Ya pasaron muchas primaveras (hasta les llegó a los pueblos árabes)…No es fácil, para quien escribe esta columna, sintetizar décadas de genuflexadas de la autodenomina “Representación política de la Comunidad Judía”. Pero, dentro de mi gastado disco rígido, recuerdo (porque tengo las fotos y los textos originales) el libro “Brown”, encomendado (y generosamente aceptado y agradecido) al gran vendedor de best Sellers, Marcos Aguinis, con el fin único e indefendible de congraciarse con la armada nacional argentina, en el año 1977, cuando pasaban algunas en este país, se acuerdan?
Ese libro, entregado en manos, y acompañado con pitos y cornetas de la DAIA a los genocidas de entonces en los perfumados (con sangre) salones del edificio de la ESMA, dejaba en claro que los judiitos, éramos buenitos y que si nos mataban solo a 1500 entre los 30 mil, no estaba tan mal, y que, después de todo, algo malo habríamos hecho…
A metros de allí, en el extinto club CASA se reunía la Sra. Amalia Polack (líder de la femineidad judía por décadas) para confraternizar en un te canasta con la Sra. Alicia Raquel Hartridge de Videla (le suena), para recaudar fondos y ayudar a una escuelita (no judía, claro) del interior de; pais. La infaltable foto en la portada de la Revista WIZO de entonces nos mostraba el orgullo de nuestra dirigenta sentada al lado de la primera dama, sin percibir que a sus espaldas estaban tirando gente al río desde los aviones (Israelíes quizás), pero claro, como buena dirigente, siempre es mejor mirar hacia delante al futuro, y el futuro le deparó el nombramiento como funcionaria del Gobierno del también humanista General Roberto Viola.
Por ese entonces, los discursos de los dirigentes comunitarios hablaban de Derechos y de Humanos, y de que la condición de judíos estaba cuidada y se desarrollaba normalmente
Mientras, el Canciller Shamir vendía armas y pertrechos a Videla y sus buenos muchachos.
A veces, amigo lector, me vienen pesadillas y veo al ex embajador Itzjak Aviran comerciando con Menem, Corach y varios gobernadores de provincias, los acuerdos alcanzados por el contador Osvaldo Schwartzer (presidente de “Amigos de la
Universidad del Neguev en Argentina) y recaudando mas de 17 millones de dólares de los ATN (Adelantos del tesoro nacional) para la única embajada del mundo que pudo recibir algo de dinero, la de Israel, por supuesto.
También, miro las fotos (que guardo con pasión) donde nuestros lideres comunitarios brindan (en noviembre de 2001) con buen vino junto a Jorge “el fino” Palacios y otras honorables autoridades policiales de la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal. Debe ser (supongo) como agradecimiento a la tarea que desarrollaron durante los dos atentado que sufrimos los judiitos argentinos.
El tema da para mucho, pero lo de ahora, lo del reciente viaje a la ONU, acompañando a una Presidenta que (se sabía) iba a pedir por la creación de un Estado Palestino y que a la vez solicitaba reunirse con la cúpula del país que sueña con la desaparición del Estado de Israel, que niega el holocausto, y que esta preparando una bombita atómica, ME SUPERA.
Solo falta para mi suicidio periodístico que aparezca desde las sombras quien sigue titeretendo a los muñecos que dejó en el circo, Rubén Beraja.
Ahí sí, tiro la toalla, y grito fuerte, PERDI!!,,,Ahora que escriba otro colega, yo voy por mi Rivotril.
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