Presten atención a una noticia del día: Venezuela ingresa a la Liga Arabe. No es un detalle aislado, alerta, sino otro movimiento del régimen chavista para posicionarse en el cuadro bélico entre el mundo árabe radical y el bloque occidental judeo-cristiano y capitalista.
Ya esta semana soltó Hugo una perla antisemita a tono con su pana el presidente terrorista de Irán. Se había cuidado de hacerlo, porque hay judíos dentro y fuera del país haciendo negocios con la revolución (no quiere decir, la comunidad hebrea, en ningún caso, pero si gente que muchos conocen!)
Al final, a la hora del café hirviendo y las galleticas con esquirlas de hierro, Chávez estará del lado árabe o islámico fundamentalista, rabiosamente anti-occidental. Eso no importaría si como un kamikaze loco estuviese él sólo; más, está arrastrando a toda la nación y dilapidando su dinero al apoyar semejante enjambre ponzoñoso.
Ubica así a Venezuela en un conflicto geo-político ajeno, que no nos pertenece ni por geografía, ni por historia, ni por idiosincrasia, ni por religión (porque aquí no somos fanáticos!), ni por un carajo!! Y perdonen!!!
Los hijos de Ismael e Israel, aunque son ramas del mismo tronco, han tenido pugnas desde sus inicios, claramente asentadas en la Biblia. Ese problema es de ellos y entre ellos debe resolverse, y ojalá que pacíficamente. Lo nuestro debería ser emplear los inmensos recursos nacionales para desarrollar este país, ubicado en SURAMERICA, o al menos aminorar sus males, sin meternos en "zaperoco" de otro vecindario!
Más, así es el tipo, construye puentes para ligarnos a problemas que poco o nada nos atañen mientras las principales vías de comunicación de la nación se le caen a pedazos!!!!!
Disculpen si simplifico asunto tan complejo, pero, en muchos aspectos, para la identificación social del criollo, la Liga Arabe nos resulta más ajena que la Liga Americana, por decir, a la cual hemos exportado campeones y disfrutado como espectáculo deportivo por generaciones.
Pues los venezolanos somos occidentales, democráticos y capitalistas, déjense de vainas ¡Aquí, hasta el más marginal sabe apreciar una buena marca, un buen producto, y desea un mejor ingreso, no una tarjeta de racionamiento ni andar en batola y chancletuo!
Por idiosincrasia, nos gusta opinar, discutir, y tomar decisiones; así, nos molestan las imposiciones y nos rebelamos ante las injusticias. Para el más religioso de los nuestros, devoción no significa odio visceral al vecino o familiar que profesa una religión diferente!
No prohibimos a nuestras mujeres que estudien o manejen un carro, más, bien, están a punto de manejar el país! La belleza de la venezolana se exhibe en el mundo, no le imponemos velos.
Por cierto, tampoco ayunamos, más bien, nos desayunamos sin falta, aunque sea con una humilde empanada de cazón, y nos encanta el cochino, prohibido por el Corán, sea en la forma de un exquisito pernil o de una vulgar chicharronada con arepas La tal liga árabe, al fin y al cabo, no es liga de freno sino combustible para el descomunal incendio que sigue su incontenible proceso en el conflictivo Medio Oriente. Esa liga se pondrá tan tensa que podríamos terminar cogiendo latigazos de rebote cuando reviente si nos enredamos en ella por culpa de Chávez!!!
Rómulo G. Rojas Crasto crastown@atlanticbb.net
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