El 18 de kislev, Parashat Vaishlaj de Shabbat, el 13 de diciembre, entrará a la historia como uno de los días que nunca serán olvidados. Es el día en el cual las fuerzas norteamericanas lograron capturar al malvado Saddam Hussein. «Ken iovdu kol oiveja.» «Así se destruirán todos tus enemigos.»
Este hombre malvado no conocía el sentido de la palabra justicia. En lugar de llevar a la gente ante una corte, los asesinaba brutalmente. Esta persona cruel, que mató a tantos miles de personas de manera tan brutal en Irak, tampoco nunca perdió oportunidad para amenazar a nuestra Tierra Santa.
Saddam Hussein recibió su merecido con su captura, y con tener su imagen de captura y examinación de una manera humillante, publicada en todo el mundo. Sin duda, el presidente Bush obtuvo una gran satisfacción de terminar lo que su padre quiso hacer en la primer Guerra del Golfo y no pudo.
La captura del malvado Saddam Hussein le dará sin dudas posibilidad Bush a ser reelecto. Si las elecciones se llevarían a cabo ahora, sus posibilidades de éxito serían muy grandes. La captura de Saddam Hussein le da mucho crédito al presidente Bush y su gobierno, y sólo el tiempo dirá si será reelecto.
Mucho depende de lo que sucederá en Irak después de la captura de Saddam Hussein. Si muchos más soldados norteamericanos pierden sus vidas en Irak, podría modificar el resultado de la carrera electoral en los Estados Unidos.
Incluso con la gran satisfacción de la caída de Saddam Hussein, no tenemos una imagen clara de lo que está sucediendo dentro de Irak.
En el primer discurso del presidente Bush después de su logro, dijo que la guerra contra el terror es diferente a cualquier otro tipo de guerra.
Por más grande que sea nuestra satisfacción de la captura de Saddam Hussein, y la oportunidad de mostrar a todo el mundo qué le sucede a un hombre que actuó con tanta crueldad contra la humanidad, hay una pegunta que aun presiona los corazones de todos los judíos del mundo, y especialmente en Tierra Santa: ¿Cuándo los líderes norteamericanos comprenderán que así como el terror era malo en Irak, y peligroso para los Estados Unidos y para todo el mundo, los líderes terroristas que están detrás del terror mundial, son los mismos que guían a los terroristas en la Tierra Santa.
No olvidaremos - ¿quién puede olvidar? - lo que Irak le hizo a Israel en la primer Guerra del Golfo. También estamos conscientes del hecho de que Irak apoyó económicamente a las actividades terroristas en Israel. Saddam Hussein entregó miles de millones de dólares a lo largo de años para apoyar a las familias de los terroristas suicidas y las organizaciones terroristas.
La pregunta es: Sabemos bien qué sucedió hace 13 años cuando los iraquíes enviaron decenas de misiles Scud hacia el Estado de Israel, ¿habrá algún cambio ahora? Están aquellos que deben comprender que Saddam Hussein e Irak no son un objetivo local. Bin Laden y Saddam Hussein y Arafat tienen todos el mismo deseo: Que D-os no lo permita, destruir Tierra Santa.
En el pasado, después de cualquier captura y castigo de cualquier árabe que odiaba judíos, el mundo occidental quería mostrar su apoyo al mundo árabe, dándole una cachetada en la cara a Israel y al mundo judío. Es algo que ahora nos preocupa.
El gran éxito de la captura de Saddam Hussein demuestra al mundo que nuestros enemigos malvados - como Saddam Hussein, Stalin y Hitler, «iemaj shemam» - llegan a su fin.
«Así se destruirán todos tus enemigos!»
El propósito real de la guerra en Irak era terminar con el régimen brutal de Saddam Hussein y capturarlo. Ahora los Estados Unidos tienen que buscar la manera de llevar a Irak a una vida democrática. Sin duda la subida y caída de Saddam Hussein es un capitulo importante, que debe ser estudiando con cuidado y debemos aprender de él.
Como judíos, que creemos que todo lo que sucede viene de nuestro D-os poderoso, debemos estar agradecidos por el gran éxito de la captura del malvado Saddam Hussein. El gran éxito de su captura vino de Hashem.
Oremos todos: D-os poderoso: «Así se destruirán todos tus enemigos!»
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