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Tal como comentáramos en nuestra edición anterior, el 20 de mayo se reunió la Asamblea de Representantes de Asociados de la AMIA, el Rat, para considerar un Orden del Día que como puntos sobresalientes incluía la consideración de la Memoria y Balance del Ejercicio finalizado el 31 de diciembre pasado y el Presupuesto para el año en curso.
Debido a que los medios comunitarios no fueron invitados, la información que brindamos la obtuvimos consultando a varios de los asistentes.
LA ASAMBLEA
La misma se constituyó con el estricto quórum estatutario, 46 Representantes presentes, quince minutos pasadas las 20 hs. Minutos después la cantidad de representantes ascendió a 49.
Luego del homenaje a los socios y personalidades judías fallecidas desde la reunión anterior del Rat, el licenciado Abraham Kaul anticipó que al finalizarse el tratamiento del Orden del Día informaría sobre lo ocurrido en Washington, antes y durante la convención anual del American Jedwish Committee (AJC), y las medidas que tomó la Comisión Directiva de la Kehila en consecuencia.
La Memoria, el Balance General y el Presupuesto fueron aprobados casi sin participación de los asambleístas, lo que puede interpretarse de dos maneras: están muy conformes con la marcha de la Kehila, o no les interesa plantear sus disidencias.
Minutos después de las 21 hs., luego de tratar todos los puntos en consideración, el licenciado dio por finalizada la Asamblea, pasando luego a relatar como se había gestado la invitación que el AJC le hizo al Presidente de la Nación, doctor Néstor Kirchner, para que fuera el orador principal de la cena que se realizó el 5 de mayo y los desencuentros que surgieron con los directivos de la DAIA que, también invitados, participaban de la actividad.
Cómo elemento confirmatorio de su versión de los hechos hizo escuchar la grabación de un reportaje que Radio Jai efectuó a la funcionaria del AJC encargada de las relaciones con las comunidades judías latinoamericanas.
Explicó a continuación que al regresar del exterior convocó a la Comisión Directiva de la AMIA para considerar que pasos seguiría la institución, habiéndose aprobado que se solicitaría la renuncien de los dos directivos de la DAIA que viajaron a Washington y que se modifiquen los estatutos de esa institución para permitir que los miembros de la comunidad puedan participar en la elección de las autoridades de la DAIA.
Concluido su informe, algunos asambleístas hicieron preguntas y dieron su opinión de lo ocurrido.
DESAFORTUNADOS DESENCUENTROS
Como es de público conocimiento, los medios de prensa le brindaron una amplia difusión, la participación del doctor Kierchner en la convención anual del AJC generó un entredicho entre las conducciones de la AMIA y de la DAIA.
El motivo del mismo fue un comunicado que la DAIA emitió en Washington el mismo día en que el Presidente de la Nación dirigiera su mensaje durante la cena. De acuerdo al texto de comunicado la DAIA no estaba de acuerdo que el AJC le entregará un premio al doctor Kirchner.
De acuerdo a lo que informó el licenciado Kaul y también la funcionaria del AJC, no se lo invitó para entregarle un premio sino para escuchar sus opiniones como en ocasiones anteriores se hizo con otros mandatarios.
De acuerdo a las informaciones periodísticas, a partir de la difusión del comunicado de la DAIA se sucedieron ríspidas reuniones entre los directivos del AJC, la AMIA y la DAIA; está ultima institución emitió un segundo comunicado aclarando el primero; se pidieron disculpas al Presidente de la Nación, y lógicamente quedaron secuelas que solo el paso del tiempo permitirá apreciar que profundas son.
Que entre las conducciones de dos instancias centrales de la comunidad existan desencuentros es entendible, pero que los mismos se difundan y sean motivo de debate en los medios de prensa generales del país y algunos del exterior es un despropósito.
Por razones de respeto a todas las personas involucradas en este desafortunado desencuentro, LA VOZ JUDIA no profundiza el análisis de lo ocurrido pero sí expresa su total desagrado por la manera en que las discusiones que susitó tomaron estado público.
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