Discurso de los Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA pronunciado por el Dr. Luis Czyzewski En el mes de Julio, hace poco mas de diez años, el terrorismo asesino mató a nuestros padres, esposos, hermanos e hijos y desde ese momento no podemos disfrutar de su compañía. Nuestra vidas cambiaron para siempre. Eran las 9 y 53 del 18 de Julio de 1994 cuando una bomba destruyó la sede de la AMIA. Ese ataque estaba dirigido al Centro de la Comunidad judía Argentina, pero no nos equivoquemos, atentaron contra toda la sociedad argentina que volvió a cargar sobre sus espaldas esa mochila tan terrible que nos dejaron los que profesan la fé de la intolerancia y el odio. De una vez por todas debemos definir con claridad al terrorismo. Simplemente son asesinos que buscan imponer sus creencias por medio de la muerte. Que quede claro, no hay terrorismo bueno y terrorismo malo según sea a quién ataca, todos son asesinos. Ya han pasado mas de 10 años desde ese fatídico día y el resultado de la investigación de los dos atentados que sufrió nuestro país nos demuestra que la falta de justicia es la forma que se encontró en Argentina para volver a matar a los muertos y el jueves pasado nuestros muertos murieron por segunda vez. Cuando escuchamos el fallo supimos claramente que en la Argentina 85 muertos no son nada, que la verdad no llegó y que ese día marcó la consagración de la impunidad. Por eso hoy estamos todos reunidos acá reeditando la marcha de los paraguas del 21 de Julio de 1994, pero con el agregado que no solo estamos para repudiar al terrorismo asesino, sino también para repudiar la falta de justicia y la impunidad. Cuando escuchamos el fallo a los familiares se nos pasaron por delante algunas cosas del juicio que nunca terminamos de entender y que hoy siguen sin explicación. Nunca entendimos como el Tribunal valoró las preguntas que se le hacían a los Familiares de las Víctimas cuando les tocó ser testigos y las que se le hacían a los funcionarios públicos en esa misma situación. Muchas veces nos tocó sentir como que estabamos presenciando el reino del revés. Hubo casos emblemáticos que nos marcaron para siempre, como el que le tocó pasar a Rosa Barreiro cuando, luego de contar que la explosión le mató a su hijo de cinco años y le destruyó un brazo, tuvo que responder a una pregunta de un abogado defensor que le requirió que informe si sabía de que color era el móvil policial que estaba estacionado en la puerta de AMIA. Nosotros pensamos que el Tribunal iba a objetar esa pregunta pero sin embargo no lo hizo, como si eso fuese parte del objeto procesal. También pensamos que cuando declararon los funcionarios públicos del Gobierno de turno y tenían repentinos ataques de amnesia los jueces les iban pedir que traten de recordar, sin embargo no lo hicieron. También observamos que en el comunicado posterior al fallo le dedican una buena parte a criticar procedimientos que se hicieron en la instrucción y que fueron ocultados a las partes en abierta violación a la Ley. Esa crítica es absolutamente válida y correcta y los familiares la aplaudimos. Pero lo que observamos es que el Tribunal también incurrió en las mismas prácticas cuando, de modo secreto y sin informar a los querellantes solicitó a la SIDE que mande una persona a Alemania cuando declaraba el testigo C. Eso no lo entendemos, el mismo procedimiento es legal si lo hace el Tribunal e ilegal si lo hace el Juez de Instrucción. Luego de enterarnos de manera casual de esto entendimos porque una declaración tan importante se transformó en un burdo show mediático. Ahí nos dimos cuenta que el testigo C tenía un apuntador de lujo que se llama Jaime Stiusso. Por eso nos preguntamos Que tenía que hacer un miembro de la SIDE en Alemania y porque no se le informo a los querellantes. Realmente no entendemos. Todos escuchamos en la sentencia que el Tribunal acusó a miembros de la Comisión Bicameral de seguimiento del Atentado por no haber denunciado un delito que ellos pudieron ver, como corresponde a todo funcionario público. Pero, en la parte del fallo en donde dicen que la prueba se construyó pretendiendo satisfacer oscuros intereses de gobernantes inescrupulosos, curiosamente no dicen quienes son esos gobernantes inescrupulosos. Señores jueces, no se olviden que Ustedes también son funcionarios públicos que tienen la obligación de dar todos los nombres y apellidos y no lo hicieron. Pero no se preocupen, todos sabemos quienes son. Todos sabemos que junto con los nombres de Corach y Anzorregui debieron escucharse los nombres de Menem, Ruckauf, Antonietti Franco y muchos mas, pero no se escucharon. Todos los que nombramos deben ser investigados a fondo, pero los familiares queremos ser claros, el Dr. Beraja también debe ser investigado porque no solo hay que pedir que no haya impunidad afuera, tampoco debe haber impunidad dentro de la Comunidad Judía. También creímos que en una investigación contaminada por un juez que no merece ser Juez, el Tribunal se iba a ocupar de separar la paja del trigo, pero optó por la mas fácil, dijo que todo era paja y nada era trigo. Por su desastrosa actuación y por el daño a la verdad y a la justicia que se hizo desde la instrucción queremos que se acelere al máximo posible el trámite de Juicio Político al Juez Galeano que los familiares pedimos hace ya un par de meses. Ese juez no solo no fue apto para llevar adelante la Causa AMIA, nosotros creemos firmemente que no es apto para ser juez de la Nación. La sentencia del Juicio a la AMIA no nos conformó, consideramos que había suficiente prueba no contaminada como para tener en cuenta pero los miembros del Tribunal lo vieron de manera distinta. Pero lo que sí deja absolutamente en claro el fallo es que el Estado hizo todo lo posible para ocultar la verdad, para que no se sepa quienes fueron los asesinos y su cómplices de adentro. Ese Estado, que violó los derechos humanos a la vida y a la verdad va a ser denunciado por los familiares ante los Organismos internacionales que correspondan. Dentro del Estado, de ahora en adelante habrá dos grandes responsables de reconstruir la verdad y la justicia a partir de las cenizas. Uno de ellos es el Juez Canicoba Corral y el otro es el Poder Ejecutivo. Al Juez solo le queremos decir que llegó la hora de despertarse de la siesta y poner en marcha la causa AMIA. Usted tiene la responsabilidad de esto y puede elegir recorrer por uno de estos dos caminos, uno es hacer lo que corresponda sin miedo, condicionamientos o presiones para empezar a dignificar en algo al poder judicial y el otro camino es transformarse en un Galeano mas. Esta elección solo depende de Usted. El otro gran responsable de reconstruir la dignidad y romper el manto de impunidad que irradia la causa AMIA es el Poder Ejecutivo a cargo del Dr. Kirchner. A el le decimos: Ya no alcanza mas con decir que la causa AMIA es una vergüenza nacional y que la investigación es una cuestión de estado. Llegó la hora de materializar en hechos esas expresiones y de usted depende. Sabemos que es muy difícil seguir adelante cuando para investigar se depende de Organismos como la SIDE, cuyos integrantes por un lado tienen que investigar y por otro van a ser investigados por lo que hicieron hasta ahora. Con ese panorama y solo confiando en los mismos organismos que fracasaron hasta ahora, estamos comenzando a recorrer un camino que nos llevará a un nuevo fracaso. Creemos que un camino a recorrer puede ser la creación de una Comisión Investigadora independiente que trabaje junto a una fiscalía con dedicación exclusiva a las que se les entregue toda la documentación de la causa AMIA en poder del Estado y que puedan trabajar con los medios y el poder suficiente para investigar sin condicionamientos. Hoy todos los que estamos acá y los que están con nosotros a la distancia estamos tristes porque en la Argentina otra vez la impunidad ganó una batalla. Hoy los Argentinos tenemos vergüenza por no poder explicarle al mundo que no entiende que nos pasa, porque vivimos en un país con tanta impunidad. Esa misma vergüenza sentimos cuando no podemos conseguir de los países que deben colaborar para apresar a la conexión internacional, que tomen con la seriedad que corresponde los requerimientos de nuestro país. Pero no todo estará perdido si nosotros, ustedes y toda la ciudadanía argentina, todos juntos, exigimos saber la verdad, exigimos que se haga justicia. Y tampoco nada estará definitivamente perdido mientras todos juntos luchemos por un país mejor, con verdad y justicia y que conserve la memoria de las tragedias que nos pasaron para que no nos vuelvan a pasar. Debemos luchar para que la impunidad, la corrupción y la falta de justicia no nos ganen mas. Para que dejemos de sentir que cada día que pasa es un día mas de dolor y que dejemos de ser treinta y nueve millones de víctimas de la impunidad. Hoy cada uno de los familiares que estamos en ésta lucha sentimos que en nuestro país, las ruinas de la Embajada y la AMIA y sus terribles consecuencias deben servir para edificar una sociedad mejor y mas justa, mas allá de jueces y gobernantes. La memoria de los muertos en los dos atentados es la que sostiene esa demanda. Debemos todos juntos luchar por JUSTICIA Y MEMORIA para que de una vez por todas tengamos el país que todos los argentinos nos merecemos, sin distinción de raza, credo o condición social. Solo así podemos decirle al terror, a la impunidad y a la falta de justicia, algo que los argentinos tenemos grabado de nuestro pasado reciente: NUNCA MAS. Hoy cada familiar siente dentro de su cuerpo algo que yo siento que mi hija Paola me pide desde el lugar donde está: PAPA, SEGUI PELEANDO y yo ahora te contesto: SI HIJA, VAMOS A SEGUIR PELEANDO. NO NOS VAN A QUEBRAR. La fuerza para no quebrarnos también proviene de los que nos acompañan hoy en esta plaza, de cada uno de ustedes, de los que en cada lugar de nuestro querido país están con nosotros y de los que día a día nos apoyan con su presencia o con su aliento en la lucha por la verdad y la justicia. A todos muchas gracias.
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