Eran sólo “23 almas, pequeños y grandes,” exhaustos después de sobrevivir a tormentas y piratas en altamar.
Estas palabras describen a los primeros judíos de Norteamérica, que escaparon de las persecuciones en Brasil navegando en aguas desconocidas. Fueron capturados por piratas en el caribe antes de que un barco francés los rescató y los llevó a lo que hoy en día es nueva York.
Aquel día de septiembre de 1654, nació la historia judía en Norteamérica. Un documento del 7 de septiembre de 1654 menciona a los 23 hombres, mujeres y niños que salieron de la Santa Catarina.
Durante los siguientes meses a lo largo y ancho de los Estados Unidos, que ahora cuenta con unos seis millones de ciudadanos judíos, se celebrará el 350ª aniversario de la llegada de los refugiados. Se harán lecturas, exhibiciones y reuniones.
Una organización de Nueva York llamada Celebrar 350, centraliza y coordina las distintas actividades que se llevarán a cabo con motivo del aniversario.
Luego de meses en altamar, la pequeña comunidad judía llegó justo antes de Rosh HaShana, y estuvieron a merced de los holandeses que gobernaban Nueva Amsterdam sobre el río Hudson. El gobernador holandés Peter Stuyvesant vio a los refugiados judíos como “muy repugnantes”. Aún así, los 23 demandaron quedarse. No tenían otra alternativa.
“El gobernador dijo que si los judíos se enfermaban o tenían alguna necesidad, se iban a tener que ocuparse de sí mismos,” dijo Rabí Marc Angel, líder espiritual actual de la congregación de Sheerit Israel, que fue fundada hace 350 años.
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