Se que no te llegarán mis palabras, Aún si estuvieras todavía entre nosotros No las oirías ni te interesarían siquiera. Pero mi obligación es decirte que lloro por ti No sólo por tu muerte, hermano Ismael Sino por tu vida, que tan cruel fue La muerte la eliges, es tu decisión Pero la vida, la tuya, ¿de quien fue? Quien te quitó la ternura y el gozo Que madre te enseñó a odiar Que padre puso rencor en tu alma Quien te quitó la ilusión de vivir De observar las flores, de disfrutar los rayos del sol De sentir el agua fresca, o el rocío de la mañana De experimentar el amor, de acariciar una mujer De abrazar un hijo, de reir con un niño De todo eso te han privado, hermano Ismael Por eso lloro por tu vida, no por tu muerte Siento tu tristeza, no tu inmolación Serás héroe para otros, más de ti que? Te devolverán la vida, los gozos, las ilusiones? Esas que mataron al enseñarte a odiar Se que no eres culpable, hermano Ismael Por eso quisiera, aunque se que es en vano Tuvieras aún, momentos de aprender Que ningún D" en la tierra nos manda A negar lo bello de los que nos dio. Despierta, aún es tiempo Abre los ojos a un mundo de amor. Mis hijos lo piden, los tuyos, quizás Forja un destino, detén tu sendero Podemos juntos recrear una paz Yo te lo pido, yo te lo deseo Por mis hijos, por los tuyos, quizás Volvamos de nuevo, Israel e Ismael A ser sólo uno en el padre Abraham. Detén tu marcha antes del final Mi corazón y mi mano, aguardarán los tuyos.
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