No hace falta releer toda la Causa, con estos ejemplos, entenderás cómo nos han estafado los encubridores (desde afuera y desde adentro) de la investigación por la Masacre en la mutual judía. Estas son las pruebas que dice tener el Fiscal Nisman para inculpar a Iran, y también, claro, sus más que curiosos olvidos… “Taxista iraníes en Buenos Aires”, “ un volquete NO Investigado”, “un coche bomba fantasma” y “un país (Siria) que vive exportando besos y rosas rojas”. ---------------------------------------------------------
31 de marzo 1997 Ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se presenta Rubén Beraja (Presidente de la DAIA), DNI 4.287.632, ARGENTINO, DE 58 ANIOS DE EDAD, ABOGADO,DOMICILIADO EN Cavia 3037, P.B. Capital Federal, y dice: que…“hay ciudadanos iraníes en la Argentina, adonde llegan y en pocas semanas se los ve instalados conduciendo taxis, en una tarea como la muy apropiada para recoger información sobre blancos posibles”… Preguntado cuales son los servicios de información a los que hiciera referencia, cuando señaló que había indicios de que ciudadanos iraníes podrían haber estado detrás de ambos atentado (embajada de Israel y AMIA), dice que quien se lo dijo “fue el FBI pero que no tiene un informe escrito”…(textual) y que, (sorprendentemente) no tiene nada más para agregar… --------------------------- 26 de agosto de 1998
En la Revista la Maga , en un reportaje al periodista Gabriel Levinas, este aclara que... Con respecto a los contenedores (volquetes), “uno estaba justo enfrente de la entrada principal de la AMIA” y que… la empresa Santa Rita, “manejaba explosivos también, y que …es de un dueño de origen sirio, y que, además , compró Amonal , y además existe una factura por la compra..” Y por supuesto, el uso de ese Amonal , dice, que “fue utilizado para unas canteras o diques, pero las pericias muestran que sólo una parte se usó, el resto no se sabe donde fue usado”, sin embargo el cálculo determina que “el resto de lo que quedó” es aproximadamente igual a la cantidad de explosivo para volar por ejemplo, la AMIA”.
Expediente 1656-D-00 - Cámara de Diputados de la Nación - República Argentina
a Embajada de Israel y Monzer Al Kassar Creemos que los que sostienen de “buena fe” la existencia de una Tráfic Blanca, deben saber que igualmente los sospechosos como Nassif Haddad, Javier Haddad, Alberto Kanoore Edul hijo, igualmente deben ser investigados. Aclaramos este punto pues entendemos, fundados en elementos sólidos, que a estas personas no se los investigó por sus relaciones con el anterior gobierno, agregando que no cabe ninguna duda que deberían estar detenidos, circunstancia en la que también concuerdan algunos de los impulsores de la Tráfic como el elemento que estalló en la sede mutual judía. Unos tres minutos antes de la explosión, un camión conducido por Alberto López, estacionó frente al edificio de la AMIA dejando un volquete de la Empresa Santa Rita. López bajó del camión solamente para asegurarse que el volquete “estaba bien ubicado” y luego partió rápidamente por la calle Pasteur, sin entrar en ningún momento al edificio de la AMIA. Esto surge del testimonio de Daniel Joffe, electricista que trabajaba en las refacciones que en la mutual se estaban realizando y el sobreviviente más cercano al epicentro de la explosión. Joffe señaló claramente que López descendió del camión para entregar un supuesto remito para que lo firmara el Ing. Andrés Melamud, responsable de las tareas de refacción en la AMIA y muerto en el atentado, cuando en verdad el sentido fue chequear la ubicación del volquete. Luego – afirma Joffe— lo empujó un poco más hacia la vereda y se marchó. Joffe, señaló también que fue víctima de presiones de miembros de la Policía Federal para que en su testimonio reconociera que había visto una Tráfic, presiones que no tuvieron resultado, pues no cambió su testimonio original. Joffe al igual que más de cien testigos declararon en la causa que no vieron el 18 de julio de 1994 a las 09:53 horas ninguna Tráfic haber increpado el edificio de la AMIA. Según el “Pedido de Requerimiento de Elevación a Juicio” realizado por los fiscales de la causa Eamon Mullen y José Barbaccia, solamente tres testigos de los hechos, a nuestro entender no principales, declararon haber visto la Tráfic. Tal como figura en las fojas de los fiscales los testigos oculares de la Tráfic son: Nicolasa Romero, quien afirmó haber visto una Tráfic color beige al caminar por la calle Pasteur y cruzar por Tucumán (de espaldas a la AMIA y en dirección de la Av. Corrientes); Jesús Ponsetto, quien dijo haber visto la Tráfic en momentos que estaba en la “Calle” – sin especificar qué calle) y el portero Carlos Heidenreich, quien afirmó que en momentos del atentado vio una Tráfic “cruzando por Tucumán”. De las tres declaraciones surgen los siguientes interrogantes: ¿Cómo es que el testimonio de Romero se contradice con los dichos de su hermana –en ese momento se encontraba caminando junto a ella por Pasteur— y quien afirmó que no había visto ninguna Tráfic al cruzar la calle. Del resto de los testimonios podemos decir que Ponsetto vio una mancha blanca que, según su propio testimonio, no “sabía si era una camioneta Fiorino o Tráfic”. Heidenreich por su parte dijo que “lo suyo era un golpe de vista” y que le había quedado en la memoria una tráfic color crema. Son sólo las tres únicas personas que declararon haber visto la Tráfic. Sin embargo, en el mismo expediente existen un sin fin de testimonios que señalan claramente haber visto un volquete estacionar frente a la AMIA. Estos testimonios que por su extensión no vamos a señalar, pertenecen a testigos oculares directos de los sucesos. http://www.aersys.com.ar/infored/pol/ardiputados/2000/1656-3.htm.
11/12/2003 “No me sorprendería que la pista siria en la investigación del atentado contra la AMIA lleve hasta el ex presidente Carlos Menem.” La frase del nuevo titular de la DAIA, Gilbert Lewi, marca un enfoque distinto al que era tradicional en la dirigencia de esa institución, que durante años mantuvo afinidad con la administración de Menem. Lewi insistió en que “hay que avanzar en todos los sentidos, sin ningún temor. Si el culpable es un ex presidente, si es un ex ministro, es la Policía Bonaerense o quien fuera”. Paralelamente, se produjo un encuentro entre el canciller Rafael Bielsa, la DAIA, AMIA y Familiares, en el que se acordó reiterar el pedido de extradición del ex embajador de Irán en la Argentina Hadi Soleimanpour. El grave problema es que el ex diplomático ya no está en Inglaterra sino que volvió a Irán. Con este último país existe el plan de buscar un diálogo bilateral para ver si se puede avanzar en que Teherán acepte que la Justicia argentina indague a los diplomáticos imputados. Los dichos de Gilbert Lewi remiten a una hipótesis que se manejó desde el principio respecto del atentado: Que durante la campaña electoral para la presidencia, Carlos Menem cerró acuerdos con el régimen sirio. Que esos acuerdos consistían en que Damasco aportaba fondos para la campaña y, a cambio, Menem cumpliría con algunos pedidos sirios. Uno de los pedidos clave tenía relación con tecnología nuclear. El ex embajador Oscar Spinoza Melo incluso testificó que delante suyo hubo una negociación en la que Menem prometió tecnología nuclear. El entonces tesorero de la campaña de Menem, Mario Rotundo, también aportó en una causa judicial la fotocopia de un cheque que constituía un aporte del gobierno libio a la campaña presidencial de Menem. En ese marco, luego de acceder a la Casa Rosada, el riojano les habría dado la espalda a los compromisos asumidos. Como represalia, se habría diseñado el atentado contra la AMIA, presuntamente ejecutado por la organización libanesa Hezbollah. El Líbano, por entonces, estaba bajo el protectorado sirio. La hipótesis es que Menem quería, a toda costa, alejar la investigación del atentado de la pista siria para mantener oculta esta trama. Las palabras de Lewi marcan al menos un camino distinto: hasta ahora, la DAIA, la AMIA, el juez Galeano, los fiscales, Estados Unidos e Israel sólo admitían la existencia de una pista, la iraní. Lo mismo ocurría con el gobierno argentino durante la última década: sólo apuntaba a Irán. Desde el punto de vista de las pruebas existentes en la causa, la senadora Cristina Fernández de Kirchner volvió a señalar, en el juicio oral, que empezó a desconfiar del juez Galeano a raíz de que no quiso darle importancia a una llamada de Karim Yoma intercediendo para que no detenga al ciudadano sirio-libanés Alberto Kanoore Edul. “Desde aquella vez me quedé con la sensación de que estaba vedada la investigación de la pista siria y que Menem tenía relación con esa pista”, declaró la esposa del Presidente. Raúl Kollmann (Tras la pista siria)
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