Científicos británicos han descubierto por qué una dieta rica en vegetales verdes ayuda a evitar el cáncer.
Los químicos producidos por vegetales como el repollo, repollo de Bruselas, cuando picadas, procesadas, cocidas, masticadas y digeridas mata las células del cáncer, y detiene su proliferación infinita. La protección se genera gracias a unos químicos que son los que le dan a las verduras el leve sabor amargo que tienen.
El mecanismo anti cáncer es el mismo que tienen algunas drogas modernas, según Ian Johnson, jefe del equipo de investigación del Instituto de Investigación de Alimentos, responsable de este descubrimiento.
El estudio, publicado en Carcinogenesis, demuestra que una sustancia llamada “sinigrin” que se halla en la familia de los coles, se convierte al procesar o comerlo en allyl-isotiocianato.
“Encontramos en los experimentos del laboratorio que esta sustancia interrumpe la división de las células de cáncer de colon,” dijo el profesor Johnson. “En lugar de seguir dividiéndose sin fin, las células flotan libremente hasta que ocurre la apóptosis - el proceso de suicidio de las células.”
Las células normales se suicidan cuando llegan al final de sus ciclos vitales. Pero cuando este proceso no se desarrolla correctamente, el resultado es un tumor. Uno de los objetivos de los científicos es buscar maneras de restaurar el comportamiento normal de las células, y parecería ser que esta sustancia lo hace.
El hecho que una dieta rica en frutas y verduras pueda reducir el riesgo de contraer cáncer ya es conocido de estudios anteriores, que demostraron que el comer muchas cantidad de verduras puede reducir el riesgo. Pero cómo funcionaba exactamente, hasta ahora era un dato desconocido.
“No es una cura milagrosa para el cáncer, pero demuestra que una dieta preventiva puede ser utilizada de la misma manera que una droga,” dijo el profesor Johnson.
“Hace años que sabemos que los derivados del sinigrin destruye células cancerígenas. Pero al descubrir una parte del proceso que hasta el momento era desconocida, esperamos demostrar lo importante que puede ser la dieta en la generación de defensas contra el cáncer.” Cuánto menor sea el tiempo de cocción y se utilice la menor cantidad de agua para preparar los vegetales, mayor será el efecto preventivo, dijo. Recomienda comer coles dos o tres veces por semana, para obtener dicho beneficio.
Agregó que los descubrimientos ayudarían a aclarar cómo se deben comer ciertos vegetales, y también pueden servir para desarrollar vegetales que tengan alto poder preventivo. Una de las preocupaciones es que al intentar desarrollar versiones más sabrosas del brocoli, estarían quitando el sinigrin que desarrollan las plantas para defenderse de los insectos.
La investigación fue publicada al comienzo de la Semana de Prevención del Cáncer, organizada por El Fondo Mundial de Investigación del Cáncer (FMIC). El fondo ha anunciado planes para investigar el impacto mundial de esta dieta.
La última vez que publicó un informe de este tipo, en 1997, se desató un debate ya que denunciaba que el consumo de carne roja aumentaba el riesgo de contraer cáncer de colon. Esta denuncia nunca fue aceptada por la mayoría de los especialistas en cáncer, que dicen que los datos son confusos ya que los consumidores de carne no comen tantas verduras verdes, entonces no se trata de la cantidad de carne que comen, sino del hecho que no comen verduras.
Elaine Stone, del FMIC, dijo que apoya la recomendación del año 1997, según la cual la gente debería comer menos carne roja. Pero el nuevo estudio arroja una nueva luz sobre el tema.
Esta actitud permitirá comparar la información obtenida en 10.000 estudios diferentes relacionados con la dieta, el cáncer y el ejercicio, que luego serán evaluados para su publicación en el año 2006.
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