Un grupo alumnos de la Escuela ORT llegó al Hogar en Rosh Hashana y durante su visita repartieron sonrisas y mucho afecto a nuestros abuelos. Los chicos trajeron Kartisei Braja con motivo de la llegada del año nuevo judío. "Estas fiestas fueron definitivamente diferentes", afirma muy segura Sofía Aptekman, coordinadora del Servicio Social de Burzaco. "Entregué los kartisei el miércoles a la mañana en cada uno de los comedores. Recordamos la visita de ORT y les conté que las tarjetas fueron hechas por muchos de los compañeros que no habían podido venir. Comenté que las habían confeccionado en el recreo, no en el horario de matemáticas, lo que les causó un -"Ooooohh!"- de reconocimiento a los chicos. ¡Y cómo se emocionaron los abuelos cuando les leía las cartas repartidas al azar!. Cada uno tomaba el mensaje como algo personal y repetía algún deseo:" Que sea dulce., Que sea bueno"., según lo que le tocaba.
Como algunos residentes son no videntes se eligió para ellos los kartisim con más textura o recortes. Palpaban las tarjetas y las reconocían. Después de Rosh Hashana, los abuelos, en retribución, enviaron Kartisei Braja a los alumnos de la ORT, las que fueron leídas en las clases. Los jóvenes emocionados colocaron las tarjetas en una cartelera del aula y pidieron guardarlas como recuerdo. Una de las alumnas, Jacqueline, adoptó un residente como abuelo; Alberto Margulis ahora tiene una nieta adoptiva y recorre los pasillos del Hogar contándole a quien quiera escucharlo con lágrimas en los ojos: "Tengo una nieta, tengo una nieta!". Sin duda, Rosh Hashaná embriagó de espíritu judío al Hogar, donde todos vivenciaron la importancia de compartir una gran familia.
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