Hace cien años, el 28 de junio de 1904, un barco de inmigrantes, el SS Norge, se hundió frente a las costas de Escocia en su ruta a Nueva York. Las 635 vidas que habían abordo se perdieron, entre ellos 200 judíos. Sólo 35 de ellos sobrevivieron. Judith Weil informa sobre la ceremonia que se llevará a cabo a fines de mes en Stornoway para recordar el centenario.
Un grupo de personas, principalmente descendientes de víctimas y sobrevivientes del desastre del SS Norge desean viajar a Stornoway, en la isla de Lewis en Outer Hebrides, para participar de una ceremonia en conmemoración de los pasajeros que murieron. El evento se llevará a cabo el 28 de junio. Entre los invitados está Rev Malcolm Weisman, el Ministro de las Pequeñas Comunidades, y Elaine Goldman de setenta años, la nieta de una de las víctimas, junto a su hija Nicky. La Sra. Goldman, que vive ahora en Bournemouth, dice que en una de las tumbas del cementerio local hay diez personas, entre ellas cuatro chicos judíos, un hombre judío y cinco chicos cristianos. “Los isleños seguramente nunca han visto a un hombre judío, así nunca podrían saber nada acerca de nosotros.”
La tragedia atrajo mucho la atención en su momento. Fue publicado un artículo en The Times, pocas semanas después de haber ocurrido, donde decía que se trataba de: “Uno de los sucesos más calamitosos del mundo en cuanto a la navegación moderna.”
Per Sabak, un noruego que recientemente ha publicado un libro acerca del desastre dice: “El barco de origen Escandinavo - Norteamericano, (de 3.300 toneladas) zarpó de Copenhague el 22 de junio con 405 pasajeros abordo. Doscientos cuarenta de ellos eran inmigrantes judíos rusos que llegaron del puerto ruso de Libau (hoy en día Liepaja, Latvia). Después de pasar por los puertos noruegos de Oslo y Kristiansand, el Norge salió en su camino a Nueva York con un total de 727 pasajeros y 68 miembros de la tripulación.
“La mañana del 28 de junio, el Norge chocó contra el arrecife Helen, al noroeste de Rockall, y se hundió en 20 minutos. Habían ocho botes salvavidas con una capacidad para 250 personas. Cinco botes lograron escapar. Como el Norge no tenía telégrafo, nadie se enteró de que el barco se había hundido. Los 160 sobrevivientes tuvieron que estar ocho días en los botes hasta que finalmente fueron rescatados por separado. La mayoría de los sobrevivientes llegaron a Stornoway, en Hebrides, y nueve de ellos murieron en el hospital. Un bote, con unas 50 personas abordo nunca fue encontrado. El Capitán Gundel, que sobrevivió, dijo que era imposible haber chocado con el arrecife Helen, ya que estaba a 20 millas del curso de su barco. Según su versión se trataba de un naufragio. Aun así tanto él como la empresa fueron demandados por negligencia, pero fueron absueltos de toda culpa en julio de 2003, ya que se encontraron restos del barco al lado del arrecife Helen.
“A pesar de que fue el peor desastre del transatlántico antes del Titanic, que ocurrió ocho años después, fue casi totalmente olvidado a lo largo de los años. Surgió la pregunta acerca de si se debía ajustar la reglamentación británica, pero al final no se hizo nada.
“Sólo 35 de los judíos rusos sobrevivieron, lo que convierte a este evento en el mayor desastre relacionado con la gran ola de emigración judía de Rusia a los Estados Unidos entre 1880 y el comienzo de la Gran Guerra. No fue reconocido en ningún libro de historia.”
Agrega en relación a su trabajo: “Ahora la historia se cuenta en el libro El Antecesor del Titanic - El Desastre del SS Norge en 1904 por Per Kristian Sebak, que lleva al lector a un viaje por el trasfondo del barco y la empresa, historias de pasajeros, inspecciones del navío, el desastre en sí, y los días que pasaron los sobrevivientes en los botes, hasta ser rescatados. También cuenta sobre el rescate en Grimsby, Stornoway, Aberdeen y Faroes, la investigación posterior y mucho más. También se incluye una lista completa de los pasajeros y la tripulación del barco.”
El abuelo de la Sra. Goldman, Avigdor Gurewitz, tenía apenas 27 años cuando murió. Dejó Copenhague el 22 de junio de 1904. “¿Por qué se fue de allí? No lo sé, Hamburgo tal vez sería el puerto más obvio del cual salir. Según una fuente, algunos judíos emigraron de puertos que quedaban afuera de Alemania. Otro problema también fue una epidemia de cólera a fines del siglo 19: puede ser que Hamburgo estaba aislada en ese momento.
“Hizo el largo viaje de Shlov a Dinamarca, dejando atrás a su esposa Sarah Riva y a sus dos pequeños hijos, Hannah y Yehuda (el padre de la Sra. Goldman). Su destino final era Hartford, Connecticut, donde los hermanos de su mujer, Alter y Sam ya estaban esperando. Seguramente esperaba ganar algo de dinero y traer al resto de la familia.
“Durante el viaje escribió tres postales que están en mi poder. Entre otras cosas le pide a su joven mujer que cuide sus ojos, sabía muy bien que muchos inmigrantes que viajaban a los Estados Unidos no podían ingresar si tenían infecciones en los ojos.
“No sobrevivió el viaje, sino murió en las aguas frías del Atlántico. Su cuerpo, como muchos otros, nunca fue hallado. Su mujer se mudó nuevamente a lo de sus padres en Moguilev y en 1907 emigró al Reino Unido. Pero esa ya es otra historia.”
La Sra. Goldman dice que la mayoría de los pasajeros judíos seguramente no comprendían el idioma utilizado por los marineros. Y: “De cualquier manera, en esa época no había grúa para bajar los botes salvavidas. Imagínense el pánico.”
Volviendo a la ceremonia de conmemoración, dice: “El 28 de junio estaré en Stornoway, donde los habitantes de la ciudad fueron muy amables con los pocos sobrevivientes que lograron llegar a su costas. Miraré el Atlántico y recordaré a mi abuelo. Tal vez haya Minian y luego un Kaddish que pueda ser recitado en el lugar apropiado.”
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