“Es la evidencia más directa hasta el momento de que las enfermedades de encía pueden llevar a paros o enfermedades cardíacas,” dijo Moise Desvarieux, profesor asistente de epidemiología en la Escuela de Salud Pública de Columbia.
Desvarieux y su equipo demostraron que el estrechamiento de arterias está asociado específicamente con un tipo de bacteria que causa enfermedades dentales y no por ningún otra bacteria. Una explicación posible para esta relación es que la bacteria que causa la enfermedad de encías puede emigrar por el cuerpo con el flujo sanguíneo y estimlar al sistema inmunológico, causando inflamaciones que resultan en la coagulación de las arterias.
LA CARNE ROJA ESTÁ
RELACIONADA CON LA
ARTRITIS REUMÁTICA
El consumo de grandes cantidades de carne roja está relacionado con el aumento de las posibilidades de desarrollar artritis reumática, según un estudio subvencionado por la Campaña de Investigación sobre la Artritis.
La gente que consume grandes cantidades de carne roja, como de vaca o ternero, tienen el doble de riesgo de desarrollar esta enfermedad que aquellos que comen pequeñas cantidades de carne, según un estudio publicado en la edición del mes de diciembre de “Artritis y Reumatismo”.
La unidad de epidemiología de la Campaña de Investigación sobre la Artritis de la Universidad de Manchester estudió los hábitos alimentarios de 25.000 personas entre 45 y 75 años durante cuatro años. Entre estos, encontraron 88 personas diagnosticadas con la enfermedad, y compararon sus dietas con un grupo de control de 176 personas para ver las diferencias de los hábitos alimentarios.
Los investigadores sugieren que hay alguna sustancia en la carne, posiblemente el colágeno, que provoca la respuesta del sistema inmunológico.
El profesor Alan Silman, director de la unidad de epidemiología dijo: “El consumo de carne puede estar ligado a otros aditivos o agentes infecciosos, pero no hay evidencia de cuál de todos sea importante en relación con la artritis reumática.” El consumo rutinario de hamburguesas y bifes puede ser “dañino” para personas con predisposición a esta enfermedad, agregó.
El equipo también halló que la gente que desarrolló la enfermedad era ex fumadores que consumían menos vitamina C; dos factores de riesgo establecidos por la unidad de epidemiología.
Un vocero de la unidad dijo: “Esto provee mayor evidencia de que los factores ambientales pueden ayudar al desarrollo de la artritis reumática.
“A raíz de esta nueva evidencia, sugerimos que como parte de un estilo de vida saludable, la gente disminuya la cantidad de carne roja que consume.
“No queremos que la gente piense que si come cuatro hamburguesas por semana irán a desarrollar la enfermedad de inmediato, porque hay otros factores de riesgo que entran en juego – susceptibilidad genética, fumar, bajo consumo de vitamina C. La carne roja de por si no es peligrosa para la salud, pero debería ser consumida con moderación, como parte de una dieta balanceada y saludable.
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