El horror nazi y el odio anti judío revivieron el jueves 1 de abril (jueves santo)
Aparecieron grafitis en paredes de la ciudad de Santa Teresita, con cruces esvásticas y leyendas antisemitas justo en cercanías de un sitio donde se festejaba Pesaj.
Unas 200 fieles celebraban Pesaj, con su peculiar gastronomía “kasher”, en un hotel de Santa Teresita, ciudad atlántica ubicada a 360 kms de Buenos Aires, y por la noche escucharon barullo en la calle, motos que pasaban frente al hotel y gritos hostiles.
Al levantarse el jueves por la mañana y salir a dar un paseo se encontraron con la sorpresa: en varias paredes de las inmediaciones del hotel habían florecido las pintadas de "¡Morten Juden!" [muerte a los judíos en alemán] y la tétrica cruz del III Reich.
En Argentina vive la segunda comunidad judía más numerosa de América, luego de los Estados Unidos. En 1992 y 1994 sendos atentados terroristas contra la embajada de Israel y la mutual AMIA, respectivamente, causaron 29 y 85 muertos, más centenares de heridos.
Por el segundo de esos ataques, la Justicia argentina acusa y ha pedido la captura internacional del actual ministro de Defensa de Irán Ahmad Vahidi, y otros siete iraníes. Por su parte, Teherán niega los cargos y se ha negado a la realización de un juicio en un tercer país.
Refugio de criminales nazis
Justamente en Santa Teresita donde aparecieron las pintadas, fue descubierto en 1998 Dinko Sakic, un croata nazi de 76 años, acusado de haber dirigido de 1942 a 1944 el campo de concentración Jasenovac, instalado en territorio croata por el régimen fascista Ustashi, aliado de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, en una zona independiente establecida en Croacia entre 1941 y 1945.
En Jasenovac asesinó medio millón de personas de origen judío, serbio y gitano, cifra que lo ubica en el tercer lugar de los campos de concentración nazis. Sakic era un conocido degollador y Argentina lo extraditó a Croacia, donde falleció.
Después de la Segunda Guerra Mundial los jerarcas del III Reich, Adolf Eichman y Josef Mengele, más otros 66 criminales de guerra nazis consiguieron refugio en Argentina.
Eichmann ingresó con un pasaporte italiano falso a nombre de Riccardo Klement el 14 de julio de 1950 en el vapor "Giovanna C" y Mengele, con el nombre Gregor Helmut, el 20 de junio de 1949 en el buque “North King”.
También el criminal de guerra nazi y ex oficial de las SS, Erich Priebke llegó al puerto porteño con un pasaporte de Letonia bajo el nombre Otto Pappe el 14 de noviembre de 1948 en el barco "San Giorgio".
De esos tres alemanes nazis, Priebke es el único vivo aún. Purga condena a prisión perpetua en Italia por la matanza de las Fosas Ardeatinas, en 1944 a las afueras de Roma donde fusilaron a 335 italianos en venganza por un ataque de la resistencia contra las tropas de ocupación.
Eichman, que organizó la deportación de millones de judíos a campos de exterminio en Europa, se radicó en el barrio bonaerense de San Fernando y llegó a trabajar en la planta local de la automotriz Mercedes Benz. Fue capturado el 11 de mayo de 1960, al bajar de un autobús por un grupo comando del Mossad. Los agentes lo mantuvieron durante 9 días cautivo y lo sacaron de Argentina, drogado y dormido, en un vuelo de la línea aérea israelí El Al.
En Tel Aviv fue sometido a un juicio oral y público por sus crímenes. Se defendió con el argumento de que había sido un ejecutor de órdenes superiores. Murió ahorcado el 31 de mayo de 1962.
Mengele, el médico de las mutilaciones y experimentos biológicos a prisioneros en Auschwitz. estuvo prófugo del juicio de Nüremberg a los jerarcas nazis. Vivió tranquilamente en Argentina y el entonces presidente Juan Perón admitió que en su residencia solía recibir a «un especialista en genética...doctor Gregor» que lo entretenía con «el relato de sus maravillosos descubrimientos». Falleció en 1979 en Brasil.
La idea de la ‘pampa nazi’ fue ideada por Perón. “Les hicimos saber a los alemanes que les íbamos a declarar la guerra (ya en 1945) para salvar miles de vidas”, confesó Perón en Madrid en 1970. “Intercambiamos mensajes con ellos a través de España. Franco entendió de inmediato nuestra intención y nos ayudó». Para los pasaportes, colaboró el jefe de policía de España, Agustín Muñoz Grandes.
La huida de Europa de los jerarcas nazis se montó a través de la llamada “ruta de las ratas”, con la ayuda del Vaticano, por el puerto de Génova y la activa intervención de la red Odessa, en Argentina.
El cardenal primado de Argentina, arzobispo Santiago Copello, movió influencias con su amigo Perón y en 1946 también hubo visas de ingreso a 7.250 croatas, entre ellos 15 asesinos en serie, del régimen ustachi (pronazi) de Ante Palevic en Croacia.
Incluso hasta hubo un argentino en el gabinete de Hitler. El ingeniero agrónomo Walther Darré, nacido en Buenos Aires, fue Ministro de Agricultura del III Reich e ideólogo de algunas teorías raciales.
D.S
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