Adrián Sommaruga fue condenado a 22 años de prisión, culpable por el secuestro y mutilación de Ariel Strajman. De los otros implicados, 6 recibieron condenas de entre 16 y 5 años y 2 fueron absueltos. Sin embargo, las penas fueron menores a las que había pedido la Fiscalía y la querella. La Justicia condenó a 22 años de prisión a Adrián Sommaruga por el secuestro y mutilación de Ariel Strajman en octubre de 2002.
La querella había pedido 37 años y medio de cárcel para el principal sospechoso, mientras la Fiscalía había reclamado 30 años.
La pena fue aplicada por el Tribunal Oral Federal Nº 1, integrado por los jueces Mario Costa, Martín Federico y Jorge Gettas.
Sommaruga fue hallado responsable de los delitos de secuestro extorsivo agravado por el cobro de una suma de dinero como rescate, lesiones leves y graves, acopio de armas, encubrimiento y tenencia ilegítima de DNI ajeno.
De los otros imputados, integrantes de la denominada “Banda de los Patovicas”, 6 recibieron penas que van de los 16 a los 5 años y 2 fueron absueltos por el tribunal.
Los padres de Adrían Sommaruga, María Esther Gottig y Alberto Sommaruga, y su medio hermano, Diego Sibio, fueron encontrados partícipes secundarios. En tanto, Barlaro fue acusado del delito de encubrimiento
Pablo Sommaruga fue condenado a 16 años de prisión, Osvaldo Keroa a 14, Alberto Sommaruga a 5, María Esther Gottig a 6, Diego Sibio a 5, Nicolás Barlaro a 3 (que quedará en libertad porque ya cumplió con gran parte de la condena) y Diego Ferreyra y Claudio Abeiro fueron absueltos.
Pablo Sommaruga (hermano de Adrián) y Keroa fueron acusados de coautores de secuestro extorsivo agravado por cobro de rescate y lesiones leves y graves. Acompañando a la familia Strajman durante la lectura del veredicto estuvieron presentes varios padres de víctimas de la violencia y el secuestro. Juan Carlos Blumberg, padre del joven asesinado tras ser secuestrado en marzo pasado, y las Madres del Dolor Elsa Schenone y Marta Canillas.
Adrián Sommaruga insistió con su pedido de disculpas a Strajman, quien se retiró de la sala.
"Mi arrepentimiento es sincero y real. Entiendo el daño físico y psíquico que sufrió. Me solidarizo con él. Con las lesiones y la amputación, no tengo nada que ver", se defendió Sommaruga.
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