El impacto de la crisis se vio reflejado en un aumento de la demanda de asistencia comunitaria. La Fundación Tzedaká, junto con el American Joint Distribution Committee y otras instituciones brinda una red asistencial que permite dar respuesta a muchas de la necesidades más acuciantes de los judíos argentinos.
"Nunca imaginé que tendría que venir a pedir asistencia. No recuerdo una situación como ésta en el pasado. En este país había trabajo, salud, algún bienestar...Ahora, los que tenemos más de 60 y somos hijos de inmigrantes que llegaron huyendo del hambre y la guerra, hoy vemos cómo después de mucho trabajar y luchar en este bendito país, de pronto un día ya no podemos disponer de nuestros ahorros, no conseguimos trabajo, ya no podemos pagar la obra social, estamos en riesgo de perder nuestra vivienda, no nos alcanza el dinero para comprar los medicamentos que necesitamos y empezamos a sentir que nos hundimos en el caos más absoluto. Lo que despierta más impotencia es la falta de futuro de nuestros hijos que merecen una oportunidad...". El relato es de Dora, beneficiaria de uno de los programas de asistencia social de la Fundación Tzedaká que, junto con el American Joint Distribution Committee desarrolla una extensa red de contención social para los judíos argentinos afectados por la crisis. Como Dora, otros 50.000 miembros de la comunidad judía sufren las consecuencias de la grave situación socioeconómica que atraviesa la Argentina.
Una respuesta a tiempo
A mediados de la década del '90, ante el contexto de incertidumbre que empezaba a gestarse en la Argentina, la Fundación Tzedaká advirtió que se hacía necesaria una acción coordinada que permitiera organizar el trabajo de las entidades solidarias que atendían las nuevas necesidades. El progresivo aumento del desempleo y la precarización laboral que habían empezado a ensanchar el segmento de la población excluida, empezaba a golpear duramente a las familias judías de la clase media, conformadas en un gran porcentaje por comerciantes, además de profesionales y trabajadores autónomos. Así aparecieron los nuevos pobres dentro de la comunidad, enfrentados con la difícil realidad de asumir que su situación económica había cambiado al punto de no poder cubrir sus gastos de salud, educación y vivienda. Venciendo la dificultad de aceptar la nueva situación y a la vergüenza de admitir que necesitaban ayuda, encontraron contención a través de instituciones como la Fundación Tzedaká y su red de organizaciones asociadas. "El diagnóstico certero hecho a tiempo junto con la experiencia adquirida en la implementación de los programas sociales nos permitieron estar preparados para anticipar una respuesta a los miembros más desprotegidos de nuestra comunidad", observa Silvia Lewi, responsable, junto con Héctor Mochón, del Consejo de Desarrollo Social de la Fundación Tzedaká ( CODES ). El CODES, integrado por miembros de la Consejo de Administración y otros voluntarios de la Institución, gestiona y supervisa el funcionamiento de los Programas Sociales, los cuales están a cargo de un equipo profesional liderado por la licenciada Nora Blaistein. Cuando estalló la crisis ya existía una red interinstitucional que sentó las bases para poder enfrentar el proceso de desintegración social que se profundizaría a lo largo de todo el 2002. De hecho, en sólo 7 meses los argentinos sufrieron una reducción del 70% del acceso a la canasta básica familiar. Para la comunidad judeoargentina, además, redundó en un incremento en su número de pobres: se estima que en un año creció de 38.800 a 49.555, cifra que representa el 25% de la población judía. Al respecto Mochón señala: "El impacto de la crisis se vio reflejado en un aumento impactante de la demanda de asistencia comunitaria". El dirigente, explica que los programas de la Fundación Tzedaká se desarrollan a través de un modelo de gestión descentralizado que consiste en el funcionamiento de Centros de Atención Social Solidaria (CASS), abiertos en asociación con instituciones de base de la comunidad, tanto religiosas como laicas, sefaradíes y askenazíes. A éstos se suma la asistencia que brindan los Centros de Atención Voluntaria (CAV), en los que participan activamente voluntarios que cuentan con supervisión y orientación profesional. "La participación, tanto de los profesionales, como de los voluntarios y de los propios beneficiarios formando equipos de trabajo, es una de las claves para recomponer los lazos sociales", agrega Silvia Lewi. Actualmente la red asistencial de Tzedaká-Joint incluye 56 centros de atención, que brindan a miembros de la comunidad de todo el país distintas prestaciones: medicamentos, alimentos, orientación social, empleo, subsidios de emergencia, asesoramiento legal, integración comunitaria, ayuda para la vivienda y tratamiento psicológico. En muchos de éstos se ofrece ayuda escolar y se distribuyen juguetes, muebles, electrodomésticos y ropa. Los Programas Sociales de la Fundación Tzedaká, que se desarrollan conjuntamente con otras instituciones, hoy permiten que más de 16.000 personas por mes reciban asistencia. La situación es alarmante y no parece haber perspectivas de que se resuelva en el corto plazo. Dentro de ese contexto, sin embargo, existe dentro de la comunidad judía, la percepción de que es posible construir un futuro. "Todos somos responsables por nuestros hermanos y, como judíos, los que pertenecemos a esta generación, no podemos ignorar la obligación que tenemos de aliviar el sufrimiento de quienes hoy más padecen esta situación difícil", reflexiona Mochón. "Creo que de algún modo, todos en la medida de nuestras posibilidades deberíamos contribuir para hacer menos dura la realidad de nuestros semejantes", agrega. Seguramente, gracias a las actitudes solidarias, a la red de asistencia social montada por Fundación Tzedaká y el Joint, al compromiso de todas las instituciones por fortalecer los lazos sociales, a posibilidad de aliá y a la magnitud de la ayuda internacional, los judíos en Argentina sabemos que no estamos solos..
Cómo colaborar
Con sólo una llamada Usted puede hacer mucho: 0810-88-TZEDAKÁ (89332) www.tzedakáonline.org
Números que hablan
200.000 personas es la población judía en todo el país. 50.000 judíos aproximadamente se encuentran por debajo del nivel de pobreza. 16.869 personas por mes en todo el país prestaciones sociales de la Fundación Tzedaká. 56 instituciones de la comunidad suman su esfuerzo. 1.200 voluntarios colaboran para lograr estas acciones.
Red asistencial de Tzedaká-Joint
16 Centros de Atención Solidaria - CASS- 23 Centros de Atención Voluntaria -CAV- en Capital Federal y Gran Buenos Aires 17 Centros de Servicios Básicos en el interior del país, junto con AMIA 1 Farmacia Comunitaria "Refuot" 1 Servicio de Atención Legal 1 Centro de Empleos y Microemprendimientos "Ariel Job Center" 1 Programa de Viviendas Sociales "Barrio Guernica" 1 Oficina de Enlace para Promover la Aliá, junto con Sojnut
Una ayuda que crece (datos actualizados al mes de octubre) Tzedaká año a año 1999, 2000, 2001, 2002 Cantidad de familias asistidas 1.049, 2.773, 3.797, 7.361 Cantidad de beneficiarios 3.049, 2.773, 11.391, 16.869 Cantidad de centros asistenciales 7, 42, 46, 56 Cantidad de voluntarios 250, 840, 960, 1.200
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