En nuestra edición anterior, la Nº 341, correspondiente a la segunda quincena de enero del corriente año, informábamos a nuestros lectores que la AMIA organiza, para el corriente año, el dictado de un “seminario de perfeccionamiento para Baalei Trefila – Oficiantes” que incluye a jóvenes judíos de ambos sexos, con la finalidad de que pudieran desempeñarse como jazanim en las tefilot de los Iamim Noraim (Rosh Hashana y Iom Kipur) en pequeñas comunidades judías del interior del país.
Decíamos en ese momento que la decisión de la conducción de la AMIA al organizar el seminario se oponía “en forma total lo establecido por la Halajá, la Ley Judía, que prohibe a las mujeres ocuparse de este tipo de funciones” y contradecía “lo que afirman los máximos directivos de la institución: que la Kehila en todas sus actividades no puede dejar de respetar la Halajá”.
Anticipamos también que este tipo de decisiones podían “generar que los miembros observantes de las Mitzvot y la Halajá piensen que ellos no tienen nada que hacer en la AMIA y consecuentemente se produzca la división de la Kehila de Buenos Aires”.
No bien nuestro periódico comenzó a ser distribuido, y pese a que amplios sectores comunitarios estaban gozando de sus vacaciones, fueron muchos los llamados que recibimos en nuestra redacción. Algunos solicitaban mayor información sobre lo que habíamos informado mientras que otros nos hacían saber su molestia, pues consideraban que formar a mujeres para que sean jazanim es la demostración de que la AMIA se está olvidando de la Halajá para volcarse directamente al reformismo.
A la vez los directivos de Agudat Israel de Argentina también recibieron pedidos de socios de la AMIA, observantes y no observantes, para que actuaran a fin de que la Kehila no llevara a cabo está violación de la Ley Judía.
Frente a esta situación, Agudat Israel de Argentina consultó a los Gdolei Hatorah al respecto de sí un judío observante de la Halajá puede ser socio de una Kehila que no respeta las normas de la vida judía establecidas por la Torah.
No bien los Gdolei Hatorah hagan llegar su respuesta, LA VOZ JUDIA - el medio de prensa comunitario raigal de la Argentina - ha de difundirla a fin de que sus lectores la conozcan.
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