La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires está invitando a un acto en Homenaje a la Memoria de Don Gregorio Fainguersch z´l que se realizará el 1º de diciembre a las 11 horas en el Bar Le Pedir, de Sarmiento 2199.
Don Gregorio Fainguersch z´l se merece todo tipo de homenajes, pero la que comentamos más arriba se merece una explicación.
Don Gregorio vivía con su mujer, la señora Ester Jasper, en uno de los departamento del edificio de la esquina de Sarmiento y José Evaristo Uriburú y el bar de la plata baja se fue convirtiendo en un punto de reunión semanal en el cual junto a ellos se sentaban a charlar de la realidad comunitaria, tanto nacional cómo comunitaria, azkanim amigos de la pareja, funcionarios e intelectuales, convirtiéndolas en mucho más que una charla de café. Tan es así que cuando alguno de ellos no podía concurrir en alguna oportunidad lo avisaba con anticipación.
Los contertulios comenzaron a considerarse miembros de una peña, y así se conoció en el resto de la comunidad a este grupo, la Peña del café se Sarmiento y Uriburú.
Don Gregorio además utilizaba ese bar para encontrarse con dirigentes comunitarios que permanentemente lo consultaban sobre problemas que debían resolver. Algunos lo hacían abiertamente, pidiéndole una entrevista, mientras que otros iban la café como si fuera por casualidad, y al encontrarlo se sentaban con él a tomar un café y entonces – como si fuera una simple charla – le hacían las preguntas o le comunicaban alguna decisión.
En esas mesas, entre los posillos de café, se solucionaron más de un álgido problema comunitario, y seguramente también se deben de haber decidido más de una candidatura a algún cargo comunitario.
Luego del fallecimiento de Don Gregorio, los miembros de la Peña continuaron reuniéndose semanalmente en el Bar Le Petit, y uno de ellos, Jaime Mauricio Jacubovich tuvo la idea de denominar a esa esquina con el nombre de Gregorio Fainguersch. Muchos estuvieron de acuerdo, entre ellos el dueño del bar, pero hacía falta la aprobación de las autoridades pertinentes y Don Jaime asumió la tarea de lograrla.
La invitación de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es la demostración que lo logró.
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