Carta enviada al Diario El Mer-curio de Santiago de Chile por el ex-embajador de Chile en Austria en respuesta a una carta de una lectora a proposito de la negacion de la existencia de campos de concentracion durante la 2a. Guerra Mundial. A Anita Deininger: Treinta años en Alemania y sigue siendo cien por ciento judía. Usted lo declara con orgullo en su carta dirigida a mí en este mismo diario. Cien años en Chile y usted seguiría sintiéndose judía. Esta es la diferencia, con todas las otras minorías raciales, que se asimilan con las naciones que las acogen. Los judíos forman un estado dentro del estado. Y ésta ha sido la principal razón de que los hayan expulsado de todos los países, desde tiempos inmemoriales. Sus intrigas, sus enredos, sus ansias de poder, los hacen indeseables. Luego, la eterna historia de los campos de concentración, las "torturas y los seis millones"... La más grande falsificación de la historia del siglo XX. Y existen aún otras más preparadas por ustedes para su propio beneficio. Los débiles cerebros de los "goim" han llegado a aceptarlas como dogmas, sin discusión ni análisis, sin pensar en los "efectos especiales" de Hollywood. ¿Qué no se podría hacer hoy con el avance de la tecnología para construir "pruebas" de esos asesinatos en las cámaras de gas, que usted "me invita a visitar"? Fui Embajador en Austria por varios años y ahí conocí la inexistencia de esos campos de tortura de que usted habla. También ahí supe que el famoso "Diario de Ana Frank" es falso y que jamás fue escrito por ella, porque el original está hecho con "bolígrafo", que no existía en el tiempo de esa guerra. He dicho, y lo sostengo aún hoy, que si una vez yo hubiera visto entrar a un judío a una cámara de gas, habría entrado con él. Quisiera creer que usted ha sido engañada, como la mayoría en este mundo, por un plan meticulosamente trabajado a objeto de hacer sus primeros víctimas de ustedes mismos y, en especial, los jóvenes judíos, llevándolos a odiar a los "goim" y al resto de los humanos. Porque si así no fuere, tendría que creer a nuestro gran historiador e investigador Nicolás Palacios, que afirma, en su extraordinario libro, "Raza Chilena", que el judío "no puede decir nunca la verdad". O aceptar a Mark Twain, quien pensaba que el judío era víctima de una grave enfermedad contagiosa, de la que había que salvar a Norteamérica. ¡Desgraciadamente, ya era tarde...! Miguel Serrano - EX EMBAJADOR DE CHILE EN AUSTRIA Estos malnacidos son escuchados por otros iguales que ellos. Es importante que todos se enteren que a pesar de todos los horrores vividos, existen aún hoy estos nazis monstruosos.
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