En un año con elecciones de por medio las cuales despiertan antes, durante y después un panorama muy grande de incertidumbres, resulta muy extraño que alguien con criterio en el mundo de los negocios compre la mitad de un grupo ultraoficialista que depende de la pauta de la pauta oficial para mantenerse, como es el Grupo 23 de Sergio Szpolski.
Es por ello que llama la atención y debe ponerse bajo la lupa que busca el empresario Matías Garfunkel cuando, no sabiendo cuál es el resultado de las elecciones de octubre 2011, decida invertir US$ 12,5 millones (tal vez para él es una cifra insignificante pero relevante sin dudas) para quedarse con el 50% de la empresa de uno de los mayores beneficiarios de la pauta oficial.
Todos los medios de Szpolski, los diarios “Tiempo Argentino” y el gratuito “El Argentino”, los semanarios “Veintitrés”, “Miradas al Sur”, licencia local de “Newsweek”, Radio América, la señal de cable CN23 y “Cielos Argentinos” (la publicación que se distribuye en Aerolíneas Argentinas) están plenamente identificados con el kirchnerismo por lo cual, además de tener baja circulación, no poseen credibilidad alguna como marca a futuro más allá del resultado de las elecciones.
Sin credibilidad, sin mayor inversión publicitaria para su sustento y sin penetración en la sociedad qué sentido puede tener entonces una inversión como la realizada por Matías Garfunkel, hijo de Jorge Garfunkel, el banquero que creó el Banco del Buen Ayre (luego vendido al Itaú).
Según se comenta, “Juan Manuel Abal Medina y Gabriel Mariotto parecen haber influido en esta inversión de Garfunkel. Cerca de Mariotto le sugirieron a Garfunkel la conveniencia de asociarse con Szpolski”.
En el mundo de los negocios nadie quiere quedar bien con otros poniendo dinero y menos en Argentina, por lo tanto, es posible inferir que la contraprestación a este “favor” debe estar pautada de antemano para que el flamante inversor consiga antes de octubre no solo resarcirse sino amplificar las ganancias del capital puesto.
Garfunkel, hombre de números que se multiplican constantemente, con sus 12.5 millones verdes puestos gana llegada al gobierno y quienes están cerca de los K siempre sacan tajadas muy grandes.
DS
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