MUY BUENA. Fue la repercusión que tuvo la visita del comisario Jorge "Fino" Palacios al Estado de Israel. Es que el jefe de la DUIA (Departamento Unidad Investigativa Antiterrorista), fue invitado por los organismos de inteligencia de ese país - el Mossad entre ellos-, para conocer los últimos secretos de ese espinoso gremio. Curioso como buen investigador, Palacios prefirió vivir de cerca el trabajo en esas complicadas líneas de frontera dejando por un momento de lado el tour por las citadinas oficinas, quizás pensando como aplicar lo aprendido en nuestra "Triple Frontera", uno de los nuevos objetivos de la seguridad global. Pero el desafío que lo espera próximamente no son los peligrosos terroristas sino el ríspido debate que viene levantando temperatura en el juicio AMIA. Sabedor de que del éxito de su labor dependen muchas de las razones para que Ribelli y sus muchachos sigan presos, su figura estará expuesta a las filosas preguntas de los defensores, quienes con lógica procesal, buscarán debilitar la investigación sobre el incremento patrimonial de los acusados, encabezada, precisamente, por Palacios. Será por eso que el presidente de la DAIA, José Hercman, que no es de regalar halagos, expresó un decidido apoyo a la labor del jefe antiterrorista: "desde que Palacios está en el cargo, se produjeron notables avances en la investigación, se nota un gran impulso en la misma". Todos tienen algo con qué disparar, incluso objetarán la lógica relación humana que supieron construir con el juez Galeano después de compartir tantas horas de trabajo en esta causa con múltiples cicatrices. Pero la búsqueda de la verdad parece tener estos costos. Es que después del caso "De Gamas" el banquillo de los testigos tiene un tapizado de cactus.. Fte.:diariodeljuicio.com
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