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El ojo humano es un dispositivo anatómico complejo que demuestra las maravillas del cuerpo humano. Como explica David Leitner, el misterio es bastante profundo
El ojo es esencialmente una bola opaca llena de fluido. Al frente del globo ocular hay una abertura transparente conocida como la córnea, que es una membrana delgada con un índice refractario de 1,38. La córnea tiene un propósito doble, de proteger el ojo y reflejar la luz cuando entra al globo ocular. Una parte de la luz que pasa a través de la córnea atraviesa una abertura conocida como la pupila del ojo. Es la parte negra en el medio del globo ocular. Su apariencia negra se atribuye al hecho de que la luz que ingresa por la pupila es absorbida por la retina, y no sale del ojo. Por eso, cuando uno mira la pupila de otra persona, la luz no está saliendo de su pupila para entrar en el ojo de uno y en consecuencia la pupila permanece negra.
El tamaño de la apertura de la pupila puede ser ajustado con la dilatación del iris. El iris es la parte colorida del ojo, azul en algunos casos y marrón en otros. En situaciones de luz clara, el iris se dilata para reducir el tamaño de la pupila, limitando la cantidad de luz que entra por el ojo. En situaciones de luz tenue, el iris se ajusta para maximizar el tamaño de la pupila e incrementa la cantidad de luz que ingresa al ojo.
La luz que pasa por la pupila, entra por unas lentes cristalinas, hechas de un material fibroso y gelatinoso, con un índice refractario de 1,44. Estas lentes están adheridas a unos músculos ciliares que se relajan o contraen para cambiar la forma de las lentes. Ajustando cuidadosamente la forma de las lentes, estos músculos ayudan al ojo en la tarea critica de producir una imagen en el fondo del globo ocular. Los dos globos oculares están conectados con un nervio óptico que fusiona su camino hacia el cerebro. Este corresponde exactamente a la forma actual de la letra «Ain», en el que las puntas de la letra representan los globos oculares, los dos brazos representan a los dos nervios ópticos que se fusionan para formar el pie de la letra «Ain», la letra cuyo significado es «ojo». El movimiento direccional del globo ocular es regulado por seis músculos.
La superficie interna del ojo es conocida como la retina, que contiene dos tipos de células llamadas barras y conos. Estas sirven para detectar la intensidad y frecuencia de la luz entrante. Estas barras y conos envían impulsos nerviosos al cerebro, a través de un nervio óptico en la parte trasera del globo ocular. Estas dos células nuevamente están representadas por la forma de la letra «Ain». La parte superior representa las células cónicas, mientras que el pie de la letra representa las células de barra.
Son los conos retinales los que perciben el color en el ojo. Permanecen sin estimulo en ambientes de poca luz, y por eso no podemos distinguir colores en lugares oscuros. En contraste, las células retinales de barra, aunque no son sensibles al color, son muy sensibles a la luz, incluso en niveles bajos. Un sólo fotón (el fotón es una unidad utilizada para medir la intensidad de la luz) de luz produciría una respuesta en las células de barra. En el ojo humano hay ciento veinte millones de células de barra y diez millones de células cónicas. Estas células cónicas están en la posición central, rodeadas de las células de barra de una manera desproporcionada. La cantidad de células de barra y cónicas corresponde exactamente al Milui de la letra «Ain». Esta letra cumple el papel de «Ain», «Iud» y «Nun», que tienen los valores numéricos de 70, 10 y 50. Las diez millones de células cónicas centrales, corresponden a la letra central «Iud», con un valor numérico de diez. Las 12 millones de células de barra que rodean las células cónicas de una manera desproporcionada corresponden a las letras «Ain» y «Nun» con un valor numéricos total de 50 y 70 que juntos suman 120. El Milui de la letra «Ain» corresponde exactamente a estos dos tipos de células por las cuales se produce la visión.
La cantidad de células cónicas y de barra en los animales está relacionada con sus instintos y hábitos. Por ejemplo, el halcón tiene una cantidad de células cónicas mucho más elevada que los humanos. Esto le permite ver pequeños animales desde larga distancia, permitiéndole cazar eficazmente su alimento. Los animales nocturnos, por otro lado, tienen un número de células de barra relativamente alto, permitiéndoles una mejor visión nocturna.
Las células de barra contienen un pigmento fotosensible llamado «rhodopsin», formada de vitamina A. La ceguera nocturna puede desarrollarse por una deficiencia de esta vitamina. La estructura molecular de la «rhodopsina» contiene siete espirales, la misma que el Mispar Katan de la letra «Ain». Cuando la luz es absorbida por ellas, hace que la estructura molecular de deforme, hecho que dispara una serie de eventos que envían impulsos eléctricos al cerebro a través de un nervio óptico. Es la vitamina A la que causa esta deformación en la estructura molecular de la «rhodopsina» para luego devolverla a su posición anterior.
Las células cónicas contienen tres tipos diferentes de pigmentos visuales, siendo cada uno sensible a uno de los colores primarios, rojo, azul y verde. Estas células detectan los colores primarios y el cerebro los mezcla en infinitas proporciones para que seamos capaces de percibir un alto rango de colores.
Es la letra «Ain», con el valor numérico de setenta, que está compuesta de las letras «Ain», «Iud» y «Nun». El Mispar Katan de la letra «Ain» es siete, y el de la parte Nistar, es decir, las letras «Iud» y «Nun» juntas iguala a seis. La recitación del Kidush del viernes a la noche sobre la copa de vino, tiene efectos terapéuticos sobre la vista de la persona (ver Tur Ohr Hajaim 269). El Kidush del viernes a la noche que se recita entre en sexto y el séptimo de la semana, con una copa de vino, ayuda a la visión. El valor numérico de «Iain», vino, es setenta, equivalente al de la letra «Ain». El Kidush del viernes a la noche contiene básicamente un total de setenta palabras. Esto explica la razón por la cual mucha gente tiene la costumbre de mirar dentro de la copa de vino mientras recita el Kidush del viernes por la noche.
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