El tiempo pasa y los problemas quedan
Nuevamente elecciones en AMIA para cambiar autoridades
Internas feroces en algunas agrupaciones, indiferencia en otras y conformismo en las demás.
Ya nos referimos en esta columna a la actual conducción, ponderando sus logros y advirtiendo sobre la irresponsable actitud ante la asimilación creciente, no habiendo siquiera tratado el tema y sólo buscando soluciones frívolas como las que proponen conservadores – reformistas, mediante conversiones falsas, circuncisiones falsas, Bar y Bat Mitzva falsos, casamientos y divorcios falsos, nombramiento de seudo rabinos y rabinos falsos, que sólo tienden el puente a la asimilación y al cristianismo.
No se trata de laicos o religiosos, se es judío o no. Judío es quien nació de padres judíos o que adoptó el judaísmo sincera y desinteresadamente, para vivir como judío respetando todos los preceptos.
AMIA viene coqueteando con esos movimientos asimilacionistas, tal vez con buena intención, de sumar a la comunidad a cónyuges no judíos o a hijos de matrimonios mixtos no judíos, pero completamente equivocados y basta con ver los resultados en esas comunidades.
Hay un solo judaísmo que mantuvo, mantiene y mantendrá latente nuestra identidad. Todo tipo de desviaciones o reformas conducen al paganismo y a la asimilación.
Los resultados de las últimas conducciones de AMIA pueden considerarse deficientes. No han logrado conducir a la comunidad en el camino correcto, corregir la deficiente educación judía, que abandonó el conocimiento, y la práctica de la auténtica vida judía que es la única que garantiza nuestra continuidad.
La contienda electoral próxima, será repetición de las anteriores, puja por cargos sin debatir un proyecto a desarrollar.
Sin un proyecto no se puede construir, es necesario tomar plena conciencia de los graves problemas que afectan a toda la comunidad y plantear audazmente soluciones a ejecutar entre todos, debemos motivar la participación de nuestros jóvenes y de todos los miembros de la comunidad, hacerles sentir su responsabilidad y el valor inestimable de su participación.
Debemos abrir el dialogo a todos los sectores y razonar conjuntamente, mediante lo cual hallaremos el camino a corregir errores crónicos, que la inercia no permite alterar.
Debemos entre todos formular un proyecto integral que contemple todas las facetas comunitarias y producir los cambios necesarios parra asegurar la continuidad y recuperar el prestigio perdido y el interés de los mismos integrantes de la comunidad.
AMIA requiere una revisión total, debe redefinirse su actuación en las áreas claves de la comunidad, limitando su actividad a todo lo necesario para el bien comunitario y su continuidad.
Ayuda social – se desarrolla eficientemente, debiendo abarcar mayores sectores comunitarios y emprender una acción eficiente para lograr su auto-financiación.
Sepelios y cementerios – se desarrolla eficientemente debiendo extremar los recaudos para evitar sepelios de no judíos, prohibido por nuestra legislación.
Educación y Vaad Hajinuj – Una asignatura pendiente a la que AMIA no debe desatender como hasta el presente, cayendo de fracaso en fracaso, aún con la asistencia del ministerio de educación de Israel, en el proyecto de “Excelencia Educativa”, que a pesar del enorme gasto ocasionado, fracasó estrepitosamente, sin encontrar responsables, como de costumbre.
Se requiere encarar inmediatamente las funciones y la restructuración del Vaad Hajinuj, para que cumpla la tarea de supervisar los programas educativos y su contenido de judaísmo auténtico mínimo, para formar “judíos” orgullosos y concientes de su condición, identificados con el estado de Israel e interesados en la conducción comunitaria.
Subsidios institucionales – AMIA debe ayudar economicamente a actividades de interés comunitario para afianzar nuestra identidad, no distraer fondos en frivolidades innecesarias. En este rubro debe colaborar en las actividades de “cultura judía” que las instituciones realizan y necesitan ayuda económica o asesoramiento.
Departamento de cultura – ya hemos analizado en esta columna sus actividades, que ocasionan un voluminoso gasto innecesario. Debe ser suprimido de inmediato.
DAIA es la institución creada para combatir el antisemitismo en tiempos de auge de nazismo, su actuación fue totalmente ineficaz, ya que el antisemitismo es producto de la conducta de los judíos. Se convirtió en un órgano político, caldo de cultivo para luchas internas destructivas y disputas por cargos. Debe ser eliminada y reemplazada por un departamento en AMIA, que se ocupe de las relaciones de la comunidad judía con el gobierno nacional y con las actividades internacionales necesarias.
Hemos tratado de “esclarecer”, como fue siempre la intención constructiva de esta columna, sobre algunos de los temas necesarios de reestructurar.
Deben ser analizadas todas las actividades de AMIA y sus obligaciones hacia la comunidad.
De no emprenderse urgentemente una acción responsable se corre el riesgo de un cisma en la comunidad, que ya se planteará en otras ocasiones. Ciertos sectores desconformes con la actual AMIA planean la apertura de una nueva comunidad judía que abarque a todos los sectores de la misma, azkenazi y sefaradí, teniendo como objetivo central proveer la educación judía auténtica gratuita a todos los niveles, al igual que la sepultura judía de acuerdo a la halajá sin costo alguno: no se trata de una utopía, el proyecto será financiado por quienes puedan aportar al mismo voluntariamente, según sus posibilidades.
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