Esta semana he viajado a Galicia para dar una serie de conferencias en universidades, en un colegio mayor y para los miembros de la Asociación Gallega de Amistad con Israel (AGAI). Este tipo de viajes y conferencias es parte integral de mi agenda de trabajo. Desde mi llegada a España impartido más de 50 en distintos foros, con distintos públicos y siempre han transcurrido con normalidad y han generado un diálogo muy interesante entre la Embajada y distintos grupos de la sociedad española.
Sin embargo, eso no es lo que ha sucedido en la Universidad de Vigo. La Facultad de Económicas de esta Universidad me invitó a hablar sobre las Relaciones entre España e Israel en el marco del 25 aniversario de su establecimiento pero, al llegar a la sala destinada a tal efecto, me estaba esperando, además del grupo de alumnos y profesores para escucharme, otro de unos 15 manifestantes ruidosos y violentos con pancartas y una bandera palestina (*). Debido a la actitud agresiva de estos últimos y al constatar que estaba en peligro la integridad de aquellos que habían venido a escuchar, tomamos la decisión de suspender el acto.
En relación a este hecho, quiero decir tres cosas:
• Creo que este tipo de violencia en la Universidad y las consecuencias que se derivan hacen que este sea un día triste para la democracia, para la libertad de expresión y para la propia Universidad. ¿En qué queda la Universidad si no es un espacio dedicado al debate, a la libertad de ideas y a la libertad de expresión?
• Agradezco mucho la actitud de la Facultad de Económicas por invitarme a su casa y por intentar llevar a cabo el acto a pesar de las presiones previas y las amenazas violentas pero, especialmente le agradezco al decano su sensibilidad cuando me expresó su avergonzamiento por los acontecimientos acaecidos en su facultad.
• También estoy agradecido al propio grupo de los violentos, ya que convirtieron la visita del Portavoz de la Embajada de Israel a Galicia en un acontecimiento mediático. En lugar de hablar con unos pocos alumnos y profesores de una Facultad de Vigo, he sido entrevistado por 9 medios de comunicación gallegos; entrevistas que, si bien empezaron con una condena a los violentos, luego constituyeron 9 oportunidades de presentar ampliamente a todo el público gallego el punto de vista israelí en muchos y diversos temas. Pero, además de trasladarles mi agradecimiento, quiero prevenirles de que es posible que mañana les acusen de ser agentes del Mossad debido a la gran contribución que han realizado al trabajo de la Embajada de Israel. Si se da el caso, debo decirles que yo no estaré allí para defenderles y desmentir tales acusaciones.
Llegados a este punto, quiero terminar contándoos que ayer estuve recordando uno de los poemas de Martin Niemöller y parafraseándole diría que hoy se ha limitado mi libertad de expresión por ser israelí, ¿a quién le tocará mañana?
(*) Si su intención al enarbolar la bandera palestina es ofenderme, nada más lejos puesto que tanto yo como el Estado de Israel apoyamos la creación de un estado cuya bandera será esa.//
* Portavoz de la Embajada de Israel en España
www.porisrael.org
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