Sra. Pérez Oliva:
Que la prensa española en su conjunto distorsiona la realidad del conflicto entre israelíes y palestinos es tan auténtica como que su diario, El País, acumula imprecisiones y deformaciones que también pertenecen al conjunto de manipulaciones que representan una auténtica estafa informativa para el lector español, diga lo que diga el sr. Muñoz, que también tiene lo suyo aunque no le guste verse señalado.
Todavía está por leer en las páginas del diario en el que usted ejerce como Defensora del Lector, la corrección sobre el fantasioso ataque contra instalaciones de la ONU en Gaza, suceso que la misma organización ha puesto en entredicho fechas atrás. Todavía está por leer en las páginas de su diario el informe final del sr. Louis Michel, enviado por la Unión Europea a la zona en el que se cuestiona y relativiza los daños a las infraestructuras civiles en Gaza, apuntando a instalaciones de los terroristas de Hamás como objetivo preciso y cuya destrucción ha resultado tan perjudicial para dicha organización. Todavía está por leer en las páginas de su diario cómo Hamás ha tomado la revancha y venganza entre sus mismos hermanos en Gaza, miembros de Fatah, a los que ha ejecutado públicamente, masacrado, eliminado, perseguido y aterrorizado ante la “objetiva” mirada periodística del sr. Muñoz que parece disponer de una particular ceguera que le impide ver los crímenes de Hamás contra su mismo pueblo al que dice defender, mientras posee de amplia capacidad visual para denunciar los “excesos” del Tzahal. Todavía está por leer en las objetivas crónicas del sr. Muñoz que la población de Gaza está harta de la situación pero no puede hablar libremente por la presión y la persecución a que se ven sometidos cuantos discrepan del sr. Haniye y los suyos, excelentes ejemplos de liberticidas y terroristas seudodemócratas.
Sra. Pérez Oliva, le verdad suele escocer y la que señala el sr. Embajador Schulz más porque apunta claro y duro y hasta la fecha pocos embajadores de Israel se habían atrevido a poner el dedo sobre la llaga y ésta no es otra que la permanente y maliciosa desinformación que se vierte cotidianamente en las páginas de los diarios españoles, acompañada de un peligroso veneno llamado antisemitismo que seguramente usted rechazará, como es de suyo para quien no quiere admitirlo, pero que haberlo, haylo.
Con mis respetos pero con toda mi enérgica queja también.
Miguel Martín Martínez
17682617-X
Zaragoza- España
10 de abril 2009
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