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Mientras escribo esta columna, existe la posibilidad de un cambio dramático en el gobierno israelí, pero, como sabemos, los cambios son posibles en ambas direcciones.
Los hechos vergonzosos descubiertos en el partido Shinui causaron una perdida de prestigio en el partido. No podemos recordar que algo así haya ocurrido en el pasado. Cada mañana cuando leemos los diarios, aprendemos más detalles sobre la guerra entre uno de sus dirigentes, Iosef Paritzky, y el líder del partido, Abraham Poraz. También hay otros informes en la prensa acerca de la corrupción en dicho partido.
El Fiscal General dio instrucciones de abrir una investigación criminal para determinar si Paritzky infringió la ley sobre temas éticos que debe cumplir una figura pública.
El capítulo de Paritzky salió a la luz y la policía recibió órdenes de investigar a la Empresa Eléctrica de Israel, cuyo investigador privado estuvo involucrado con Paritzky en su deseo de bajar a Poraz. Parecería ser que hay mucho por investigar.
Como he mencionado anteriormente, nunca antes hubo un escándalo parecido en el gobierno israelí. ¿Qué partido está involucrado? De todos los partidos, fue Shinui, cuya propaganda siempre remarcó su política limpia y cuya propuesta principal está en contra de la “deshonestidad” de los jareidim, y especialmente de Shas. Shinui siempre uso esto como excusa para negarse a sentarse junto a Shas en la coalición.
Este escándalo hizo que el ministro Paritzky sea removido de su puesto. Sharon, que ya no tiene mayoría, se encuentra con un voto menos en la Knesset. Por eso la situación se ha modificado. Le dijo a Shinui: Han sido buenos compañeros, pero no tengo mayoría y no puedo seguir con la política de bloqueo hacia Judaísmo Unido de Torah y Shas, que tiene Shinui. Invitó a Judaísmo Unido de Torah a comenzar las negociaciones para sumarse a la coalición.
Judaísmo Unido de Torah actuará según las órdenes del Consejo de Sabios de la Torah. Naturalmente pedirán que se anulen todos los decretos antirreligiosos y pedirán puestos de ministros.
Recientemente Sharon dijo que le gustaría tener al Yiddishkeit de nuevo en el gobierno. Naturalmente, si Shinui no está en el gobierno, y los decretos son anulados, hay una posibilidad – diría una gran posibilidad – de una nueva coalición entre el Likud, el Partido Laboral, Shas y Judaísmo Unido de Torah.
Desde que Shinui se unió a la coalición con el Likud, y comenzaron a aparecer decretos día tras día con el objetivo de borrar el Yiddishkeit, muchas veces he escrito, que al mirar la historia de nuestra Tierra Santa, podemos ver que todos los partidos, o los miembros de todos los partidos, que llegaron al poder y intentaron aplicar una política antirreligiosa, cayeron de manera dramática y perdieron su poder.
Esperemos que ahora venga una luz para iluminar nuestras vidas.
Por experiencia puedo decir: Tened paciencia; ¡tened paciencia! Esperemos hasta ver qué surge de este cambio dramático.
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