The Wall Street Journal publicó una no-ta de opinión de la profesora Anne Bayefsky, miembro del Board de UN Watch. A continuación encontrarán una versión editada, reproducida con permiso de OpinionJournal.com, un website del Dow Jones & Company, Inc. La versión original puede ser vista en dicho website fechada 28 de abril. Las relaciones entre la ONU y los Estados Unidos parecen ser imposiblemente complejas dado el debacle del Consejo de Segu-ridad tanto antes como después de la guerra con Iraq. Ellas pueden ser reducidas, sin embargo, a un tema central: valores compartidos. La Carta de la ONU está arraigada en los principios esenciales de la igualdad entre los seres humanos, y las naciones. La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 expone estándars universales de derechos humanos. Los Estados Unidos, como miembro fundador, consideró tales principios de derechos hu-manos consistentes con los valores norteamericanos. El fiasco iraquí de la ONU exige una respuesta a la pregunta ambigua acerca de cómo organismos de la ONU han actuado en contra de esos principios indispensables y fijos. ¿Es aún cierto que los norteamericanos pueden anticipar una agenda central común? Con la conclusión de la sesión anual de la Comisión de Derechos Humanos la se-mana pasada, el récord ha-bla por sí mismo. La Comisión es el organismo primario responsable por la protección de derechos humanos. El actual titular es Libia. Sí, Libia. Además de Libia, tres estados que figuran en el listado de países esponsoreadores de terror del Departamento de Estado norteamericano, son miembros: Cuba, Sudán, Siria. El 15 de abril, la Comisión adoptó una resolución que sancionaba el uso de "to-dos los medios disponibles incluyendo la lucha armada" -que incluye atentados suicidas- como una táctica legítima contra los israelíes. Solo cinco países, in-cluyendo a los Estados Unidos, votaron en contra. El Reino Unido y Francia se abstuvieron, y Rusia la aprobó. Más de un cuarto de las resoluciones de condena contra violaciones a los de-rechos humanos de los estados adoptadas por la Co-misión durante los últimos 30 años, han estado dirigidas contra Israel. Nunca ha habido una sola resolución contra China, Siria o Arabia Saudita. La actual sesión finalizó derrotando una re-solución de crítica contra Zimbawe, y eliminando el cargo de 10 años de antigüedad de relator especial sobre los derechos humanos en Sudán. Esto, a pesar de un reporte del relator de la ONU sobre tortura, donde informaba a los miembros de la Comisión de la práctica sudanesa de "amputación cruzada": amputar la mano derecha y el pie izquierdo por robo armado, y varios casos de mujeres lapidadas a muerte por supuesto adulterio. Los propios encuentros de la Comisión son una plataforma para la incitación al odio y la violencia. El representante cubano demandó acción contra "el caso más crítico de... violaciones masivas y flagrantes a los derechos humanos [y] de la institucionalización sistemática del racismo; el de Estados Unidos". El delegado argelino dijo: "La maquinaria de guerra israelí ha estado intentando por cinco décadas arribar a una solución final". El representante palestino pidió por la "eliminación" del "nazismo sionista". Esperanza por la integridad del programa de derechos humanos de la ONU ha sido puesta por muchos sobre los expertos independientes de la ONU y cuerpos de tratados. Pero el sistema de la ONU ha afectado su independencia. El año pasado la propia Comisión insistió en nombrar al relator especial sobre racismo, y de esa manera se aseguró que sus reportes lidien con discriminación contra árabes y musulmanes, a pesar del arco actual de racismo e intolerancia religiosa a lo largo y ancho del mundo. En febrero, la candidata egipcia al Comité sobre los Derechos del Niño fue electa con el mayor número de votos. Esto, aunque los estados habían sido informados por la organización no gu-bernamental líder sobre los derechos de los niños que las "ONGs sienten que ella no es demasiado conocedora o confiable respecto de los temas... debido a su fuerte afiliación e historia con el gobierno egipcio". Lo lamentable no es solamente que la ONU es un líder fallido en torno a la protección de derechos humanos, sino que ella misma es un substrato de xenofobia y agresión. Es-tados Unidos paga el 22% del presupuesto regular de la ONU. Sin embargo, la ONU de hoy día opera en oposición fundamental a los valores de Norteaméri-ca; y a sus propias bases universales de derechos humanos.. Fte.: unwatch@unwatch.org
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