Se dice que el primer ministro Ariel Sharon ordenó a los ministros y representantes de la agencias involucrados con la inmigración, que determinen cómo Israel puede hacer que un millón de judíos emigren en los próximos años.
La reunión, se cree, no produjo una respuesta, pero se acordó que se deberían preparar planes prácticos para traer judíos a Israel. Según los ayudantes de Sharon, el primer ministro dejó la reunión seguro de que la meta era posible de lograr.
Entre los participantes estaban el ministro de finanzas Benjamín Netaniahu, la ministra de absorción Tzipi Livni y los directores de la Agencia Judía, Nativ y el Consejo de Seguridad Nacional. También estaba presente Didi Arazi, uno de los fundadores de la empresa de computación Nice. Arazi, que dejó los negocios de High-tech para dedicar su tiempo a los asuntos públicos, aceptó recientemente dirigir una misión de la Agencia Judía para alentar la inmigración de Norteamerica.
Los oficiales de la Agencia Judía dijeron en la reunión que en el mejor de los casos, la inmigración podría llegar hasta el 2010 a 70.000 personas por año, incluyendo 20.000 de la ex Unión Soviética, 20.000 de Francia y 15.000 de Norteamerica. Para lograr el objetivo de un millón de inmigrantes haría falta llevar unos 400.000 de Norteamerica y otros 200.000 del ex bloque Soviético.
Mientras tanto, las cifras de alia han bajado continuamente. Sólo 24.434 personas han inmigrado en el 2003, la cifra más baja desde 1989. Sólo 2.650 personas han llegado de lo que va de éste año, una disminución de un 30 por ciento en comparación con el mismo período en el año pasado. Fuentes oficiales en Rusia y Ucrania dicen que el mejoramiento de la situación económica ahí ha detenido el flujo de emigración, y la cantidad de gente que se va de Israel a estos países excede, ahora, la cifra de emigración. En Argentina, la mejoría económica también detuvo el flujo de emigración.
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