El Papa Juan Pablo II ha condenado el antisemitismo en un mensaje leído en la sinagoga central de Roma, donde el póntice hizo historia con su visita en el año 1986.
El póntice envió dos cardenales de alto rango a la ceremonia que conmemoraba los cien años de la sinagoga
En el mes de abril, un alto oficial del Vaticano dijo que Juan Pablo había rechazado la invitación de la comunidad judía de participar del evento porque no quería quitarle importancia a su “única e histórica” visita de hace dos décadas, la primer visita de un Papa en una sinagoga.
Hubo un gran operativo de seguridad alrededor del evento en la sinagoga, cuya cúpula domina el barrio del viejo Ghetto de Roma; hogar de una de las comunidades judías que más continuidad tiene.
En 1982, terroristas árabes atacaron la sinagoga, matando a un niño de 2 años e hiriendo a 36 personas.
El cardenal Camillo Ruini, presidente de la conferencia de obispos italianos y vicario papal de Roma, leyó el mensaje del Papa, que dijo que su visita de 1986 “permanece grabada en mi memoria y en mi corazón como un símbolo” del mejoramiento de las relaciones entre los judíos y la iglesia católica.
“La iglesia ha reafirmado de una manera clara y definitiva su postura en contra del antisemitismo en todas sus expresiones,” dijo el póntice. Su mensaje se refirió a la declaración del Segundo Concejo del Vaticano durante los años 60 del siglo pasado.
Pero “la condena de toda hostilidad contra el pueblo judío, que a menudo caracterizó la historia, no es suficiente,” dijo el mensaje. “Necesitamos también desarrollar la amistad, la estima y las relaciones de hermandad” con los judíos.
Unas horas antes de este evento, los líderes judíos europeos se reunieron en Hungría para decir que el antisemitismo estaba aumentando.
Acompañando a Ruini estaba el cardenal Walter Kasper, jefe de la oficina de relaciones con judíos del Vaticano.
Otros invitados fueron los rabinos principales de Israel, el embajador israelí el Italia, un ayudante de alto rango del primer ministro Silvio Berlusconi y un representante de las comunidades musulmanas en Italia.
Juan Pablo recordó a los 2.091 judíos que fueron acorralados en el barrio cuando la ciudad fue ocupada por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, y fueron enviados a campos de concentración nazis.
Unos 13.000 judíos viven hoy en día en Roma, una ciudad con una población de 2,7 millones de habitantes.
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