Nuestra meta; solucionar, en el espíritu de la Torá, todos los problemas que debe enfrentar la judería en Eretz Israel y en la diáspora.
Un texto escrito por Rabi Iaakov Rosenheim en la Conferencia de Agudat Israel en Kattowitz, 1912.
Mi tarea es delinear brevemente la idea del programa de Agudat Israel. Estoy enfrentándome con una doble dificultad. Para algunos estaría diciendo demasiado y para otros, poco. Demasiado, porque las ideas que le dieron nacimiento a Agudat Israel no fueron creadas artificialmente y por eso no se manifiestan como revelaciones antes desconocidas. Abarcan el aire que respiramos, y suenan ordinarias y obvias, como pequeñas verdades. Para otros puede ser muy poco, porque sólo los principios de nuestra organización pueden ser mencionados. Los detalles y las practicas deben emerger de la misma organización. Sólo se pueda extraerla de entre todas las posibilidades existentes, algo que es necesario de alcanzar.
Nos hemos reunido aquí en un momento histórico para establecer nuestra organización de Agudat Israel, en un momento de importancia histórica. Independientemente del hecho de si nuestro trabajo logrará alcanzar la magnitud que estamos planeado, o si permanecerá en el anonimato, sin importar si terminamos el trabajo hoy o mañana, nosotros mismos o nuestros hijos y nietos.
Porque la Agudat Israel que estamos fundando, no es una organización al lado de otras, tampoco es una organización que llevará a cabo tareas determinadas, cuyo valor llega a su fin con la realización de cualquier objeto particular. Nuestro objetivo es revivir y revitalizar una antigua posesión judía. Es el concepto tradicional de Klal Israel, el pueblo de Israel como un cuerpo colectivo, animado y sostenido por la Torá. Este es el alma de nuestra organización de Agudat Israel. A través de ella, buscaremos realizar esta tarea, y con los medios técnicos provistos por la civilización.
Cuando el pueblo judío, con la Torá en sus brazos y en su corazón, partió hacia su gran exilio romano, a pesar de todos los pesares de los sufrimientos de la Galut, fue acompañado y recibido con varios factores favorables que garantizaron su supervivencia.
a) El estudio de las leyes de la Torá, crearon una forma de vida uniforme que le dio un aspecto espiritual a los más pequeños detalles de cada familia y su vida social. Esto fue logrado en todos los lugares donde estos grupos de exiliados se encontraron apartados. Esto, el no tener un medio externo para contactarse y sin arreglos artificiales, provocó un firme lazo de unidad que sostuvo juntos a todos los seguidores de la Torá. Esto les dio poder espiritual de resistencia, para poder mantener su propia fe y carácter distintivo.
b) La civilización dentro de la cual el judío medieval tuvo que desarrollar su vida judía y pasársela a sus hijos, era estrecha y limitada y contenía muy pocas cosas que podían impresionar a los hijos de Judah. Repelía al judío más de lo que lo atraía y de esta manera no podían tentarlo para que abandone sus propias posesiones espirituales.
c) Los valores culturales del Medioevo eran más bien nacionales y locales, exclusivamente religiosos en su carácter y basaban sus reclamos en la verdad y las premisas judías.
Entonces los dispersos permanecieron en el mar de sufrimiento de la Galut, como un sólo organismo unido, que ponía sus propias condiciones de existencia y las sacaba de su interior. No había necesidad de temer por su existencia.
La preparación gradual desde los días del Renacimiento y hasta la era moderna, ha modificado completamente la manera de vida que llegó con la gran revolución de 1789. Con esta fatalidad trágica empezó el trabajo de la destrucción desde las raíces de nuestra fuerza espiritual.
Esta revolución, trajo la unidad con el mundo no judío, pero dentro de la vida judía, dañó el lazo espiritual que se había mantenido durante siglos en el exilio, tanto en el este como el oeste, norte y sur. Tal vez conquistó el tiempo y el espacio, y logró unificar continentes que antes estaban separados por océanos. Pero en la vida de la familia judía, alejó al padre de su hijo y a un hombre de su hermano.
Grandes fueron los sufrimientos que cayeron sobre la vida judía en las generaciones anteriores, pero la causa era completamente uniforme y consistente. Sólo porque hace cien años atrás, el alma del pueblo, la Torá, se ha fugado de Klal Israel, el cuerpo organizado de la judería. Este alma está ahora aquí, está allí, recapturado con mucho esfuerzo por las diferentes partes del organismo, pero nunca antes constituyó el centro de todo el organismo, como lo fue antes. El cuerpo de la judería yace estropeado y devastado, presa de cualquiera de los elementos. “En un valle abierto” - y sólo aquí, donde la enfermedad tiene su raíz, puede comenzar la cura.
Entonces esto es lo que significa Agudat Israel:
Para recordar la vida de la colectividad judía, que hace cien años le robaron el alma, para restaurar el alma y para unir sus partes separadas.
...continuará
El artículo original fue traducido por Joseph Leftwich y publicado por Agudat Israel de Gran Bretaña en 1944.
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