CARTA ABIERTA A LA COMUNIDAD JUDIA, A TODAS LAS INSTIUCIONES y PERSONAS DE BIEN DE CUALQUEIR CREDO Y RELIGION SOBRE LA ACTITUD DISCRIMINATORIA DE AMIA
El día 9 del corriente, falleció mi madre, ILDA LEONOR BARCO DE SZENKIER, Z”L, pero este hecho tan lamentable desde lo más profundo de mi corazón me enfrentó a la dura e hipócrita actitud de AMIA, institución que se arroga la representatividad de la comunidad judía, al momento de iniciar los trámites de su sepelio. El relato siguiente es anecdótico y se hace al sólo efecto ilustrativo, pues nadie puede desconocer la existencia de matrimonios mixtos, el cual el de mis padres ha sido uno entre miles. Me mueve el utilizar este medio para que aquellos que están en situación similar no se asombren que en el momento del desenlace fatal sufrirán un doble dolor, como el que yo padecí, el que me informara la empleada de Sepelios de Amia, por voz propia y repitiendo la consulta con algún Directivo, que mi madre no sería aceptada en NINGUN CEMENTERIO JUDIO. Mi madre en el año 1948 realizó la conversión a la religión judía, motivo por el cual se casó con Jupá y se le entregó la Ketuvá, al casarse con mi padre ABEL SZENKIER, fallecido el 31 de diciembre de 1980 Z”L, en el Cementerio de Tablada. De ese matrimonio nacieron dos hijas, Graciela y Silvia. Fui educada en un hogar con mucho respeto y amor hacia todas las personas sin distinción de religión, tanto es así que mis padres nos dieron amplia libertad de elección religiosa, ya que prevalecía el valor humano y no la etiqueta religiosa. Mi hermana Silvia adoptó en su adolescencia la religión católica, por la que se casó y se la otorgó a sus tres hijas. Yo, Graciela, me identifiqué con los principios del judaísmo, así, me casé en el Templo de la Comunidad Joel en el año 1991, mis hijos están circuncidados, habiendo concurrido al Shule Weitzman, ORT, efectuado cada uno de ellos Bar Mitzvá, el mayor en la comunidad Joel y el menor en el mes de junio pasado, en Or Jadash. Todo ello con la presentación de la Ketuva de mis padres, lo cual acreditaba mi condición de judía El día 9 de febrero, nos apersonamos con mi cuñado a Loyola alrededor de las 17 hs., completamos el formulario de rigor y a las 21.30 hs retiraron el cuerpo de mi madre del Hospital Español rumbo a Loyola, donde por decisión familiar no se haría velatorio, se abrirían las puertas al día siguiente a las 9 hs para la despedida antes de su traslado a las 10 hs, luego de los trámites pertinentes en la sede de Amia. Al rato, me llamó la empleada de Loyola y comienzo a preguntarme dónde estaban enterrados mis abuelos maternos, tíos, etc., porque el apellido de mi mamá no figuraba en Internet como perteneciente a la comunidad, allí le explico la situación y le manifiesto que obra en mi poder su Ketuvá, pidiéndome que se la acerque. Volvimos a Loyola y la empleada sacó una fotocopia para pasar por fax a Pasteur. A la mañana siguientes, a las 7.30 hs nos presentamos nuevamente a la Oficina de sepelios de Amia para concretar los trámites, ahí quien atiende al público, luego de exhibirle la Ketuvá, me pide el certificado de conversión (documento que nunca tuve y mi madre tampoco). Va a consultar con un Directivo y vuelve diciendo que al no contar con esa documentación, QUE ES LA UNICA VALIDA PARA EL RECONOCIMIENTO DE JUDIO, pues ha habido conversiones y Ketuvá falsa, a su decir, MI MADRE NO IBA SER ADMITIDA EN NINGUN CEMENTERIO JUDIO. Intentó comunicarse con la comunidad de Lomas de Zamora, pero sin éxito así que le pedí me informará la forma más rápida de salir de ahí. Me contactó con la Cochería Americana a quien llamó inmediatamente para que en FORMA URGENTE RETIRARAN EL CUERPO DE MI MADRE DE LA SALA DE LOYOLA . Pero ahí no termina lo morboso del hecho relatado, cuando nos dirigimos a la Cía. Americana, cochería que terminó con el servicio, había recibido la orden urgente del retiro, a la cual cumplieron a medias porque AMIA TAMBIEN QUERIA REITRAR EL CADAVER DE MI MADRE DEL CAJON Y QUE SE LO LLEVARA EN CAMILLA AL NEUVO VELATORIO, extremo que la cochería no aceptó. Aproximadamente a las 10 hs, luego que todos aquellos que fueron a despedirla a las 9hs a Loyola, asistieran estupefactos al hecho fue trasladada a una nueva Sala En Río de Janeiro 722. Vergüenza tremenda sentí de mostrar la ACTITUD NEFASTA de AMIA en determinar quienes son judíos y dentro de ellos los de primera, segunda, tercera clase. Mi madre ya está en otro lugar pero para que descanse realmente en paz este truculento relato debe ser conocido por todos y cada uno de los integrantes de este mundo terrenal y especialmente por todos los representantes, directivos, integrantes de instituciones de la comunidad de nuestro país y el mundo que proclaman en la letra de su discurso la no discriminación, la integración de los pueblos y religiones pero que con los actos como el narrado se evidencia lo contrario. Yo reflexiono, soy una persona de bien por mis valores y me sentía perteneciente a una comunidad en cuyos principios eduqué a mis hijos y en la cuál ellos se educan, realizan actividades deportivas, recreativas, pero ante este aberrante hecho humano, me replanteo lo sórdido de actitudes como ésta que no solo encienden la discriminación sino que son la semilla para que la guerra no tenga fin. Estoy en paz con mi conciencia y con mis padres, y por ello puedo escribir esta carta, a mí ya me sucedió pero que a otros no les pase o que por lo menos estén alertas, porque quizás durante una vida pensamos pertenecer a una comunidad que ahora nos determinó como NO JUDIOS. Es de señalar que tanto mi padre como mi madre eran socios de AMIA la cual recibió sus aportes sin pedirle certificado de conversión. En el mes de enero ppdo, personalmente me asocié pero ante esto y por no ser Institución que me represente en cuanto a valores de moralidad y éticos por nota separada presentaré mi expresa renuncia. Si para pertenecer a una comunidad y actuar como judío significa adoptar una conducta como la descripta, desde lo más hondo de mi ser DIGO NO. Seguiré siendo judía por mis convicciones, por las enseñanzas de mis padres, por mis acciones, por el trabajo diario, por la solidaridad con quien necesite, sin preguntar si es converso o no, o a qué religión pertenece, porque eso es lo que están escrito en el Libro de la Vida. Gracias a todos los que nos acompañaron en este difícil momento, parientes, amigos, judíos y católicos, por elección de vida. Lo ultimo, mi mamá ya está en un lugar muy iluminado, pero su cuerpo descansa por DECISIÓN DE AMIA en Chacarita, lo cual ya no tiene ninguna importancia. Lo acontecido por demás doloroso, debe servir para efectuar un "mea culpa "dentro de la comunidad y dentro de las instituciones que se precien de tal para representar y trabajar por el enaltecimiento del ser humano, sin barreras ni fronteras, pues la prédica si no se aplica en actitudes concretas caen en el vacío de su propia muerte. Este mail debe ser enviado para que quien lo reciba recapacite sobre su lugar en este mundo y si su accionar se condice con la mayor ley suprema de la UNICIDAD, donde prevalezcan los valores de integridad y respeto dejando de lado la arrogancia y todas aquellas miserias humanas que están lejos de lo establecido en lo profundo y espiritual de cualquier religión se practique o no. Gracias por reenviarlo y QUE NINGUNA PERSONA Y/O INSTITUCION, ARROGANDOSE CUALQUIER JERARQUIA DISCRIMINE A OTRA POR SU RAZA, CREDO, RELIGION, CONDICION, etc en ningún lugar del mundo, pues bien sabemos que todas nuestras acciones positivas o negativas nos vuelven y que somos solo una insignificancia de materia en este macrocosmo.
Graciela Beatriz Szenkier.
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