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Sorprende comprobar la desidia con que es tratado todavía en casi todos los paises de Europa y América un fenómeno tan probadamente peligroso y altamente destructivo como es el terrorismo islámico. Ni qué decir de nuestro pais, que aun habiendo sido en dos oportunidades el blanco de dicho flagelo, no parece haber tomado debida conciencia de ello. El atentado contra la embajada de Israel parece haber quedado sepultado en el olvido, e igual destino correrá seguramente el de AMIA-DAIA a partir de la reciente sentencia absolutoria de los imputados en dicha causa, que puso un broche final a diez años de recolección de pruebas incriminatorias en contra de los terroristas internacionales y sus secuaces locales.
Es preocupante ver cómo siguen circulando teorías descabelladas y tendenciosas acerca de presuntos inocentes y culpables en lo que hace a la conexión local y al “cerebro” internacional que planificó ambos atentados. En particular algunos medios periodísticos por razones que nunca conoceremos del todo, toman partido a favor de la causa palestina y en contra de Israel, son acérrimos enemigos de los EE.UU. y casi justifican los actos del terrorismo islámico en el mundo, fundándose en la teoría de los pueblos desesperados por estar excluidos del Primer Mundo. Craso error, como veremos con el material presentado a continuación. Inocencia...ignorancia...o intereses creados?
A fin de arrojar algo más de luz sobre el tema del Fundamentalismo Islámico y de sus actos de terrorismo, uno de cuyos brazos nos alcanzó en 1992 y en 1994, tomaré algunas opiniones de dos figuras de renombre: uno es el experto en Terrorismo, Prof. Jonathan Fine, autor de varios trabajos y docente en Universidades de distintos paises del mundo, y el otro es el Prof. Jaim Harari, ex Presidente del Instituto Weizmann de Ciencia. Ambos son israelíes.
FUNDAMENTALISMO
ISLÁMICO Y TERRORISMO
El Prof. Fine realiza un análisis tanto del tema de los distintos tipos de terrorismo del siglo 20 en adelante como del Islam, marcando un contraste absoluto entre todas las formas de terrorismo llevadas a cabo por movimientos revolucionarios de liberación nacional, tales como la guerrilla cubana de los años 50, el IRA, la guerrilla colombiana y de otros paises latinoamericanos, la ETA, etc., y el terrorismo fundamentalista islámico. Considera que el punto de inflexión entre ambas formas de terrorismo, que al mismo tiempo deviene de una reinterpretación de las fuentes del islamismo, se produce en Irán a partir de la era del Ayatollah Komeini. La religión se hace fundamentalista y se impone como meta doblegar a todo aquel que caiga por fuera de sus márgenes, considerándolos herejes. El enemigo central, para esta concepción, lo constituye el eje formado por los judíos y la civilización occidental, a quienes dada la imposibilidad de convertirlos al Islam, hay que destruir.
El fanatismo fundamentalista puesto en evidencia en la forma más extrema de ataque contra el blanco seleccionado para su destrucción, la del suicida que se inmola, o incluso algunas prácticas sacrificiales que realizan estos grupos y que son francamente primitivas y semejantes a los ritos satánicos, probarían que no existe con quienes lo practican ninguna via de comunicación a nivel racional. Fine considera que la solución al conflicto entre Israel y los palestinos no es militar sino política, y cree que sí existen en el seno del pueblo palestino quienes aspiran a una solución pacífica y no acuerdan con la idiosincrasia del fundamentalismo ni con sus acciones terroristas, más allá del temor a expresarlo públicamente por las terribles represalias de que pueden ser objeto.
En síntesis: no es nada fácil volver atrás este fenómeno que se extiende dia a dia, pero Occidente debería ir creando sus propios anticuerpos en una campaña en la que deberían participar en forma unificada todos los estados que lo integran.
El Prof. Harari, por su parte, considera un error creer que Israel es el centro del problema de toda la región que abarca desde Pakistán hasta Marruecos y en la que habita una población mayoritaria de árabes y musulmanes. Cree en cambio que la raiz del problema es que todo el frente musulmán no funciona, tal como lo prueban los conflictos internos de la mayor parte de los paises que lo componen: millones de muertes en la pasada guerra entre Irán e Irak; la actual masacre llevada a cabo por el gobierno árabe musulmán de Sudán contra ciudadanos negros cristianos; los cientos de asesinatos de ciudadanos a manos de compatriotas argelinos; la invasión a Kuwait por Sadam Hussein, la amenaza sobre Arabia Saudita y el descuartizamiento de sus propios ciudadanos durante su extensa dictadura, etc.
La Liga Arabe, formada por 22 paises, con una población de 300 millones de habitantes, tiene un mísero P.B.I. y existe una enorme brecha entre ricos y pobres, el grado de corrupción es enorme, la situación social de las mujeres es deplorable y el respeto por los derechos humanos también lo es. Hace 30 años esa zona era considerada la segunda en el mundo por sus riquezas. Y en algún momento histórico fue una de las más avanzadas culturalmente en el mundo. Actualmente el desarrollo cultural es pobrísimo, mientras que por contraste es enorme el grado de desinformación sobre la realidad propia y ajena, lo cual facilita echar la culpa de todos sus padecimientos a los enemigos norteamericanos o sionistas.
Todo esto es un caldo de cultivo sin precedentes para el dominio de crueles dictaduras, redes de terrorismo, fanatismo, incitación a asesinos suicidas y deterioro social.
Harari denomina al conflicto mundial actual sucitado por este fenómeno la tercera guerra mundial no declarada. La misma tendría cuatro componentes: 1) el terrorismo suicida, que por desgracia, se ha popularizado en los últimos tiempos. Su mayor poder reside menos en la cantidad de asesinatos (muere mucho más gente en terremotos, accidentes automovilísticos o guerras civiles que en atentados suicidas) que en el efecto psicológico que provoca la comprobación de que no existe ningún método de prevención ni sistema de defensa eficaz contra esa arma mortífera. No hay forma de ganar esto que es una guerra. ¿Qué hay detrás de un terrorista suicida? Dinero, fuerza e incitación al asesinato a sangre fría.
Ningún predicador religioso musulmán se inmoló jamás, ningún hijo de un líder político o religioso árabe lo ha hecho, ningún miembro de las clases altas: por lo tanto, concluye Harari, no se trata de creencias religiosas y fanáticas. Los suicidas son mujeres discriminadas por la sociedad, niños inocentes, deficientes mentales y jóvenes exaltados por sus líderes. Hay promesas de placeres sexuales en el más allá, y sus familias reciben por el “acto sublime” en el que han muerto suficientes seres humanos, generosas sumas de dinero.
No hay relación entre el terororismo y la pobreza o la desesperanza: en diferentes culturas, paises y continentes, existen muchas personas desesperanzadas. Pero la desesperanza no provee explosivos, sistemas de vigilancia y traslados.
El terrorista suicida es simplemente un arma amenazante y despiadada del terrorismo cruel, inhumano y cínico y ampliamente financiado que no valora la vida humana (incluida la de sus compatriotas) en tanto que sí valora su propia fortuna, su bienestar y su sed de poder.
2)el segundo componente es la mentira. Y en esto se asocia la prensa internacional por ingenuidad, ignorancia o complicidad. Los discursos de los líderes árabes hechos para el público en general, y en inglés, repudiando acciones terroristas, son diametralmente opuestos a lo que expresan en árabe para sus compatriotas, incitándolos a la violencia y distorsionando la realidad. Un terrorista asesino es llamado “santo” por los líderes árabes en tanto que la prensa europea lo califica de “activista”; al “jefe operativo” lo llaman “líder religioso”. Estos calificativos son mucho más peligrosos de lo que se puede creer puesto que proveen la base emocional para justificar actos terribles. Goebbels dijo: “si se repite una mentira muchas veces las personas terminarán aceptándola como verdad”.
3) el otro componente es el dinero. Grandes sumas que en lugar de solucionar los problemas sociales y económicos que padece esa parte del mundo son derivadas hacia el asesinato en tres niveles:
a)financian viajes, explosivos, refugios, etc. para los terroristas.
b)Los colaboradores directos, planificadores, jefes y predicadores, se mantienen muy bien de la infraestructura terrorista.
c)Las organizaciones seudo-religiosas, educativas y de bienestar social, que realizan ciertas tareas caritativas, reparten alimentos y facilitan el acceso a la educación al tiempo que siembran el odio en las nuevas generaciones lavándoles el cerebro. Ellas funcionan en mezquitas, academias y círculos religiosos.
Los paises que protegen a toda esta red son básicamente Irán y Siria. Hasta hace poco Irak y Libia y algunos paises comunistas. La Autonomía Palestina también brinda protección a estos mercaderes de la muerte. Por su parte, quienes financian la organización son Arabia Saudita, comunidades musulmanas norteamericanas y europeas, y en menor medida, donaciones de la ONU y otras ONGs, cuyos objetivos pueden ser loables, pero terminan en manos de agentes que emplean ese dinero para hacer el mal.
4) el cuarto componente del conflicto actual es la violación absoluta de todas las normas. El mundo civilizado cree en la democracia, el estado de derecho, el derecho internacional, los derechos humanos, la libertad de expresión, la libertad de prensa, etc. ¿Cómo enfrentar desde allí a quienes envían niños a tirar piedras mientras ellos se esconden detrás y disparan con armas de fuego?, o se ocultan en una iglesia y toman rehenes a los sacerdotes, o se refugian en un hospital de enfermos mentales y disparan desde allí? Lo primero que se debe hacer es neutralizar a los regímenes terroristas y hacer que ningún gobierno les ofrezca asilo político.
EL ROL DE IRAN
De acuerdo con el Prof. Harari la amenaza número uno es Irán y su gobierno. Ellos aspiran a apoderarse de grandes territorios y expandirse en varias direcciones. Su ideología alega superioridad sobre la cultura occidental, son capaces (lo han demostrado) de llevar a cabo acciones terroristas complejas sin dejar huellas, usando como base sus embajadas y está claro que están intentando desarrollar armamento nuclear.
Irán financia el terrorismo sirio; se sabe con certeza que está detrás de la mayoría de las acciones terroristas en Irak; financia completamente al Hezbollah y a través de ella al Hamas y la Jihad Islámica; lleva a cabo atentados tanto en Europa como en Sudamérica, entre otros, y se encuentra al frente de un grupo terrorista internacional que incluye como participante secundario a Siria, Líbano y algunos elementos chiitas en Irak.
La mayoría de los paises de Europa tienen lazos comerciales con Irán y se niegan a ver estas señales tan claras.
Para triunfar en esta guerra, concluye Harari, se necesita agotar todos los pozos financieros de las corporaciones terroristas.
De nada sirve tratar de entender las sutiles diferencias entre el terrorismo sunita de Al Qaeda y Hamas y el terrorismo chiita de Hezbollah. Cuando la acción sirve a sus intereses, todos cooperan entre si.
Es importante actuar con firmeza contra la campaña de mentiras y demonización y hacer un seguimiento de los medios de comunicación occidentales que por ingenuidad, intereses económicos o ignorancia, colaboran con ellos.
El Prof. Harari finaliza diciendo: por sobre todas las cosas, no hay que rendirse ante el terrorismo.
CONCLUSIÓN
No caben dudas de cuál debería ser el foco de nuestra atención. El fundamentalismo terrorista nos ha seleccionado entre sus primeras víctimas, aunque no seamos las únicas, y es crucial seguir de cerca tanto el tratamiento de este tema por la prensa local e internacional como así también las políticas de estado en relación a este flagelo mundial.
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