Mientras millones de aficionados al fútbol de todo el orbe, aguardan con avidez y enorme expectativa el mega evento Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010 que se jugará entre el 11 de junio y el 11 de julio de 2010, y ansían disfrutar y deleitarse con el encumbrado jugador argentino figura del Barcelona de España, Lionel Messi , y otras figuras rutilantes del más popular de los deportes, el grupo terrorista del norte de África de Al Qaeda en el Magreb Islámico, ha amenazado con atacar este verano a las selecciones nacionales de diferentes países occidentales.
La información recogida por CBS NEWS y diversos medios internacionales, fue dada a conocer inicialmente por Mushtaqun Lel Jannha, (Anhelo al Paraíso) la revista de Jihad online. En ese verdadero pasquín, que trasunta un ostensible odio y desprecio a los “infieles” y evidente mentalidad asesina, la célula terrorista invocando a Alá, expresa lo maravilloso que sería ver explotar una bomba en el transcurso de uno de los partidos del Mundial.
“Qué increíble sería que cuando se transmita en vivo el partido Estados Unidos vs. Inglaterra, en un estadio repleto de espectadores retumbase en las tribunas el sonido de una explosión, todo el estadio se pondría patas arriba y el número de cadáveres se contaría por decenas y cientos, si Alá quiere”. “Al Qaeda tendrá una presencia en los juegos, si Alá lo dispone”, resalta el grupo luego de recordar todos los atentados de los que se hicieron responsables en los últimos meses. Además de norteamericanos y británicos, los seleccionados de Francia, Alemania e Italia también están entre los “objetivos”. “Todos estos países forman parte de la campaña Sionista-Cruzada contra el Islam”, argumentan. Al Qaeda dice que van a utilizar algunos explosivos indetectables que serán capaces de eludir los controles de seguridad en los juegos. En un mensaje enviado al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, equivocándose en su apellido, los terroristas declararon: "Todos los controles de seguridad y aparatos de rayos X que Estados Unidos va a enviar después de leer este artículo no serán capaces de detectar explosivos como estos que planeamos usar en el estadio, por una simple razón, que vamos a anunciar en su momento". La declaración pareciera contradecir directamente al presidente de la FIFA quien aseguró que todo estaría bajo control. Sudáfrica había anunciado en octubre pasado que sus fuerzas de seguridad habían frustrado un complot de Al Qaeda para llevar a cabo un ataque terrorista durante la Copa Mundial de fútbol 2010. De acuerdo con informes publicados entonces, la Agencia Nacional de Inteligencia de Sudáfrica, las fuerzas superiores de la policía y los agentes estadounidenses en forma conjunta realizaron la operación que condujo a la detención de un número de sospechosos vinculados con el grupo en Somalia y Mozambique, aunados en un complot para llevar a cabo ataques con bombas durante los juegos.
La declaración publicada en Mushtaqun Lel Jannha, también destaca las recientes acciones del grupo terrorista, como el atentado suicida de diciembre, que mató a siete empleados de la CIA y un agente jordano en una base en el este de Afganistán en diciembre pasado y el intento de atentado el día de Navidad que dio como resultado la detención de Umar Faruk Abdulmutallab, el joven nigeriano que intentó hacer estallar el 25 de diciembre de 2009 un avión de Northwest Airlines, que cubría la ruta Amsterdam-Detroit.
El Comité Organizador de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010 de la FIFA, ya se inquietó cuando el 3 de abril del corriente año fue asesinado a machetazos por dos de sus empleados Eugene Terreblanche, quien fue líder del movimiento racista de supremacía blanca, Afrikáner Weerstandsbeweging, mejor conocido como AWB, que quería crear tres repúblicas totalmente habitadas por blancos en Sudáfrica, a las que sólo se permitiría la entrada a los negros como trabajadores huéspedes. Azuzando un agravamiento del conflicto interracial, sus seguidores, que clamaron venganza, exhortaron a los países que participan del Mundial a no enviar sus planteles a “una tierra de homicidios”.
La irrupción y amenaza de Al Qaeda, naturalmente intranquiliza a Sudáfrica, pero mucho más a las naciones occidentales aludidas por los terroristas.
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