DE LA RUSIA IMPERIAL A CARLOS CASARES
Nacido en la zona del Don de la Rusia Imperial, más propiamente en la ciudad de Taganrog, a orillas del mar de Azov (hoy República de Ucrania) un 20 de octubre de 1871, a la edad de 25 años, es contratado por la Jewish Contraction Argentina y llega a nuestro país para radicarse en Colonia Clara, cerca de Villaguay, provincia de Entre Ríos.
En el colegio de Concepción del Uruguay revalida su título secundario obtenido en Rusia en el Gimnasium de Nicolaiev y se inscribe en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Egresa en el año 1903, transformándose en el primer médico judío de la República Argentina.
Su tesis doctoral la desarrolla sobre tratamiento racional de la tuberculosis en la República Argentina.
En 1904 se radica en Colonia Mauricio, y en 1905 en Carlos Casares, donde nacen dos de sus hijos, Julio y María Amalia, que se suman a su otro hijo Alejandro nacido en Buenos Aires.
Desde la inquietud de la participación hace que sea profesor fundador del Colegio Nacional y Presidente de la Sociedad Israelita local, y ya el 1906 es nombrado médico de Policía.
Militante socialista orienta sus objetivos a usar su tiempo y su vocación a tareas culturales, sociales, deportivas y recreativas, desechando siempre los juegos de azar.
Funda el 30 de junio de 1916 el Centro Socialista de Carlos Casares junto con Antonio Mazzini, y es elegido primer Secretario General del mismo.
Escribe y relata como pocos la actividad de los primeros años de la colonia, aportando datos e historias de vida, el sacrificio, su vida en galpones, la realidad de todos lo días, de aquellos judíos que vinieron a estas tierras vírgenes cubiertas de pastos fuertes -adquiridas por la "Empresa Colonizadora Barón Hirsch"-, hasta la emancipación de los colonos y su posterior migración a la ciudad.
En 1914, se radica en la Capital federal continuando con su tarea filantrópica, su docencia y su vocación médica.
Demetrio Aranovich falleció el 21 de junio de 1945 en Buenos Aires. Su obra perdura en la memoria de todos los que aún valoran que un país se construye con ideas colectivas, con entrega, con estudio, con dedicación, con trabajo, más cuando en este principio de siglo XXI hay un aumento de casos de tuberculosis, enfermedad paradigmática de la pobreza y la ausencia del Estado en las políticas sociales. Puna enfermedad que combatió el Dr. Aranovich, desde su conocimiento, su compromiso político, luchando para que las condiciones de la sociedad fueran mejores, para que el bacilo sólo fuese un germen a combatir con antibióticos.
Por Cristina Suárez
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