Juan Carlos Kreckler, que se encargaba de Ceremonial en la Cancillería, un cargo que ya había ocupado en los '90. Entre medio, fue embajador en Dinamarca y Austria, de donde tuvo que volver a la Argentina por defender a un neonazi. El Gobierno oficializó la designación de Juan Carlos Kreckler como embajador argentino en Moscú, con lo cual el diplomático volverá a alejarse de su hermano Luis María, secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería y número tres de la Cancillería. Los antecedentes del flamante embajador en Rusia, cuyo placet ya fue aceptado y que es diplomático de carrera y licenciado en Filosofía y Letras, no están exentos de algunos pasajes polémicos. Para ir a Moscú, Juan Carlos Kreckler dejará el área de Ceremonial de la Cancillería, un cargo que ya había ocupado en los '90, durante el gobierno de Carlos Menem, y que volvió a ocupar cuando su predecesor, Marcelo Pujó, tuvo que renunciar después de que el juez Norberto Oyarbide lo citara a indagatoria por asociación ilícita en la causa que investigaba la importación y nacionalización irregular de autos de lujo con franquicia diplomática. Antes de volver al país para encargarse desde Ceremonial de coordinar los viajes al exterior de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Krecler había sido embajador en Dinamarca. Y antes aún, embajador en Austria, de donde tuvo que volver al país en el año 2000 convocado por el entonces canciller Adalberto Rodríguez Giavarini porque, en un memorando, había aseverado que el líder neonazi austríaco Jorg Haider (fallecido en 2008) no era "un político extremista ni neonazi" sino un "demócrata". La designación de Kreckler en Moscú fue oficializada a través del decreto 495, firmado por Cristina y Timerman y publicado en el Boletín Oficial. A través del decreto 493, en tanto, José María Vásquez Ocampo, ex representante en Haití y ex secretario de Asuntos Militares durante la gestión de Nilda Garré en Defensa, fue designado embajador en Bélgica.
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