Hace varios años los judíos religiosos sefaradi organizaron su propio partido político llamado “Shas”. De elección a elección el número de miembros en la Knesset del partido creció, hasta que lograron obtener 17 asientos en la Knesset anterior.
Los líderes de Shas utilizaron su poder político para fortalecer a las instituciones religiosas sefaradí, y lograron establecer su propia red de escuelas y jardines de Torá.
Los judíos seculares miraron con celos y odio hacia todo lo que tiene que ver con la judería religiosa. Estaba celosos del éxito de Shas.
Los elementos seculares también vieron en Shas un poder que le quitaba votos a los partidos seculares. Esto era porque los miembros sefaradi de los partidos seculares preferían dar sus votos a Shas, que era un partido completamente sefaradi.
El partido secular de Shinui era tan antirreligioso que su propuesta principal era ir en contra de los jareidim y especialmente contra Shas, a quien acusó de deshonestidad. Shinui declaró que estaba dispuesta a formar coalición con cualquier partido menos Shas. Shinui tuvo mucho éxito con su propaganda antirreligiosa y recibió 15 bancas en la Knesset en las últimas elecciones. Por otro lado, Shas que tenía 17 bancas en el parlamento durante las elecciones anteriores, bajó a 11 en la última. Shinui aceptó unirse al presente gobierno con la condición de que Shas no esté.
De pronto el miércoles 7 de julio por la noche, se dio a conocer algo que nunca antes había sucedido en la historia israelí se hizo público.
Hubo un asombroso informe en la radio que incluyó el registro de una conversación, que se llevó a cabo hace dos años, entre Iosef Itzjak Paritzky del partido Shinui y un investigador privado que trabajaba para la compañía eléctrica de Israel.
En aquel entonces el ministro del interior Avraham Poraz, también de Shinui, era presidente del Comité Económico de la Knesset. Estaba intentando pasar una ley que ponía fin a la práctica de dar un servicio eléctrico gratis a los empleados de la empresa. La empresa estaba tratando de evitar que Poraz pase esa ley.
Antes de las elecciones internas de Shinui hace dos años, el investigador de la empresa eléctrica se acercó al rival político de Poraz, Paritzky, quien le dijo al investigador: Tenemos que fabricar cargos en su contra (de Poraz). Quiero atraparlo y deshacerme de él. Rápido. Las elecciones se están acercando. Hay una guerra entre nosotros.
En la complicada y turbulenta historia de la Knesset en Israel, nunca antes hubo un escándalo de esta magnitud. Y ¿qué partido está involucrado? De todos los partidos, fue Shinui, que exalta sus políticas limpias y cuya principal propuesta es ir en contra de las políticas “sucias” de los jareidim, y especialmente de Shas.
Diría que el liderazgo de Shinui debería pedirle perdón a la judería ortodoxa en general, y a Shas particularmente. Esto es lo que Shinui debe hacer después de esta revelación de que un líder del partido actuó de esta manera, intentando incriminar falsamente a otro miembro.
Estoy seguro que esto no será perdonado.
Menahem Porush: Ex-miembro de la Kneset
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