“...HOY DE CADA DOS MATRIMONIOS [DE
JUDÍOS] QUE HAY EN LA CAPITAL FEDERAL, UNO DE ELLOS ES UN MATRIMONIO MIXTO
El presidente de la AMIA, licenciado Abraham Kaul, en las intervenciones que realizó en los tres brindis comunitarios que comentamos en otra nota expreso conceptos sumamente importantes sobre el futuro de la comunidad judía argentina.
De acuerdo a lo que pudimos averiguar, de similar tenor fueron sus palabras en las salutaciones que dio durante los Iamim Noraim en diversos templos de la Capital Federal.
Sus palabras fueron una especie de Jeshbon a Nefesh de la tarea desarrollada al frente de la AMIA pues hacía notar que la conducción que lidera está comenzando a despedirse, ya que en abril venidero los socios de la Kehila deben elegir las autoridades que la regirán a partir del mes de mayo.
Hablo de éxitos en la gestión, por ejemplo que la AMIA soluciono su problema económico, que brindo y brinda ayuda a más de treinta mil judíos como consecuencia de la crisis económica del país, de la cantidad de actos culturales que se llevan a cabo, del aumento de la matricula en las escuelas judías en el año 2003 y 2004.
Pero también se refirió a fracasos, uno la lucha contra la asimilación y otro no haber podido lograr vencer la impunidad en la investigación del atentado a la AMIA.
Sobre el primero de estos temas afirmó, textualmente, lo siguiente: “…hoy de cada dos matrimonios [de judíos] que hay en la Capital Federal, uno de ellos es un matrimonio mixto, de cada dos uno es mixto. En el interior del país el 75% son matrimonios mixtos y dije claramente que el único lugar del mundo que puede garantizar una continuidad de vida judía es Eretz Israel, esto lo digo en serio, lo digo de corazón y lo digo con dolor, con el dolor que yo les puedo decir que ni siquiera mis propias hijas puedo asegurar que no se van a casar con no judíos, porque ésta es la gola”.
Si bien es cierto que desde nuestras páginas, en forma permanente, nos referimos a esta realidad y que por lo tanto lo expresado por el presidente de la AMIA no es nuevo para nuestros lectores, debemos reconocer la franqueza y coraje del licenciado Abraham Kaul de reconocerlo.
Estamos convencidos que lo que tan bien describió el presidente de la Kehila es el resultado de diversos factores, en los cuales tiene una gran importancia el tipo de educación brindada durante décadas por las escuelas judías no ráigales de nuestro medio. La educación judía secular, a la cual tanto halagaban los dirigentes en el pasado – y en algunos casos siguen haciéndolo – no asegura la continuidad de la vida judía, pues su centros de atención no son los que permitieron la existencia del Pueblo Judío a través de milenios.
Hoy se está pagando el precio de enseñar Torá como historia y literatura, convirtiéndola en una materia más de la currícula; el no respetar kashrut, Shabat y los Jaguim y la cantidad de casamientos mixtos son el resultado de haber intentado secularizar el judaísmo.
Deseamos que las palabras del licenciado Kaul sean tomadas en cuenta por la dirigencia comunitaria, y que de una vez por todas actúen en consecuencia, como lo hacen las instituciones ráigales
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