Cientos de miles de judíos en los Estados Unidos, Europa y, por supuesto, Eretz Israel, cclebraron el sium del décimo primero ciclo del Daf Iomi el día 20 de Adar I. Estas reuniones estaban impregnadas por la sensación de berov am hadras melej, ya que una cantidad sin precedentes de judíos se unió en todo el mundo gracias al Creador “por habernos elegido entre todas las naciones y habernos entregado la Torá.”
Los once ciclos de estudio de más de 2700 páginas del Talmud Bavli, a lo largo de los últimos setenta y siete años, han hecho del Daf Iomi la herencia de todo Klal Israel. Esta conmovedora expresión del hecho de que la Torá pertenece a todos los judíos acompañará el comienzo del décimo segundo ciclo del Daf Iomi, llenándolo del entusiasmo que dará inspiración tanto a los veteranos como a los que recien se embarcan en el primer viaje por el Shas.
Esta resolución extraordinaria de la primer Knesia Guedola de Agudat Israel, presentado ante Am Israel por Harav Meir Shapiro zt”l de Lublin está, una vez más, uniendo a Klal Israel en la celebración de la compleción de la Torá, de la misma manera que unió a Klal Israel día tras día a lo largo de ochenta años. Esta unidad de estandares de estudio es como una cadena irrompible que se levante por sobre excusas como por ejemplo “circumstancias extenuantes” o “el tiempo”.
Incluso en las fabricas de muerte de Auschwitz y Birkenau – incluso ahí en los valles de las sombras mortíferas – el Daf Iomi siguió vivo. Los judíos que conocían su destino amargo, no dejaron de estudiarlo.
Los judíos de todas las edades, de todas las corrientes de la observancia, han participado en el proyecto, estudiando juntos la misma página, la misma masejet, el mismo día – y ahora todos ellos se reunieron para celebrar el Sium HaShas junto a los líderes de la nación judía, Guedolei HaTorá. Muchos más fueron cautivados por el entusiasmo del evento y llegarán a la conclusión de que ellos también deberían unirse al circulo de los participantes del Daf Iomi. El estudio de la Torá es una manera incomparable de sumar meritos al pueblo judío, particularmente cuando tantos la estudian.
Como evento, el Sium HaShas es único entre las naciones del mundo. La verdad es que nada en el mundo se puede comparar con la Torá – ni siquiera todo “el oro y la plata.”
Ninguna otra forma de estudio en el mundo tiene tanto valor; su único valor es lo que puede derivar de ellas en términos prácticos. No sucede lo mismo con la Torá, ya que el propósito es el mismo acto del estudio, la aspiración y la meta verdadera. El mismo acto del estudio de la Torá refina el alma, causando una enorme impresión sobre ella y elevando al hombre por encima de su caparazón material.
El Daf Iomi ha tenido un inmenso impacto sobre la naturaleza del estudio de la Torá. Su marco de trabajo ha alentado a los judíos en todo el mundo, durante décadas, a fijar horarios para el estudio de la Torá. Fue el instrumento que permitió a tantos que estaban parados al lado de las aguas sin fondo de la Torá, a penetrar y descubrir las perlas y gemas que los estaban esperando.
“Da grandeza a los estudiantes del Daf Iomi,” declaró Harav Meir Shapiro en una nota escrita antes del primer sium del Daf Iomi. Nosotros también debemos ver el décimo primer Sium HaShas como un iom hatova deRabbanan. Cientos de miles celebraron la conclusión del Shas, con muchos otros que resolverán formar parte del siguiente ciclo.
“No hay grandeza en otro lugar que no sea la Torá, y nadie que la estudia como Israel; no existe otro mérito como la Torá, y no existen sabios como los de Israel; no hay otro honor como la Torá, y no hay otros estudiosos de ella como en Israel; no hay otra segula como la Torá, y nadie que esté inmerso en ella como Israel; no hay algo tan sagrado como la Torá, y nadie que la eleva como Israel; no existe protección como la de la Torá, y nadie que la apoya como Israel.”
(Hakafos de Simjat Torá)
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