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Nuestra nación se diferencia sustancialmente de todas las demás del mundo.
Israel se inicia con Abraham Avinu hace 3800 años, quien por sus méritos y personalidad es distinguido por el Creador como iniciador de una gran nación, que constituirá el pueblo elegido para recibir la “Torah”, ley para toda la humanidad, a quienes les promete la tierra de Israel para sus descendientes.
Abraham engendra a su hijo Itzjak, y este a Iaakov, constituyendo tres generaciones de fieles seguidores de los dictados del Creador y sus preceptos.
Iaakov tiene diez hijos y constituye la familia base del pueblo de Israel, 70 personas en total que emigran a Egipto, donde se multiplican durante 210 años de esclavitud, saliendo libres por medio de Moises hace 3300 años, siendo cerca de tres millones de personas.
La nacionalidad de este pueblo es la egipcia, país donde nacieron, a diferencia total con las demás naciones, para las cuales el territorio tiene una influencia determinante.
Esta masa humana es guiada por Moises, quien recibe los dictados del Creador para Israel, encaminándose a través del desierto por cincuenta días para recibir la Torah, constitución y códigos para toda la humanidad y en particular para Israel, adquiriendo en ese momento el carácter de nación jurídicamente organizada, marchando a continuación a tomar posesión de la “Tierra Prometida”, la que se concreta luego de cuarenta años.
El proceso de formación de la Nación Israelita es inverso al de las demás naciones, las que se constituyeron a partir de un territorio, ocupado por un grupo humano, que al fin se da sus leyes.
Es necesario tener en cuenta esta diferencia sustancial para entender los elementos de nuestra identidad que nos diferencian totalmente de las naciones.
Israel hemos sidos ordenados en una cantidad de preceptos particulares para nuestra nación, que nos dan la identidad y garantizan la continuidad; entre ellos podemos citar como fundamentales:
*dieta Kasher, consistente en la prohibición de ingerir ciertos alimentos perjudiciales espiritualmente para el ser israelita, quienes no cuidan la dieta Kasher difícilmente entenderán la importancia de nuestra nación y sus preceptos.
*cuidado del Shabat y las festividades, el Shabat es el distintivo del Israelita, reconociendo que el Creador creo todo lo existente en seis días y el séptimo suspendió de crear, ordenando este precepto exclusivamente a su “Pueblo Elegido”, quienes lo profanan están desconociendo sus orígenes, pues sus abuelos lo respetaban.
*Las festividades ordenadas en la Torah son conmemoraciones que debemos transmitir de generación en generación para afianzar nuestra identidad exclusiva.
*Taharat Hamishpajá (pureza familiar), la familia es la célula central de toda sociedad con familias sanas tendremos una sociedad armónica, respetuosa y prospera.
Para orienta la vida familiar hay gran cantidad de preceptos, citaremos algunos de ellos:
· casamientos a edad temprana: para evitar todo tipo de desviaciones sexuales. Familias numerosas sin control de natalidad.
· Brit Milá, circuncisión a los varones a los 8 días del nacimiento, incorporando al recién nacido a la nación israelita.
· Bar Mitzvá: a la edad de trece años los varones adquieren la calidad de adultos para el cumplimiento de todos los preceptos.
· Prohibición severa de matrimonios mixtos: los que atentan contra la continuidad llevando a quienes la realizan o a sus hijos a la asimilación total.
· Aceptación de miembros de otros pueblos: como converso a la nación israelita cumpliendo con los requisitos establecidos, debe ser totalmente voluntaria, sin ningún interés, y sincera, materializandose solo mediante el cumplimiento de todos los preceptos. Quienes realizan una conversión por interés, generalmente para casarse o no respetan totalmente los preceptos siguen siendo los mismos no judíos que antes de la conversión.
· Educación de los hijos: es obligación principal de los padres, quienes deben dar el ejemplo al niño desde pequeño y enseñarle educación, elegir cuidadosamente el colegio al que lo mandarán, ya que en el mismo aprenderá y se rodeará de amistades que influirán en su futuro.
Debemos preparar a nuestros hijos para afrontar los tiempos difíciles que nos tocan vivir, llenos de violencia, drogadicción, corrupción sexual y demás desviaciones.
En primer termino, dar el ejemplo y enseñar recato, moral y ética, por las que se caracterizó nuestra nación y marco nuestra identidad y continuidad.
· Teshuvá (retorno): la nación israelita tiene una maravillosa institución que contempla las debilidades humanas y las tentaciones a que el hombre esta expuesto, cometiendo transgresiones voluntarias, involuntarias o por desconocimiento de las leyes. Esta institución permite a quien se concientiza de su error el arrepentimiento sincero y el compromiso de no repetir las transgresiones, siendo perdonado y reiniciando una nueva vida.
Quienes transgreden desconociendo las prohibiciones, son inocentes, cargando con una culpa mitigada por su ignorancia, deben encaminarse en el conocimiento de los preceptos, acercándose a centros de enseñanzas de Torah auténticos y tradicionales, donde encontraran una mano hermana extendida para recibirlos con cariño totalmente desinteresada.
Todos debemos retornar a las fuentes, revisar nuestra conducta, el camino en que se encuentran nuestros hijos y nietos, nuestro hogar y corregir lo necesario para afianzar nuestra identidad y continuidad para alcanzar la verdadera felicidad.
Reiteramos nuestro llamado a instituciones como Joint, AMIA y a sus dirigentes, quienes bregan por el bienestar de la comunidad, trabajando para ello intensamente, logrando éxito en los aspectos económicos de gran valor y ayuda.
Quienes descuidan totalmente los aspectos de la continuidad de nuestra comunidad, por desconocimiento de nuestra historia y nuestras leyes y obligaciones, dejándose embaucar por sendos rabinos reformistas y conservadores, quienes les ofrecen soluciones fáciles para los graves problemas de la asimilación en todas sus formas.
Sepan que estos falsos rabinos dan propuestas superficiales altisonantes para que nada cambie y poder obtener buenos sueldos, siendo su actuación el puente directo a la asimilación, y quien lo dude de una ojeada a la historia y lo comprobará, como ocurrió con el cristianismo, en que un grupo de judíos funda una secta mesiánica reformista, con los resultados que conocemos.
Y no solo la responsabilidad recae sobre esas instituciones y sus dirigentes, sino que también exhortamos y hacemos recordar su deber a todos los rabinos auténticos y los centros de enseñanza de Torah verdadera, a asumir esta realidad y acercarse a nuestros hermanos. Dirigentes que desconocen o que conocen en forma equivocada nuestra identidad, para dialogar e ilustrarlos sobre la historia y leyes de nuestro pueblo, ya que reciben de ellos ayuda económica desinteresada, debe ser retribuida ampliamente a través del dialogo y la enseñanza.
Debemos comprender que nuestra existencia milenaria no es casual, se debe a la fidelidad de generación en generación de una autentica vida Judia, ya que la nación israelita carece de religión, es el pueblo elegido, fiel a su Creador.
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