El presente artículo fue publicado por LA VOZ JUDIA, en la edición Nº 46 de Julio del año 1986. Dado lo interesante del artículo y la actualidad que reviste, lo podemos a disposición del lector
Los judíos de Inglaterra están conmocionados o tal vez no, quizás ya se acostumbraron a este tipo de acontecimientos, porque se supo antes de Pésaj que el bisnieto del notable judío Moshe Montefiore fue designado no solo obispo de Londres sino miembro de la Cámara de los Lores. Los integrantes de la familia del “obispo Montefiore”, considerados entre los más importantes judíos de la Kehilá Sefaradí de Londres, se negaron a referirse a lo que la prensa local definió como “un acontecimiento eclesiástico de enorme trascendencia”, ya que es la primera vez en la historia de Inglaterra que un judío que se ha convertido a cristianismo, es designado obispo de Inglaterra. Hasta ahora hubo ya en Gran Bretaña obispos convertidos, pero ellos fueron consagrados por el Estado, mientras que el obispo Montefiore fue directamente designado por la Iglesia.
Y así, luego de 100 años o más, después que el abuelo, el notable Moshé Montefiore, consagró gran parte de su vida a los judíos, a la salvación del judaísmo, irrumpe su nieto y se convierte bajo la cruz, y predica a todo el que puede sobre el Cristianismo. Imagen triste para la importante familia británica, si recordamos que hace apenas algunos años se desempeñó el padre del obispo Charles Montefiore como presidente del Gran Templo Sefaradí de Londres. En el ocaso de su vida, cuando fue creado el Estado de Israel, se conmovió el padre de Charles, cuando se reunió con el primer embajador israelí y le entregó las llaves de su gran mansión de Londres: “Yo ofrezco mi casa a la Nación de Israel, para que sirva de morada a la Embajada”, función que cumple desde aquel entonces. El obispo Montefiore recuerda esa casa desde la infancia. Allí nació y creció, hasta los 16 año, cuando decidió convertirse al Cristianismo, ocasionándole gran pesar a su ramificada familia.
Años más tarde serían castigados sus padres por el pecado de enviar a su hijo a la escuela cristiana “Rugby”, ahí no sólo practicaron este conocido juego, sino que fueron educados en un espíritu conservador.
“Estaba sentado uno de esos días en el aula, sabía que era judío, pero conocía muy poco sobre judaísmo. Me hicieron la fiesta del Bar-Mitzva, bellísima, de acuerdo a los preceptos, me puse los “tefilin” y subí a leer la Torá”. Contaría años más tarde el obispo, que tiene ahora 64 años. Pero no poseía sólidos fundamentos sobre el judaísmo y el camino hacia la conversión cristiana fue corto.
Poco a poco comenzó a escalar los peldaños del sacerdocio. Cuando le preguntan con el ceño fruncido: Montefiore, ¿Tiene Ud. relación con el notable Moshé Montefiore? Alusión delicada a su pasado judío, el obispo responde afirmativamente. Pero los judíos de Londres ven en él otro ejemplo más de un descendiente de una “familia aristocrática” que “se liberó del yugo” y accedió al Cristianismo. Lo mismo sucedió con los nietos de Hertzl, los Rothschild, y también los Montefiore. Es éste otro caso de una familia judía que quiso adecuarse a la sociedad inglesa y su precio fue, un nieto converso.
El obispo Montefiore, se sentó este año, para Pésaj, en la Cámara de los Lores, y lució su anillo con el símbolo de su abuelo, el notable Moshé Montefiore, con las palabras hebreas “El estandarte de Jerusalém.” Montefiore, el bisnieto, promete visitar en breve Jerusalém. En Londres dicen, en la Kehilá, que no hay duda que habrá alguien en el municipio de Jerusalém que se alegrará de recibirlo. Acá en Inglaterra este hombre se convirtió en el símbolo de la desintegración judía de toda una generación.
“Erev Shabat”, Israel
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