Las vitaminas antioxidantes pueden ayudar – o dañar – a las mujeres ancianas con diabetes, depende de la presencia de cierta proteína en su sangre, según investigadores en el Instituto de Tecnología Technion de Israel. El posible culpable es la haptoglobina-2, que aumenta el riesgo de estrechar las arterias si reciben las vitaminas antioxidantes C y E, que irónicamente han sido promovidas como benéficas para la salud cardiaca, entre otras cosas. A cambio, las mujeres diabéticas post-menopáusicas que tienen la misma proteína, parecen tener menos riesgo de estrechamiento de arterias cuando toman vitaminas antioxidantes. “Está por aparecer un análisis nuevo que identifica que tipo de haptoglobina tiene cada uno,” dice el Dr. Andrew Levy de la Facultad de Medicina de Rappaport de Haifa. El análisis costará unos U$S 100 y se hará una sola vez en la vid, según Levy, que dice que se está planeando un estudio más extenso sobre la eficacia de las vitaminas antioxidantes, del cual participarán hombres y mujeres. Se trata de un tema importante porque la diabetes en adultos afecta al 15 por ciento de las personas norteamericanas mayores.
|
|
|