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D-s hizo justicia al establecer a los judíos entre los pueblos del mundo
Esto se traduce de la siguiente manera: Los judíos siempre añoraron culturas ajenas, entendiendo que están en un nivel superior y son más bellas que la nuestra. La propia aparecía ante sus ojos como inferior y atrasada, en comparación con las ajenas. El Creador le dio a los judíos la posibilidad de estar en contacto con otros pueblos, y conocer de cerca su forma de ser y cultura, para que se convenzan por sí mismos, que la ética y moral judías, la concepción judía de la justicia, están muy por encima de las de los demás pueblos.
Este es el motivo de la dispersión, porque si los judíos no hubiesen podido comparar y apreciar la gran diferencia entre la cultura nuestra y la de los otros, hubiesen vivido en el error, pensando que la fe, cultura y las leyes judías son inferiores. Por eso es bueno ver con los propios ojos las costumbres y tradiciones de los demás pueblos, para llegar al convencimiento que nuestra fe, Torá y preceptos, nuestra forma de ver el mundo, la relación de un hombre con el otro, el ordenamiento social, etc. son muy superiores, y que el pueblo judío no tiene motivo alguno para despreciar su tesoro espiritual, sino al contrario, debe estar orgulloso y seguir con su peculiar forma de ser.
EL VEREDICTO DE IBN EZRA
En cierta ocasión Ibn Ezra se encontró con un amigo suyo, quien se quejó que D´ encamina mal al mundo. Ibn Ezra le contó lo siguiente:
Una vez dos personas estaban caminando: uno tenía tres rebanadas de pan y el otro dos. En medio del camino se les acercó una persona que no tenía pan, y ellos compartieron, por partes iguales,, con él, las cinco rebanadas, recibiendo a cambio cinco monedas de oro. Ahora debían dividir el dinero. El que tenía las tres rebanadas pidió tres monedas, pero el otro propuso que se debía dividir el dinero mitad por mitad, porque el hombre comió todo lo que ambos tenían. Como no pudieron ponerse de acuerdo fueron a ver a un juez. Este era una persona inteligente y su veredicto fue que aquel el que entregó tres rebanadas reciba cuatro monedas y el que dio dos rebanadas, sólo una.
Apenas dejaron el juzgado continuaron discutiendo, entendiendo que el fallo no fue justo, porque al principio, el que entregó tres rebanadas no exigió más que tres monedas y ahora debía recibir cuatro.
Recurrieron a Ibn Ezra y éste les dijo que el juez tenía razón. Adujo que en total había cinco rebanadas para tres personas, si se hubiese hecho una correcta división habría quince porciones, por lo que cada uno podría comer tres. Como el que tenía dos rebanadas, es decir seis porciones, comió un tercio, es decir cinco rebanadas, por lo que le corresponde sólo una moneda.
El que tenía las tres rebanadas, es decir nueve porciones, se comió cinco y le quedó para el extraño cuatro porciones, por lo que le corresponden cuatro monedas.
Mientras que Ibn Ezra terminaba este relato notó que su amigo no entendió los fundamentos del fallo, luego le dijo: Si no puedes entender el razonamiento de un hombre, ¿cómo puedes pretender entender la forma de juzgar de D´?
EL SIGNIFICADO DE LAS MISHNAIOT
Mishnaot es la Torá oral, y comentarios sobre la Torá escrita, que pasaron de generación en generación desde los tiempos de Moisés.
La Torá oral no estaba en un libro para estudiar de él, como se hacía con la Torá escrita. El profeta o el jefe del tribunal rabínico, cada uno en su tiempo, tomó nota de lo que escuchó de labios de su rabino, y lo transmitió públicamente en forma oral. Esto se llamó Mishná. Recién 120 años después de la destrucción del Segundo Templo, cuando las persecuciones y las calamidades aumentaron, el pueblo judío cada vez estuvo más disperso en el mundo, y se temió que la Torá oral, D´ no lo permita, sea olvidada, Iehuda Hanasi, juntamente con un grupo de sabios, ordenó el texto, como lo conocemos hoy en día.
Mishnaot está dividida en seis secciones (Shas - iniciales de Shisha Sidrei Mishná)
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