Otra vez, el “enano” Telleldín. Sobre él recaen las más duras sospechas. Sin el ahora abogado, no hubiera habido masacre y, tras 17 años de lograr estupidisarnos con fabulas Harripottezcas y, como siempre, desde las sombras, se recrea al antihéroe, al villano, al odiado. Al ideólogo de la conexión local.
Basta!!, o como decía mi zeide Jacobo, Ma Fangulo. Para la frágil memoria de nuestros lectores (entre los que me incluyo), recreamos a continuación una síntesis de artículos de opinión publicados oportunamente y analizados, criticados, aceptados y discutidos por importantes opinólogos.
"Fue esclarecido el atentado de la AMIA.", decía la información del diario porteño Ámbito Financiero del 28 de agosto de 2002.
Según cuentan, los detalles de la noticia habrían salido de una reunión realizada en Washington entre funcionarios de la CIA y el titular de la SIDE, Miguel Ángel Toma. La central de inteligencia argentina dijo después, que "no confirmamos ni desmentimos la información", llegando a reconocer que "los datos no son tan concretos ni las cosas están tan avanzadas".
Esta arremetida de los mafiosos que vienen desviando la verdad, se debe a que los tiempos corren, y se vienen las elecciones.
Algunos memoriosos recuerdan que un tal Julio Ramos junto a Jorge Srur, Eduardo Menem, Mario Rotundo, Nora Cristhian Alí, Arnaldo Martinenghi, Lorenzo González y el Almirante Quillalt fueron testigos privilegiados de conversaciones relacionadas con las promesas que luego no cumplió Carlos S. Menem, a Irak, Arabia Saudita, Kuwait, Siria y la OLP.
Los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA sucedieron durante la presidencia de Carlos Menem, y cada día que pasa se van comprobando las teorías de que el líder riojano y algunos de sus familiares y allegados más cercanos estarían seriamente involucrados.
En la risueña nota de Ámbito Financiero, los policías son inocentes. No sólo los bonaerenses que fueron juzgados, sino TODOS los policías, incluidos los federales, que (según dicen las malas lenguas) encubrieron a los asesinos. Es que, pobres, lo habrían hecho por puro automatismo, sin pensar ni albergar segunda intención.
"Todos los miembros ingresaron por la llamada «Triple Frontera», que forman Ciudad del Este (en Paraguay), Foz de Iguazú (del lado de Brasil) y Puerto Iguazú (del lado argentino)" señala la investigación de los genios de la CIA. Dicho de otro modo: no hubo entre los atacantes, argentinos ni árabes residentes en Argentina.
Dicen "De lo que pudo saberse surge la ironía de que este esclarecimiento corresponde a la primera versión y pista que se siguió apenas producido el atentado pero que luego fue abandonada, eventualmente por falta de pruebas que ahora se consiguieron o porque deliberadamente se desvió la investigación de ese camino firme que se había iniciado y que apuntaba bien a Hezbollah e Irán". ¡Que rareza!, que yo (y otros) sepa, la primera pista (allanamiento del mismo 18 de julio) apuntó a Siria y a Yalal Nacrach, sobrino de Emir Yoma y sobrino político de Menem. Al día siguiente se allanó la oficina de un cuñado, también sirio, de Tfeli, y de su hermano, ambos íntimos de Emir Yoma...
Lo más significativo es que la DAIA, tanto a través de su presidente como de la Dra. Nercellas (veterana abogada de Beraja y letrada de hecho del juez Galeano en el juicio oral que se sustancia en los sótanos de Comodoro Py) salieron a declamar que esta farsa intolerante les parece plausible. Por suerte, el abogado de la AMIA no lo hizo, y el presidente de la mutual, tampoco.
A partir de esta arremetida loca de Menem y sus amigos, es importante y hasta lógico cuestionarse el por qué la parte querellante por la AMIA- DAIA trató, junto al irregular desempeño del juez Juan José Galeano de buscar culpables por todo el mundo, menos en Yabrud (Siria) y en la provincia argentina de La Rioja.
Las relaciones fraternales entre el trío Menem-Corach-Beraja, que culminaron con la escandalosa entrega de parte del Banco Central Argentino al Banco Mayo (presidido por Rubén Beraja) a pocos días de su quebranto, de un redescuento de 300 millones de dólares, deberían ser la pista fundamental para entender el por qué se bajó línea para buscar a los culpables de los atentados entre una prostituta iraní, Bin Laden, Sadam Hussein o cualquier extremista desconocido, cuanto más desconocido mejor.
Para ayudar a buscar la verdad, he recurrido a varios de los trabajos más serios y responsables que investigaron los atentados. Todos apuntan hacia el mismo lado: Carlos Saúl Menem.
Mathaba es una organización que se mueve por el mundo formando un lobby que se ocupa de obtener fondos para sostener financieramente a todos aquellos candidatos de origen árabe que aspiran a la presidencia en países iberoamericanos. Mathaba, entre otros casos, supo aportar importantes cantidades de dinero a las campañas de los ex presidentes Carlos Serrano Elías (Guatemala) y Abdalá Bucaram (Ecuador) y, también, para costear electoralmente a Carlos Flores Fazhusi, en Honduras. Carlos Menem no iba a desaprovechar la oportunidad.
Eligió al empresario dominicano Nemen Nader Rodríguez para encargarle que negocie aportes para su campaña presidencial. Le envió un telegrama que llevaba membrete de la Oficina del Ceremonial de la Gobernación riojana. El texto del mensaje informaba que Menem deseaba reunirse urgentemente con Nader Rodríguez, por lo que lo convocaba para que se presentara en La Rioja.
Nader vino a La Rioja, y viajó al mundo árabe para negociar lo que quería el caudillo riojano. "Estuve muy metido en la campaña de Carlos Menem en la Argentina, lugar en el que permanecí durante casi un año. Tenía contacto directo con el doctor Menem y fui testigo de cómo se reunieron los fondos para su campaña, que procedían de los gobiernos de Libia, Siria, Kuwait, la OLP, Arabia Saudita e Irak. El total fue de 40 millones de dólares y hay que aclarar que, en algunos casos, parte de esas aportaciones no solamente llegaron de los gobiernos árabes, sino también de varios empresarios, que realizaron cuantiosas donaciones. Tenga en cuenta que en aquellos años Menem era gobernador de La Rioja y su provincia estaba fundida. No tenía ni bonos para pagar los sueldos de los empleados. Si no hubiese sido por estos aportes que recibió de la comunidad árabe internacional, Menem jamás habría podido llegar a imponerse en las elecciones de 1989. El líder libio, el coronel Gaddafi. puso a disposición de Menem 10 millones de dólares y la persona encargada de representar al doctor Menem fue el señor Mario Rotundo" reconoció Nader a un periódico en Madrid.
Todos los caminos conducen a Yabrud
Yabrud es una aldea cercana a Damasco, de donde proceden varios de los protagonistas en este caso. En 1988, Carlos Menem, se entrevistó en esa ciudad con el Vicepresidente sirio Abdul Halim Al Haddam para ofrecerle "transferencia de tecnología nuclear". De ese encuentro, Menem se habría llevado un aporte de U$S 40.000.000 para la campaña electoral dentro del Partido Justicialista en contra de Antonio Cafiero.
Esa suma era decisiva para empujar la campaña del entonces poco conocido patilludo gobernador de La Rioja. Las Cuentas 5451 de la Banca Sogenal y 855.890-01-00 radicada en el Lloyd Bank de la Place Bellair fueron las utilizadas por varios países árabes para girar los fondos durante un año hasta completar los U$S 40.000.000. No hay duda de que en los primeros años de su gestión, el gobierno de Menem tomó decisiones que serían perfectamente compatibles con compromisos en decisiones futuras de su gobierno y que evidencian una relación muy especial con el gobierno sirio.
La primer designación llamativa fue la de Ibrahim Al Ibrahim, de quien existen fundadas presunciones de que pertenece a los servicios de inteligencia siria, al frente de la Aduana, un lugar ideal para operaciones encubiertas.
Otro sirio, vinculado con el contrabando de armas, Monzer Al Kassar, obtuvo irregularmente la ciudadanía argentina y llegó a tener un rol muy importante en esta historia. Otro personaje de origen árabe, Alfredo Yabrán estuvo a punto de conseguir el monopolio en las áreas de las comunicaciones.
Por esa misma época, cinco sirios que no cumplían con el requisito de la radicación lograron en tres semanas la ciudadanía argentina.
El financista sirio Abdala Rashid Al Aalí, a quien se sindicaba como vinculado con Al Kassar, anunciaba por entonces la construcción de un complejo turístico en Misiones, que incluiría un Casino, con una inversión de 400 millones de dólares.
De blanquearse la verdad sobre la conexión siria, la opinión pública se hubiera interesado más en la difusión de los fondos sucios con que Menem financió su campaña y seguramente se hubiesen agigantado los interrogantes para determinar el alcance de los compromisos contraídos y su eventual incumplimiento.
Promesas incumplidas
Los siguientes datos seguramente nos acercarán a entender una trama siniestra de promesas y negocios que causaron enojos, y porque no, la muerte de muchas personas. El gobierno militar de Argentina, había desarrollado un prototipo de misil llamado Condor II. Dos años después de asumir como presidente, Raúl Ricardo Alfonsín sucumbió a las negociaciones iniciadas por estamentos técnicos y firmó (en 1985) un acuerdo secreto con Egipto para el desarrollo y producción conjunta de ese misil, también conocido como Badr 2000 en Egipto. El proyecto, llamado "395" en los países árabes, se basaba en el diseño argentino, iba a utilizar tecnología alemana y sería financiado por Iraq. Su internacionalización molestó seriamente a los Estados Unidos. Egipto era reconocido como productor de armas químicas, y ya las había utilizado además durante la guerra civil del Yemen (1963-1967). Los misiles eran ideales para transportar cargas químicas, biológicas e incluso nucleares de pequeño peso.
¿Sabía el gobierno argentino que hacia 1987-1988 Iraq estaba muy molesta por la lentitud del proyecto Condor II-Badr 2000, y con el destino de los fondos utilizados?. Entre 1987 y 1990 varios expertos egipcios habían estado trabajando en Iraq con el Cóndor II. Era obvio que se asociara el misil con su uso bélico. Las ventajas del Condor II o Badr 2000 eran 1.000 Km. de alcance, 500 Kg. de carga útil y precisión de 100 metros.
El 5 de mayo de 1987 INVAP y la Organización de Energía Atómica de Irán firmaron un acuerdo para que Argentina le vendiese un núcleo de uranio enriquecido al 20%. INVAP es la sociedad del Estado con sede en Río Negro que conduce mayoritariamente la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Ese primer negocio con Irán se cerró por 5,5 millones de dólares. El mismo año, INVAP acordó con Irán la construcción de dos plantas piloto, una para la molienda de minerales de uranio y otra para la fabricación de elementos combustibles.
Por esa época, la SIDE siguió los pasos del dominicano Nemen Nader. Unos cuatro millones de dólares procedentes de Libia transitaron por dos cuentas, una abierta en la Banca Sogenal y otra en el Lloyd Bank de Ginebra. El dinero llegaba a Buenos Aires por Paraguay. Siria, Kuwait, Irak, Arabia y la OLP también aportaron fondos.
En julio de 1988, Menem derrotó a Cafiero en las elecciones internas del PJ. Poco después, el flamante candidato presidencial partió rumbo a Europa. En Roma, Menem mantuvo una reunión a solas con los libios Said Al Haffiana y Ahmad Al Jarroud.
Durante casi un año, los fondos siguieron llegando a Suiza con periodicidad mensual, a través de transferencias que se ordenaban desde el Lybian Arab Forem Bank, con sede en Trípoli. Una vez que el dinero se ingresaba en las cuentas helvéticas, se retiraban mediante un cheque certificado que se canjeaba en una casa de cambio de Paraguay. Ya en Asunción, un chofer de confianza de Rotundo se encargaba de traer el dinero en efectivo hasta Buenos Aires.
La última remesa de dinero procedente de Libia llegó a la Argentina en agosto de 1989.
En septiembre de 1988 la Agencia Internacional de Energía Atómica le autorizó a INVAP el envío de 115,8 kilogramos de uranio a Irán. Como parte del acuerdo "Argentina transfirió tecnología e información a Irán" y entrenó "técnicos de ese país en el Instituto Balseiro".
Varios trabajos independientes señalaban entonces que uno de sus laboratorios asociados estaba en condiciones de separar plutonio 239 del combustible nuclear agotado. El plutonio 239 grado bomba es utilizado, precisamente, para la fabricación de artefactos nucleares. En setiembre de 1989, el flamante presidente argentino tuvo un encuentro con el coronel Gaddafi. El líder libio le recordó a Menem el "interés que tenía su país por el misil Cóndor".
En 1990 el gobierno de Irán anunció que una planta de molienda se construiría en la mina de Saghand. Algunas de estas operaciones, sin embargo, nunca llegaron a concretarse. El 20 de julio de ese año Carlos Menem cedió ante la presión de los Estados Unidos y disolvió la empresa Intesa S.A. que se había creado en 1987 para desarrollar el misil y exportarlo. Aunque nunca voló oficialmente, la innovadora tecnología del Cóndor II alimentó el desarrollo de otros misiles en el Oriente Medio.
El 13 de diciembre de 1991 el gobierno argentino decidió suspender un embarque de materiales producidos por INVAP, los que iban a ser transportados a Irán por el buque Fathulkhair. Esta nave iraní se hallaba en puerto argentino. La franca apertura hacia Irán se iba cerrando. Estados Unidos, siempre con sus políticas zigzagueantes y contradictorias en los negocios nucleares, comenzaba a presionar desde afuera.
El 2 de marzo de 1992 el presidente Menem ordenó a INVAP que cancelara el envío de equipos y materiales a Irán. Canceló así un negocio nuclear por 18 millones de dólares que su propio gobierno había alentado. Argentina sostuvo entonces que "Irán no garantizaba el uso con fines pacíficos de esos equipos". Al día siguiente el Vicecanciller Juan Carlos Olima renunciaba, e INVAP entraba en una fuerte crisis financiera.
Las exportaciones argentinas que naufragaron incluían una planta piloto para la fabricación de agua pesada.
La masacre de la Embajada de Israel sucedió el 17 de marzo de 1992. Fue una prueba. La de la AMIA, el 18 de julio de 1994, fue una continuidad. D.S
En recuadro aparte!!\
La empresa Santa Rita, colocó la mañana del ataque un volquete frente al edificio de la AMIA -cuyo responsable era Nassib Haddad, de origen libanés-, debía ese día descargar otro artefacto similar en la cuadra de Kanoore Edul. Los dueños de la empresa trabajaban asiduamente con explosivos. Así, en los albores del caso, el comerciante de origen sirio era el nexo común entre las tres líneas de investigación serias en ese momento: los iraníes, sospechosos de la pista internacional; la conexión local, por sus vínculos con Telleldín, y la pista libanesa, por el volquete. Sin embargo, la Justicia dejó de investigar a Kanoore Edul el 1° de agosto de 1994, luego de que su padre, Alberto Kanoore Edul, intercediera ante Munir Menem para evitar el allanamiento y la orden de captura de su hijo. Desde ese momento cesaron las escuchas telefónicas en sus aparatos y desaparecieron las grabaciones de las conversaciones registradas. Las charlas, no obstante, pudieron reconstruirse a partir de una cinta de reserva, que reveló una llamada a la secretaria de Audiencias de la Presidencia, mientras allanaban a Kanoore Edul, para que Munir Menem evitara el procedimiento.
lanacion on line martes 23 de marzo de 2010
Otro recuadro!!!!!!!!!!!!!!!!
Mentiras de acá y de allá
A sólo horas de que un espía revelara por primera vez que la SIDE participó del operativo en el que Carlos Telleldín recibió 400 mil dólares para acusar a policías bonaerenses en el atentado contra la AMIA, un ex prosecretario de la causa ratificó que el juez federal Juan José Galeano fue quien "dio la orden" para que se concretara ese pago. Claudio Lifschitz, principal denunciante de las irregularidades cometidas en la investigación, declaró ante el juez federal Claudio Bonadío, que investiga esos episodios. "Expliqué claramente que la orden fue dada por Galeano y que los fondos salieron de la SIDE", le dijo Lifschitz, quien también durante la audiencia acusó al juez de haber extorsionado a un abogado de Telleldín para que se convirtiera en testigo de identidad reservada en la causa. El abogado del ex comisario Juan José Ribelli (uno de los acusados por Telleldin) dijo que "esto demuestra que los que se van a tener que sentar en el banquillo son otros". Y tenía razón, Ribelli, y otros sospechosos fueron absueltos de culpa alguna por el tribunal actuante. Frente al juez Bonadío, el ex prosecretario cargó las tintas contra Galeano, al sostener que fue el juez quien "ordenó el pago a Telleldín sin constatar si lo que decía era verdad o mentira". Para la comunidad judía, esto es lo más inquietante, Rubén Beraja, presidente de la DAIA en ese momento, estaba al tanto y convalido el hecho, de ahí su participación en el encubrimiento que lo llevará en poco tiempo más a soportar el juicio oral que podría llevarlo nuevamente a prisión. Los directivos de la entidad política judía que lo sucedieron, y sus abogados en la querella, no deberían reposar tranquilos. Todavía puede llegar el tsunami de la verdad. D.S
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