Irán anunció que llevará la producción de uranio enriquecido a un grado alto a un búnker subterráneo y triplicará su capacidad, en una desafiante respuesta a las acusaciones de que está intentando fabricar bombas atómicas. "Este año, bajo la supervisión de la Agencia (Internacional de Energía Atómica), vamos a transferir el enriquecimiento a un 20 por ciento del sitio Natanz al sitio Fordow y vamos a aumentar tres veces la capacidad de producción", dijo el jefe de la agencia de energía atómica iraní, Fereydoun Abbasi-Davani, a periodistas luego de una reunión de gabinete, según reportó el canal estatal IRIB. Irán recién reveló la existencia de Fordow, en un búnker en la montaña, en septiembre del 2009, después de que servicios de inteligencia occidentales lo detectaron y dijeron que había evidencia de trabajo nuclear encubierto. La decisión de trasladar la producción allí y aumentar la capacidad provocó una condena inmediata de Occidente, que ha impuesto una serie de sanciones a Irán para forzarlo a que detenga el enriquecimiento, un proceso que, si es llevado a un nivel mucho mayor, puede proporcionar material para armas. "Este anuncio es una provocación", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores francés en un comunicado. "Refuerza las actuales preocupaciones de la comunidad internacional acerca de la intransigencia de las autoridades iraníes y su persistente violación de la ley internacional", agregó. Irán siempre ha negado que esté desarrollando armas nucleares y dice que está enriqueciendo uranio para producir electricidad y usar en aplicaciones médicas. Pero su decisión el año pasado de elevar el nivel de enriquecimiento del 3,5 por ciento necesario para alimentar una planta de energía normal al 20 por ciento hizo que algunos lo consideraran como un paso intermedio para llegar al 90 por ciento que permitiría la creación de bombas. La IAEA, basada en Viena y cuya junta directiva tenía previsto discutir el programa nuclear iraní probablemente el miércoles más tarde, dijo que había escuchado las noticias del plan sólo a través de los medios. "Irán aún no ha informado a la agencia sobre ninguna decisión en este sentido", dijo la portavoz Gill Tudor. Los medios iraníes presentaron el anuncio como una desafiante respuesta al endurecimiento de las sanciones y a la afirmación del jefe de la IAEA, Yukiya Amano, de que había recibido nueva evidencia sobre posibles dimensiones militares del trabajo nuclear iraní. El presidente Mahmoud Ahmadinejad lo acusó de recibir órdenes de Washington.
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