Ahusa, la ayudante del rabino del Kotel, deposita los sobres de remitentes femeninos. Un rito que se realiza dos veces por año en el lugar mas sagrado del judaísmo.
Al rabino Shmuel Rabinovich no le cabe duda. El Muro de las Lamentaciones, o de los Lamentos, es el santuario más sagrado para los judíos, es la dirección apropiada.
Allí deben ser depositadas las numerosas cartas que de todo el mundo llegan a Jerusalem, a veces sin remitente, pero con un destinatario singular: “Dios”, “Nuestro Señor Jesucristo”, “El Dios de Abraham”, “La Virgen María” o “El Dios de Israel”.
Los clamores son variados. Hay quienes piden ayuda económica, están los que suplican por la salud de sus seres queridos, también los que piden perdón por algún crimen o pecado cometido y los que tienen súplicas originales.
Ayer, en una breve y significativa ceremonia, esas súplicas fueron depositadas en el Muro.
“Aquí estamos muy cerca del Creador, eso lo saben todos, y estoy seguro de que quienes escriben para tratar de contactarse con Él, quedarían satisfechos de saber que colocamos sus cartas entre las piedras del Muro”, dice el rabino del, que tiene su oficina a pocos metros de las históricas piedras, lo único que quedó de una de las murallas del Beit Hamikdash, el Templo Sagrado de Jerusalem destruido por los romanos en el año 70 después de Cristo..
Las cartas se acopian por destinatarios masculinos y femeninos, y cada seis meses son depositadas en el Muro, tras un ritual en el que el rabino toca con una mano el Kótel y, con la otra, sostiene la pila de sobres, cada uno de los cuales dobla para colocarlos en los pocos espacios libres que hay entre las piedras. Él lo hace en la sección masculina y Ahusa, su ayudante, en la femenina.
Rabinovich explica que los mensajes son recogidos dos veces por año –en vísperas de Pesaj, la Pascua judía, y de Rosh Hashaná, Año Nuevo judío– y llevados al Monte de los Olivos, para su sepultura. “No sé si en el Kótel hay lugar, pero en Dios sí. Él siempre tendrá sitio para escuchar a todos –asegura el rabino, y agrega–: Ojalá los deseos de todos se cumplan. Amén”. Fte serv de Prensa
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