Entre la población de Israel cunde en estas semanas el sentimiento de que "nos fue arrancada la “calanit" (anemón – la flor nacional de Israel), tras conocerse el deceso de la popular cantante Shoshana Damari; y no es casualidad que el féretro, depositado en el escenario del teatro "Cameri" de Tel Aviv, y todo el proscenio estaban engalanados con centenares de “calaniot” rojas. Miles de admiradores de todo el país llegaron a darle el adiós y el último aplauso. Allegados a Shoshana relatan que al internarse en el hospital le dijo al médico: "Mire doctor, no tengo tiempo para esto. Tengo que salir inmediatamente, pues tengo un recital". Y creo que hay mucho de simbólico en el hecho de que en los últimos momentos de su vida ella se mostró con ánimo de seguir cantando para su pueblo. Shoshana Damari, por su arte, también en vida logró honores y éxito. Su apodo era "La reina de la canción hebrea" y "La gran diva de la música israelí". En 1988 recibió el "Premio Israel" por su trayectoria de vida y su producción artística, y prácticamente hasta el final de sus días siguió cantando y grabando. No exageraríamos si dijéramos que ella fue "La voz de Israel". Shoshana Damari nació en 1923 en la ciudad de Damar, en Yemen, y llegó a Israel con sus padres a la edad de 2 años. Ya de niña acostumbraba cantar en encuentros familiares y fiestas escolares. A los 14 años se presentó por primera vez en un escenario en forma profesional, y a los 16 lo se desempeñó como solista en un concierto. En 1943 fue contratada por el teatro de vodevil satírico - musical "Li La Ló" y comenzó a interpretar canciones escritas especialmente para ella por el gran poeta israelí Natán Alterman, con música del maestro Moshé Vilensky. Entre esas canciones estaba también "Calaniot" (anémonas) , que rápidamente se convirtió en una suerte de himno y la canción que la identificó toda su vida. Otras de sus más populares canciones fueron: "Laila, laila" (Noche, noche); "Ani mi-Tzfat" (Soy de la ciudad de Safed); "Ze iaavor" (Esto pasará); la canción infantil "Dubi, Dubi shen" (Osito, osito duerme) y "Haiu Zmanim" (Hubo tiempos). Su primer disco se editó durante la "Guerra de Liberación", en 1948 y al poco tiempo sus letras estaban en boca de todos los soldados que luchaban por la independencia. Durante la década del ´50 participó en varias películas y protagonizó la opereta "Shulamit", que fue escrita especialmente para ella. Durante las décadas del ´60 y ´70 viajó mucho por el mundo, especialmente a los EE. UU., siendo considerada en todas partes como "La embajadora de la melodía y la poesía hebreas". En 1988 grabó su último álbum discográfico titulado "Or" (Luz), con arreglos musicales de Mati Caspi. La primera canción de esa serie de temas musicales es "Adain kan" (Todavía aquí), que fuera escrita en memoria de su marido y también representante artístico Shlomo Bosmi, fallecido poco tiempo antes de la grabación del álbum. Nava, la única hija de la pareja, reside actualmente en Canadá , y antes de ser sepultada su madre cantó con una voz excepcional muy parecida a la de ésta última "Haiu leilot" (hubieron noches) uno de los grandes “hits” de Shoshana. En 1988, Shoshana Damari recibió el "Premio Israel", en el 2001 fue agasajada en una ceremonia especial en “Binianéi HaUmá”, Jerusalem, con la participación de los más encumbrados artistas israelíes, como así también la plana mayor de la política y de la intelectualidad israelí, y el año pasado, 2005, colaboró con Idan Reichel en la grabación de su CD "Mi¨´ maamakim" (desde las profundidades), donde interpreta dos canciones: "Alé nidaf baruaj" (Una hoja al viento) y "Haer et einav" (Ilumina sus ojos). Tres días antes de su muerte, el 14 de febrero de 2006, fue internada en el Hospital Ichilov en Tel Aviv, a raíz de una pulmonía, lugar donde falleció rodeada de sus amigos dilectos- entre ellos el intendente de Tel Aviv-Iafo Ron Juldaí, el cantante Idán Reichel y el director médico del hospital Prof. Gadi Barabash - quienes le permitieron escuchar "Calaniot" como música de fondo. 83 años tenía al momento del deceso. Para finalizar podríamos decir que su voz resonó no sólo en Israel sino en todas las latitudes donde palpitan corazones judíos. A través de sus canciones unió al Pueblo Judío de Oriente y Occidente y destelló siempre optimismo y esperanza.
A continuación la primer estrofa y el estribillo de la canción “Calaniot”(anémonas):
La noche viene, el crepúsculo sobre la montaña se avecina, Sueño y ven mis ojos: Hacia el wadi una muchacha pequeña camina, Y al fuego de anémonas, el valle rojo.
Anémonas, anémonas Anémonas rojizas, rosáceas. Anémonas, anémonas Anémonas bañadas en rocío y plenas de gracia
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