Durante la presentación de la obra "Copenha-gue", Pou y Beraja fueron víctimas de insultos en el Teatro San Martín La silbatina y los gritos los obligaron a retirarse de la sala. El primer agredido fue el ex titular de la DAIA, al ser identificado por una mujer. Luego, el público apuntó contra el ex jefe del Banco Central, que intentó resistir, pero debió irse.
Durante el intervalo entre los dos actos que componen la obra "Copenhague", en el Teatro San Martín, los espectadores pudieron presenciar un señalamiento público por partida doble. Eran las 21.30 y los asientos de la sala Casacuberta comenzaban a llenarse con el público que esperaba el desenlace de la obra, que relata un encuentro entre los físicos Werner Heisenberg y Niels Bohr durante la Segunda Guerra Mundial y sus dilemas éticos respecto de la construcción de la bomba atómica. Todo estaba en paz hasta que una señora (de unos 40 años, vestida con un sobrio vestido marrón) advirtió que entre los presentes estaba Rubén Beraja, ex presidente del desaparecido Banco Mayo y ex titular de la DAIA. Señalándolo, comenzó a increparlo, calificándolo de corrupto y de ladrón. La actitud de la mujer fue rápidamente imitada por la gran mayoría de los presentes, que empezaron a aplaudir y a pedirle a Beraja, de pésimo modo, que se fuera del lugar. Los gritos atrajeron a más gente, que se sumó al señalamiento, mientras Beraja se mantenía en silencio. Sólo intercambió algunas palabras airadas con una mujer que estaba sentada en la fila de atrás y que le gritaba, literalmente, en la oreja. Que pase el siguiente. Con el griterío apareció personal de seguridad del teatro, que logró convencer a Beraja de que abandonara la sala junto con cinco acompañantes, generando un cerradísimo aplauso y un muy festejado abrazo entre dos mujeres, una de ellas, la señora que señaló a Beraja por primera vez. Un par de funcionarios del San Martín ya respiraba aliviado, cuando se escuchó una voz queda que decía: "Si lo trataron así a Beraja, no sé qué van a hacer cuando vean que también está Pou acá..." Dicho y hecho: con un timing casi teatral, Pedro Pou ingresó en la sala para encontrarse con unas doscientas personas que lo rodeaban y le gritaban. El ex presidente del Banco Central, imperturbable, se sentó en su asiento y allí se quedó. Alrededor la gente aplaudía, lo insultaba, lo calificaba de corrupto y de ladrón, le escupía y le tiraba papelitos, mientras el segundo agredido de la noche no emitía palabra. Pou tampoco demostró intención de retirarse del lugar, ni siquiera cuando volvió a aparecer, cada vez más nervioso, personal del teatro. Se inició así una discusión entre ellos, mientras los espectadores entonaban diversos cantitos (uno de los más celebrados fue: "Que se vayan, que se vayan..."), silbaban, les sacaban fotos o golpeaban las paredes y el respaldo de los asientos para hacer más ruido. Cerca de las 22, Pou finalmente se levantó, ante el festejo de la sala, y abandonó el lugar acompañado de una mujer y protegido por personal de seguridad del teatro, en medio de vítores y una silbatina. Por fin, el segundo acto. Coreando "¡Argentina, Argentina!", los espectadores se sentaron finalmente en sus butacas para recibir a los actores Alicia Berdaxagar, Juan Carlos Gené y Alberto Segado, que intentaron iniciar el segundo acto. Pero debieron detenerse, atónitos, cuando una señora de la segunda fila se quejaba de que las agresiones contra Beraja y Pou habían demorado la obra. A esto siguió una nueva ronda de silbidos, un pedido de silencio, "por respeto a los actores", y, finalmente, la segunda mitad de "Copenhague". Ricardo Sametband.
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