(continuación)
Los líderes de ambos países, Abdallah y Mubarak, se reunieron en Sharem el-Sheij con el presidente sirio Bashar Assad en una mini-cumbre en la cual expresó apoyo a la iniciativa saudita, "honesta esperanza de paz" y "rechazo de todo tipo de violencia".
El rey jordano Abdallah también participó de la presión a Arafat y dijo en una entrevista a una cadena americana: "Nosotros presionamos a Arafat para que haga más. En este momento él debe invertir todas sus fuerzas en la lucha contra el terrorismo y empezar a mostrar resultados concretos. Creo que lo está empezando a entender, sino los palestinos perderán otra oportunidad".
Las promesas de Arafat fueron tomadas con pinzas en la AP y en el mundo. Si bien nadie espera realmente que se hagan reformas de fondo, Arafat cambió su discurso y entregó lo que se le pedía. Creó un poder judicial independiente, formó una comisión para que redacte las reformas necesarias y prometió celebrar elecciones a la brevedad.
Obviamente estas "reformas" no son las que esperaba el gobierno de Sharón, quien de hecho pedía el reemplazo de Arafat por otra dirigencia. Estas "reformas" quizá conformen más a europeos y norteamericanos que pretenden un proceso de democratización, que dudosamente se lleve a cabo.
Los diputados palestinos más militantes contra Arafat, como Nabil Amer y Abd el-Jauad Salej, proponen esperar a ver que pasa, pero saben bien que la lucha de poder dentro de la AP no es en el parlamento sino entre la dirigencia "de adentro y la de afuera".
Uno de los hombres más allegados a Arafat durante el sitio, Hasan Asfur, fue atacado y herido por cinco enmascarados palestinos. Se estima que los responsables son miembros del Tanzim, grupo armado del Fataj que dominó la lucha durante la Intifada y que quería enviar un mensaje también a los otros dos hombres que permanecieron cerca de Arafat: Muhamad Rashid y Muhamad Dajlan.
Este ataque refleja la lucha interna palestina entre el Tanzim, jóvenes nacidos en los territorios que gozan de la popularidad en la calle pero no tienen puestos en el Gobierno; y el llamado "grupo de Tunisia", dirigentes que vinieron con Arafat de Túnez y gozan de todos los privilegios del Gobierno aunque no tanto de la simpatía de la calle.
Por el momento se estima que ninguno de los grupos palestinos está dispuesto a poner en peligro la dirigencia de Iaser Arafat. Arafat sigue y seguirá siendo el símbolo de la lucha palestina, seguramente hasta el día de su muerte. Y esta quizás es la emboscada del presidente de la AP. El símbolo de la lucha debe morir en la lucha y tiene mucha dificultad en pasar a ser un dirigente político capaz de crear y gobernar un estado.
Tras los acuerdos de Oslo muchos creían que eso se había logrado, pero ocho años de gobierno autónomo palestino se vislumbran cada vez más como un fracaso.
La dirigencia palestina que cree en la posibilidad de arribar a una solución al conflicto por medio de negociaciones hacia un Estado palestino deberá encontrar la forma de que el símbolo continúe siendo símbolo, mientras otros se ocupan del pragmatismo político.
Expediente Arafat
El llamado "expediente Arafat" es un documento de cerca de 100 páginas redactado por el ministro Dany Nave, en el cual se especifican las relaciones directas del presidente de la AP con las actividades terroristas contra Israel.
El documento fue elaborado especialmente para el viaje del premier Ariel Sharón a Estados Unidos a principios de mayo, y su objetivo fue demostrar al mundo que Arafat es responsable de acciones terroristas y por lo tanto no es un partener para entablar negociaciones de paz.
El informe se basa en cientos de documentos recopilados por el ejército israelí durante el operativo "muro de defensa", y en los testimonios de miles de palestinos arrestados durante esa incursión militar.
El expediente, que incluye fotos de documentos, armas y laboratorios de explosivos, afirma que Arafat financió personalmente atentados terroristas. A esos efectos utilizó dinero donado por la Unión Europea, parte del cual llegó a los bolsillos de los diversos líderes palestinos.
Junto a Arafat el informe acusa a tres funcionarios de la AP: el comandante de los servicios de inteligencia en la Margen Occidental, Taufiq Tirawi; el comandante del Fataj en la Margen Occidental, Maruan Barguti (ya detenido por Israel) y el encargado de las finanzas, Fuad Shubaki, encarcelado en Jericó.
El expediente presenta cartas firmadas por Arafat en las cuales autoriza la ayuda financiera de miembros del Tanzim como por ejemplo Raed Carmi (responsable de varios atentados y luego liquidado por Israel).
Se habla también de colaboración entre los servicios de inteligencia palestinos y organizaciones como el Hamas y la Jihad Islámica para el traspaso de información y provisión de armas.
Un capítulo está dedicado a la corrupción en la AP, resaltando el abismo existente entre la situación económica del pueblo y el lujo en el cual viven los dirigentes.
En el informe se señala a Irán, Irak, Siria y Arabia Saudita como países que apoyan con recursos financieros a los terroristas y se resalta que "si Arabia Saudita quiere ser patrocinadora del proceso de paz debe desvincularse de las organizaciones terroristas".•
Hugo Zuckerberg
Director Gral. del ISSI (Instituto Superior de Seguridad Israelí). Especialista en: Protección y Planificación VIP para Eventos; Evacuación, Escape y Rescate de víctimas. Antiterrorismo, Antisecuestro.
Ref: Inda Slonimsky
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