Entre las novedades que se presentaron durante los meses de verano hubo una que llamó poderosamente la atención. Se trata de la asunción por parte del gobierno de Kirchner de la responsabilidad del estado argentino en la denegación de justicia en el juicio por el atentado a la AMIA. Esto significa reconocer la culpa del estado por no haber podido condenar a ningún culpable tras más de 10 años de ocurrido el atentado.
En una reunión llevada a cabo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en Washington, ante representantes de Memoria Activa el pasado 4 de marzo, el gobierno logró evitar una condena por parte de dicho organismo a través de reconocer las fallas del estado que concluyeron en la no resolución de la causa AMIA. A modo de resarcimiento por esa falencia, entonces, ofreció a los demandantes (Memoria Activa) una indemnización económica, tras lo cual y dándose por satisfechos, los mismos retiraron la demanda.
Sirve recordar que en el año 1999 la organización Memoria Activa decidió efectuar una denuncia ante la Comisión de Derechos Humanos de la OEA contra el estado argentino por considerar que el mismo estaba inhabilitado para realizar justicia en el caso AMIA. Las razones que aludían se referían a lo dicho en el discurso del 18 de julio de ese año leido por Laura Ginzberg donde acusaba al “estado argentino” de ser “ la conexión local del atentado”. La frase causó revuelo dentro y fuera de la comunidad. Hubo quienes insinuaron que lo buscado por la agrupación no era que se hiciera justicia sino recibir una importante indemnización. Pero ¿cómo imaginar que lo que buscaban era tan distante de lo que pregonaban en cada discurso?
Muchas cosas sucedieron desde entonces. Entre ellas que el grueso de los familiares nucleados en Memoria Activa en los primeros tiempos se fue distanciando, algunos formaron otras agrupaciones como Familiares y Amigos de las Víctimas, o APEMIA liderada por la propia Laura Ginzberg, o simplemente dejaron de participar en las protestas públicas. Memoria Activa quedó finalmente integrada por sólo dos familiares.
También sucedió que Memoria Activa fue cambiando su discurso y sus posiciones al punto de coincidir con el reciente veredicto de los jueces del Tribunal que declaró inocentes a los acusados de formar parte de la conexión local. Quienes hayan seguido de cerca las manifestaciones públicas de dicha entidad recordarán con qué convicción acusaban a Telleldín de haber armado y provisto la camioneta Traffic con la que se hizo explotar el edificio de Pasteur; incluso le reprochaban al entonces presidente de la DAIA, Dr. Rubén Beraja el señalar a Irán como el autor intelectual del atentado en vez de abocarse a descubrir la conexión local.
Cuando se elevó a juicio la investigación que había dado por resultado la detención de Telleldín y de al menos un segmento de la conexión local, se quejaron de que eso terminaría dando por cerrado el caso AMIA juzgándose sólo una ínfima parte, dejando afuera la conexión internacional y otros colaboradores.
Poco después empezaron a disminuir el nivel de acusaciones contra la que hasta ese momento habían considerado como la peligrosa banda de los policías que sea por dinero o por antisemitismo había participado de aquel acto terrorista. Entonces variaron su postura y empezaron a creer que los imputados eran meros perejiles y que los culpables debían ser los que supuestamente habrían inventado una historia oficial para encubrir vaya uno a saber a quién. De ahí que hayan celebrado el enjuiciamiento del juez Galeano y de todos los investigadores, políticos y dirigentes comunitarios que habían sostenido las hipótesis de cómo habría sido armado el atentado, a saber: que Irán sería el autor intelectual, que el elemento detonante fue una Traffic armada y entregada por Telleldín a quienes habrían operado de conexión local. Y que además habría importantes pistas probatorias de la participación en dicha conexión local de los policías que fueron juzgados y puestos en libertad.
Gran cantidad de versiones se echaron a rodar en estos casi 11 años, provenientes de diferentes fuentes pseudoinvestigativas, tendientes a desarticular ese hilo argumental. Se pretendió imponer la teoría de que no existió Traffic alguna (argumento que usó también la defensa de los policías junto con el de la inexistencia de conexión local alguna), pero la misma resultó totalmente desvirtuada por el propio Tribunal Oral que acusó a Galeano de inventar una historia falsa. El Tribunal corroboró la existencia de la Traffic. No obstante lo cual los mentores de esa teoría y sus pregoneros jamás salieron a reconocer que al menos habían cometido un peligroso error garrafal. No se descarta que otros hayan pretendido imponerla a sabiendas de las desviaciones que provocarían en la causa. Lo mismo ocurre con quienes tratan de armar un camino que exima a Irán de su responsabilidad en el atentado, al pretender dirigir toda la atención hacia una (no imposible ni descartable) participación siria.
En estos días pasados aparecieron dos noticias sobre el tema: en una se acusaba al ex presidente Menem por intentar encubrir a Irán. Y en la otra se informaba de la versión sobre el atentado dada a conocer por el titular de la Unidad de Investigación AMIA del Ministerio de Justicia, Alejandro Rúa. Rúa está entre quienes sostienen que el juez Galeano debe ser llevado a juicio por su actuación en la causa. Como producto del trabajo de investigación de la Unidad que preside, Rúa llegó a construir la siguiente historia sobre el atentado a la AMIA*:
tanto el atentado contra la embajada de Israel como el de la AMIA habrían sido represalias de Irán y Siria contra el gobierno de Menem; más precisamente, se sabía de una situación sospechosa de la embajada de Irán, pais con el cual después del atentado contra la embajada de Israel, Argentina había cortado todo tipo de negociación.
la hipótesis central de cómo fue armado el atentado, es decir, el esqueleto (al margen de las cosas no determinadas), consiste al decir de Rúa en que el mismo se realizó con la camioneta de Telleldín, que es la que explotó.
PREGUNTAS
¿En qué se diferencia la versión de la Unidad AMIA del Ministerio de Justicia de la Nación de la tan cuestionada línea planteada por el juez Galeano, en lo que al esqueleto del atentado se refiere? ¿Si el juez Galeano pretendía inventar una historia a gusto del gobierno de Menem, y si Menem pretendía encubrir la participación de Irán, por qué Galeano apuntó desde un comienzo a la participación de Irán como autor ideológico del atentado y dispuso la captura internacional de 14 imputados iraníes?
¿Qué línea de acción tomará el gobierno respecto a las prometidas indemnizaciones a los familiares de las víctimas del atentado contra la AMIA: resarcirá a todos por igual o sólo al ínfimo número perteneciente a Memoria Activa? ¿Qué sucederá con los familiares de las víctimas del atentado contra la embajada de Israel: se les reconocerá también el derecho a ser indemnizados?
¿Qué sucederá con Memoria Activa de aquí en más: seguirá reclamando justicia para todos los culpables pese a las indemnizaciones recibidas?
¿Habrá justicia alguna vez para los muertos de la AMIA y de la embajada de Israel?
*Extraído del diario La Nación; 26/2/05. Reportaje realizado por Gabriel Sued.
|
|
|