Carmiel, Miércoles 8 de Febrero de 2006.
Queridos amigos:
Habitualmente no utilizo los artículos reenviados en Internet.
Esta vez se trata de un asunto especial y ésta es la razón por la cual
estoy haciendo algo a lo que no estoy habituado. ¡Por favor! Ayuden a
distribuir este artículo acerca de «Paradise now» («Paraíso actual»)
que ganó el Globo de Oro.
David Rattenbach.
¡Por favor, reenvíenlo! Ayuden a distribuir el artículo acerca de
«Paradise now» que ganó el Globo de Oro.
Anoche, la película palestina «Paradise now» ganó el premio
Globo de Oro. El filme muestra la ruta que dos jóvenes palestinos toman para convertirse en asesinos suicidas, hasta el minuto en que abordan un autobús en Tel Aviv lleno de niños.
El filme parece profesional. Fue realizado con gran atención por
los detalles, pero es extremadamente peligroso; no sólo para el Medio
Oriente, sino para el mundo entero.
Mi hijo Ásaf, de casi 17 años, era alumno de 11° grado en la escuela secundaria y amaba las Ciencias de la Computación. Un día tras sus clases subió a un autobús, como de costumbre. A lo largo del camino, un asesino suicida de Hebrón, de 21 años, estudiante de Ciencias de la Computación en el Politécnico de Hebrón, se explotó en el autobús. Diecisiete personas murieron, 9 de ellos estudiantes escolares menores de 18.
Mi hijo Ásaf murió en ese mismo lugar.
Ví la película «Paradise now» intentando comprender qué está
tratando de decir, qué mensaje conlleva. ¿Que el asesino es humano? No lo es. ¿Que tiene dudas? No las tiene. Después de todo, está deseoso de matarse a sí mismo en medio de sus víctimas.
¿Que los israelíes somos los culpables por este brutal asesinato?
¿Hemos de ser los israelíes culpables por las Torres Gemelas de Nueva York, el club nocturno en Indonesia, el hotel en Egipto, el negocio en Turquía, el restaurante en Marruecos o en Túnez, el hotel en Jordania, el subterráneo en Londres, el tren en España? Y la lista sigue y sigue.
¿Qué hace a una película acreedora a un premio? ¿La gente que
premió este filme con el Globo de Oro habría hecho lo mismo si el filme fuera acerca de jóvenes de Arabia Saudita que aprenden cómo hacer volar aviones en los Estados Unidos de América y entonces utilizan rituales islámicos para prepararse a sí mismos para su sagrada misión, impactando sus aviones dentro de las Torres Gemelas de la Ciudad de Nueva York? ¿Habría ganado algún premio en ese caso?
Esta película intenta decir que el asesinato suicida es legítimo cuando tú te sientes exhausto de haber agotado otros recursos. Pero un asesino suicida que aborda un autobús mata a 15 ó 20 personas inocentes; entonces ¿qué diríamos acerca de un asesino suicida que camina dentro de una ciudad con una bomba biológica y mata a entre 10.000 y 100.000 personas? ¿Es esto todavía legítimo? ¿Dónde es que se baja la línea?
Creo que el mundo debería bajar la línea a una persona. El asesinato
de solamente una persona es ilegítimo. Mi hijo tenía casi 17, amaba el
surf, la música fuerte. Ahora se ha ido porque un asesino suicida
decidió que es legítimo volarse a sí mismo en un autobús lleno de gente.
Premiando esta clase de películas les da a los que la hicieron un sello de reconocimiento de lo que se oculta detrás de ellas. Ahora ellos pueden decirle al mundo que miren a las bombas suicidas como legítimas. Pero ignorando el mensaje del filme como asimismo sus implicaciones, aquellos que decidieron premiar esta película se han convertido en parte de la cadena del mal del terror y cómplices de los próximos asesinatos suicidas, así maten a 17 personas, o a 17.000.
Iosi Tzur- Yossi@blondi.co.il www.blondi.co.il
CHIKUNGUYA. UNA MAQUINA DE MATAR
Una bestia de dos milímetros
por Rafael T.Perez
Un ejército de ciervos dirigidos por un león, es más peligroso que un ejército de leones, dirigidos por un ciervo.
Proverbio africano
Aunque tenga todas las posibilidades de convertirse en el guión para una película de terror, uno de esos films en los que una especie monstruosa, venida de otro planeta o autóctona del nuestro pero convenientemente mutada en una descomunal bestia, amenaza a la humanidad con exterminarla. Más como suele decirse, la realidad siempre supera a la ficción.
¿Una bomba atómica, un ingenio nuclear? ¿Qué es eso comparado con la increíble fuerza contenida en el universo? Comparando lo que el hombre es capaz de hacer con el poder generador de la vida y del orden que apreciamos en el cosmos, poder generador y a la vez destructor, podemos decir que únicamente somos capaces de emular, tan solo, una leve proporción de ese poder, de esa fuerza. Sin embargo, y además de las posibilidades que tenga de llegar a ser un día el guión para un trhiller de terror, estamos hablando de un suceso que igualmente tiene todas las posibilidades para catalizar sobre sí mismo un inquietante mensaje dirigido a todas las naciones.
La isla de Reunión mantiene connotaciones interesantes, no tanto por su estatu sociopolítico, como departamento francés de allá donde Napoleón perdió el gorro, sino por el nombre que ostenta. Y es en ese pequeño departamento de ultra mar dependiente de las políticas administrativas de París, donde el minúsculo monstruo de dos milímetros de diámetro, tiene atemorizados, aterrorizados más bien, a sus habitantes. Quizá se estén preguntando, pero...quién o qué es ese Chikunguya?, un mosquito, un diminuto y repelente mosquito. Pero este insecto del orden de los dípteros ha matado a 52 personas y ha contagiado de un virus mortal, desde los 6.000 declarados en diciembre, a más de 100.000, el 15% de la población de la isla Reunión ha sido afectado y medio millón de personas (o más) corren el peligro declarado de caer víctimas de sus acometidas.
El diario EL MUNDO informa de este suceso en su página 35, en la sección de ciencia, del martes 21 de febrero del presente 2006.
Los mosquitos, otros insectos y determinadas especies con mayor envergadura, de los cuales no es este el caso, son utilizados como ejército invisible, capaces de transmitir todo tipo de males, y este hecho los convierte de inmediato en los asesinos logísticamente mejor preparados para la guerra, por su tamaño, que los hace casi indetectables, y por su enorme versatilidad y fácil transporte. Son, como reza el proverbio africano, como un ejército de ciervos dirigidos por un león.
No obstante a esta realidad que transforma, o que utiliza, a la naturaleza con fines nada altruistas, cabe preguntarse ¿por qué lo que sirve para destruir no se emplea, mejor, para construir? El hombre en su afán de extender su poder, no siente escrúpulos en domeñar y adiestrar a otras especies para que sirvan de acuerdo a sus intereses, en la escala de la creación, el hombre fue ordenado para cuidar de ellos pero en su lugar, los ha reclutado. Vean sino un ejemplo claro, el hombre, homo sapiens sapiens, al que se le presume inteligencia, utiliza a los irracionales para que cometan por él, aquellas fechorías infames que de otra manera no podrían llevarse a término. Y eso por evidentes postulados morales, éticos y desde luego en algunos casos egoístas. Esto quiere decir de forma contundente que los listos preparan y mandan a los idiotas a cometer crímenes, pero con una importante salvedad, los insectos y otros animales no tienen opción a valorar si lo que hacen es moral, obviamente porque carecen de razón, sin embargo, aquellos que matan a sus semejantes, en nombre de ala o en nombre de lo que sea que maten, sí se les supone, al menos, cierto grado de racionalidad, y no obstante evidencian, absolutamente, todo lo contrario. Si es por nivel de raciocinio, estos asesinos demuestran poseer tan solo el ánima simplista de las bestias.
Decimos que aquello que se emplea para destruir, para matar, podría ser empleado para construir y para dar la vida, ¿cómo?, es una cuestión para la que solo podrían tener respuesta aquellos que conocen los secretos de la física y de la química, cuando menos hasta el punto de comprensión que ellos mismos pueden desvelar. En lugar de utilizar a los insectos, por ejemplo, para infectar con virus letales a una parte de la humanidad ¿por qué no inyectar en sus códigos genéticos el gen de la razón o el del respeto? si lo hay, y en cualquier caso, puestos a ser afectados por una epidemia, que esta sea la del deseo de colaborar juntos para que la humanidad, al fin, sea para siempre el árbol frondoso de donde broten los frutos de la paz y fluya la dulce savia de la justicia.
Nuestro planeta debería tener un nombre menos anodino que el simplemente "Tierra", sobre todo porque no es la tierra sino el agua lo que ocupa una mayor extensión de esta esfera que viaja a través del espacio a una velocidad de 106.000 kilómetros por hora, 2.544.000 kilómetros recorridos al día, en continuo movimiento y sin embargo nosotros apenas si hemos progresado desde la edad de las cavernas, tiempo en el que los hombres se mataban por el control del fuego o por la ofensa proferida al dios del pedernal y de la estaca, entonces como hoy, cuando las naciones se enfrentan por el control de la energía y por la ofensa proferida al nuevo dios del pedernal y de la estaca. Nada ha cambiado en la psique del hombre, porque apenas ha aprendido, ni siquiera ha comprendido, el auténtico significado del sentimiento humano.
Por eso, Reunión, sería un nombre más apropiado para nuestro mundo, ya que es aquí donde todos nosotros, toda la humanidad, nos congregamos para rendir nuestro tributo de convivencia a una especie incapaz de convivir, a nosotros mismos. Reunidos si, pero no unidos, condenados a convivir todavía resuenan en nuestros oídos los gritos de aquellos que, a causa de una entelequia vil, son privados de la existencia. Alberga Israel la esperanza de que un día, que no se tarda, serán prendidas las luces de la libertad traídas sobre los vientos de tu justicia.
Rafael T.Perez
23 febrero 2006
Zaragoza-España
www.kolisraelorg.net
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